arteBA 2018: expectativas, dudas y certezas de los galeristas

arteBa es un microcosmos de 84 galerías. Una pequeña aldea localizada dentro de La Rural, sede de su edición 27, donde los visitantes deambulan de manera caótica, pero organizada, ora más rápido, ora más lento, con la cabeza en alto, a la espera de encontrar esa obra, esa intervención, esa performance, que les robe el aliento, que produzca ese splash en la mente que produce caída de mandíbulas, apertura del iris y se exprensa con un "ahhh" aprobatorio. El arte.

Y entre esa pequeña inmensidad se encuentran los galeristas, los curadores, todos aquellos que, al acecho, sueñan con ese "ahhh", lo desean, lo buscan con las obras que escogieron para ser parte del patrimonio que ya no quieren resguardar más.

"Las personas se acercan, quieren saber y hay que explicarles. El arte contemporáneo necesita un poquito de explicación, de confianza, un poco que les cuentes por dónde va. En ese sentido, los galeristas tenemos una función educativa. Yo soy respetuosa de lo que el artista me transmite, pero esto está lleno de subjetividad. El me plantea la suya y yo le transmito al cliente, la mía. En esa cadena se construye un vínculo de confianza, de credibilidad, para un lado y para el otro", explica a Infobae Cultura Orly Benzacar, directora de Ruth Benzacar, espacio localizado en la Sección Principal.

Esta edición de arteBA se internacionalizó más que las anteriores. Si bien este cambio fue paulatino, se sostiene en una estrategia de abrir los mercados de los artistas hacia el exterior y, a su vez, que los coleccionistas autóctonos accedan a obras que trasciendan sus fronteras. No es un dato menor que del total de las 84 galerías participantes, más del 50% provengan de otros países. "Esto revela cómo arteBA se posiciona cada vez mejor dentro de una perspectiva internacional y regional", comentó Ana María Battistozzi, miembro del comité de selección de galerías

Julia Converti, gerente general de la Fundación arteBA, explicó a Infobae Cultura: "La escena del arte argentina tuvo en los últimos años mucha visibilidad internacional, con importante presencia afuera, con la mirada de Basel y los museos. Eso significó un cambio, porque esa atención llegó desde los referentes del mercado mundial".

En ese sentido, María Paula Bastidas, asistente curatorial de Instituto de Visión, de Bogotá, Colombia, sostuvo que arteBa comenzó a convertirse en una espacio más interesante para las galerías extranjeras principalmente porque se produjo un cambio en el paradigma de los coleccionistas locales.

"En los últimos años hubo un crecimiento de los coleccionistas argentinos, que empezaron a comprar otras cosas. Tradicionalmente el coleccionista de aquí se dedicaba casi exclusivamente al arte local. Ahora se está abriendo el mercado a otras galerías de otros países y quizá también tenga que ver con la participación de artistas argentinos en otras ferias, como que eso diversificó el mercado para todos", explicó a Infobae Cultura, en el stand situado en el área de Solo Show.

Por su parte, Martín Castillo, director de Galería Sur, con presencia en Montevideo y Punta del Este, Uruguay, sostuvo que uno de los grandes avances que se produjo para posibilitar este cambio debe atribuirse a la legislación.

Castillo refiere a la modificación de la ley 24.633, que está orientada a favorecer la circulación de arte argentino a través del mundo, que si bien ya fue reglamentada, aún no funciona con la celeridad necesaria, por lo menos para los galeristas locales.

En su stand en la Plaza de los Maestros, sostuvo: "El cambio de legislación posibilitó traer obras más fuertes, más pesadas, que antes no era posible". Por artistas "más fuertes" refiere a pintores ya clásicos, como Antonio Berni o Joaquín Torres García, que "hacá más de 15 años que no estaba en la Feria".

"Esto era un viejo reclamo y creo que la llegada de este tipo de artistas va a dinamizar bastante la feria. Si se la recorre, la presencia de obra histórica argentina y latinoamericana es mayor, antes era imposible encontrarla. Creo que eso coloca a arteBA más en la dinámica mundial".

En ese sentido, Inés Huergo, jefa de proyectos para Latinoamérica de la parisina Jocelyn Wolff, sostuvo desde su espacio en el sector de U-Turn Project Rooms, que "toda flexibilización que ayude a los artistas argentinos a poder mostrarse afuera, como sucede en casi todo el mundo, iba a traer efectos colaterales positivos. Por eso creo que las expectativas son muy buenas".

Un mercado más abierto posibilita un mayor intercambio, sin dudas, pero desde las galerías nacionales todavía esperan la implementación total de la 24.633.

La apertura "ya se siente en las cuestiones prácticas", aunque "hay algunos focos de resistencia en la aduana" -dijo Benzacar-, y agregó: "Llevarte obra de arte como equipaje, con vos, es un gran avance. Antes, si comprabas una obra acá y querías llevártela, tenías que hacer un trámite que tardaba mínimo entre 48 horas y una semana. Todo eso implicaba un gasto enorme desde despachar, embalaje, flete, y otros costos más. Hoy, esos costos no van a estar más, a lo sumo tendrás exceso de equipaje con tu ticket", dijo.

Para Herminda Lahitte, directora de la porteña Hache, ubicada en Stage, todavía no se notan cambios: "Esta apertura es una política pública construida desde muchos sectores. Hoy, se puede cargar el trámite al sistema, pero todavía no emite el certificado para hacerlo. Falta la refrenda del Senado, pero es algo inminente. Es una cuestión central que va a ayudar a todo el ecosistema, con el fomento de la cultura en general, pero sobre todo con la construcción de patrimonio a futuro. Y para eso es esencial que pueda salir obra de artistas vivos que están actualmente produciendo".

La galería Lateral, de San Martín del Tucumán, llega apenas a los dos años y medios de existencia y por eso reside en el Barrio Joven. Para ellos, buscar "una salida internacional" para sus obras no es una cuestión central.

"Participar de arteBa para una galería del interior es importante porque es una plataforma de visibilidad que nos ha permitido tener ventas no tanto en esta, sino en otras ferias. Tucumán es una escena chica, el coleccionismo que hay es intermitente y no hay gran caudal de salida de obra a nivel internacional".

"Por eso -explica Gaspar Núñez, uno de sus tres directores- se generaron muchos vínculos con Rosario y Córdoba y en los últimos años con Bolivia, el norte de Chile y Paraguay. Somos más cercanos cultural y geográficamente al sur de esos países, pero pasar por Buenos Aires sigue siendo inevitable".

Lo que sí lamentan es la devaluación del peso frente al USD que se produjo en las últimas semanas: "Contamos con el apoyo de organizaciones y por eso podemos estar acá, pero la devaluación realmente nos perjudica y preveemos muchas menos ventas".

Para Benzacar la depreciación cambiaria solo "afecta el humor": "En defintiva nos devaluamos todos. Vivimos en un mercado abierto, sin cepo, ni corralito, no hay motivo por el cual proecuparse por el dólar. Si hubiese ocurrido en la época del cepo, se nos abría una brecha entre el mercado negro y el blanco que era enorme, pero hoy eso no existe. Son los avatares de la economía, tenemos que ser positivos".

Castillo, de la uruguaya Sur, comentó que es "como el surf, viene una ola y tenés que agarrarte" y finalizó: "Esperemos que no afecte. Veníamos en una franca recuperación, con mucho interés por parte de los coleccionistas en las semanas previas, así que esperamos que no afecte".

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