El compositor alemán Helmut Lachenmann intenta montar una ópera demencial con la orquesta en huelga del Teatro Colón en medio de un paro de transportes en Buenos Aires. Ese documento fílmico es el centro y el motor de la película La vendedora de fósforos pero, como bien le dice a Infobae Cultura su director, Alejo Moguillansky, "se empezó a rodear de ficción".
En el este film, ganador del BAFICI 2017 (Competencia Argentina), volvió al ruedo: ayer se estrenó en la Sala Lugones del teatro San Martín y se proyectará todos los días a las 21:30 hasta el 8 de junio, y desde este sábado, estará en el Malba todos los sábados a las 20 horas durante todo junio.
Es una historia de montajes porque, a las escenas de la orquesta en Colón, Moguillansky le agrega otra narración. Marie y Walter son una pareja que trata de subsistir junto a su pequeña hija con el improbable ingreso que les genera la música. Entonces ensayan ideas para la puesta en escena de la ópera de Lachenman en la que trabajan.
"Después del BAFICI —comenta el director en diálogo con Infobae Cultura—, la película navegó por setecientos lugares, por todos lados. En algunos la acompañé, en otros fueron otros miembros del equipo. Ahora el estreno se retrasó por cuestiones operativas, pero finalmente logramos que estrene en estos dos sitios donde mayormente estrenamos nuestras películas".
—¿Cómo surgió La vendedora de fósforos?
—Hay películas que uno las piensa mucho, las reflexiona mucho. Hay otras que uno hace por un determinado motivo, como un actor en particular, o una actriz. Hay películas que uno la tiene en la cabeza y necesita sacársela. Pero esta surgió porque se necesitaba hacer, así, directamente. Nació a través de una filmación. Me quedé con ese material en mi cabeza, editándolo, y se empezó a rodearse de ficción, sin tener la menor idea de cómo seguiría. Y se empezó a armar una pequeña familia de cineastas que se juntaba a filmar. Un poco con esta vocación, ir de a poco, surgió.
La familia a la que hace referencia es a ñas personas que formaron parte del rodaje y fueron parte del proceso de creación: Inés Duacastella (fotografía), Marcos Canosa (sonido), Eugenia Campos Guevara (producción), María Villar (actriz), Margarita Fernández (actriz), Walter Jakob (actor) y su hija Cleo.
Pero también hay otra familia: el Pampero Cine, una productora que surgió en 2002 y está compuesta por Mariano Llinás, Laura Citarella, Agustín Mendilaharzu y el mismo Moguilansky, director de El loro y el cisne y El escarabajo de oro. La productora ha realizado varios largometrajes, trece para ser exactos. Uno de ellos, el anteúltimo, se llama La flor (dirigido por Llinás) y tiene una duración de catorce horas.
—¿Cómo definirías a La vendedora de fósforos?
—Es una película muy artesanal y muy íntima. Y también pudo hacerse porque a las personas involucradas nos divertía mucho lo que estábamos haciendo.
—¿Qué tipo de relación creés que forja con el público?
—A quien la ve, lo hace partícipe de ese juego: empezar a rodear de ficción un material real hasta que se borroneen esos límites, pero para construir una nueva instancia, que es cuando la película nos habla. La vendedora de fósforos muestra sus cartas rápidamente y establece un pacto honesto con quien la ve. En el sentido de que uno entiende las reglas de la película y no está ahí escondiéndonos cosas y mezquinando información para que aparezca de golpe y nos sorprenda.
—¿Ves cine argentino? ¿Te gusta?
—Hoy el cine argentino es grande y múltiple. Veo mucho cine en general, pero hay directores argentinos que me conmueven mucho. Rejtman me vuelve loco, ni hablar Piñeiro y Alonso, o Lucrecia Martel. También Llinás y Citarella.
—¿Qué lugar creés que ocupa La vendedora de fósforos dentro del cine nacional?
—Y… mirá… a una película como La vendedora de fósforos no la podés presentar a ningún fondo porque no hay nadie que te la acepte. Es de esas películas que están como por fuera de la ley. En ese sentido, es medio border, un poco lumpen… Creo que en el cine argentino ocupamos un lugar marginal pero valiente, quiero creer.
* La vendedora de fósforos
Año 2017 | Duración: 70 minutos. Dirección y Guión Alejo Moguillansky | Producción: Eugenia Campos Guevara | Dirección de fotografía y Camarógrafa: Inés Duacastella | Sonido: Marcos Canosa
Intérpretes: Helmut Lachenmann, Margarita Fernández, María Villar, Walter Jakob, Cleo Moguillansky, Martín Bauer, Luciana Acuña.
Producida por El Pampero Cine | Con el apoyo de Universidad del Cine, Mecenazgo Cultural y Proa.
* Malba
Todos los sábados a las 20 horas durante todo junio.
Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415 – CABA
* Sala Lugones
Todos los días a las 21:30 horas hasta el 8 de junio.
Teatro San Martín
Av. Corrientes 1529 – CABA
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