Viva "Las Vegas": una película feliz donde la madurez es una cosa pasajera

La película “más personal” del director argentino Juan Villegas transcurre en Villa Gesell, donde un madre joven y su hijo adolescente comparten por azar un edificio vacacional con su padre y su novia colombiana

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“Las Vegas”, una comedia de Juan Villegas
“Las Vegas”, una comedia de Juan Villegas

Ciertas películas producen felicidad. La famosa felicidad del cine. A veces también sucede en el cine nacional. Como en la película Las Vegas, que no remite a la ciudad de fantasía de los casinos, sino a un edificio vacacional en Villa Gesell adonde van a parar todos los protagonistas del film. Entre ellos, Wos: una estrella de free style, ganador del certamen internacional Riña de Gallos y un ídolo de multitudes millennials, que interpreta a Pablo, el hijo de Laura, interpretada por Pilar Gamboa.

Ahora, si Las Vegas no es Las Vegas, debemos comenzar a percibir que se trata de una comedia de enredos y confusiones. Vaya la primera: una pareja -ya que Edipo quiso que así lo supusiese el destino- entre hijo de 18 años y madre de 36 que conviven una complicidad a veces disparatada y que empiezan el recorrido fílmico yendo en un ómnibus trunco hacia la playa.

Pero toda comedia tiene un giro en su narración y, en este caso, se produce cuando en la película descubren que en el mismo edificio donde vacacionarán se encuentra el ex marido de Laura (y padre de Pablo), recién llegado junto a una joven novia colombiana. Y luego, como cantaba Paco Ibáñez, "y ríase la gente". Pero también, llore la gente. Y siéntase feliz del cine, la gente.

Al comenzar el film el espectador imagina que los dos personajes, Pablo y Laura, son una parejita que se va de vacaciones. Pero luego se da cuenta de que se trata de una madre muy joven y un hijo muy joven y la situación de enredo con un mundo en el que la madurez es escasa, comienza. Cuando se dan cuenta de que Martín, el ex de Laura y padre Pablo (Santiago Gobernori) también llega al balneario, las cosas llegan al paroxismo. Y la comedia.

En la premiere del film, que también inauguró el último festival BAFICI, los miembros del equipo de filmación se dirigieron al público. Entre ellos, el director Juan Villegas. "Creo que este es mi película más personal", dijo esa noche. También el equipo hizo flamear los pañuelos verdes que son el símbolo por el derecho al aborto legal, gratuito y seguro.

¿Por qué dice que es su película más personal? -pregunta Infobae Cultura a Villegas.

–Es que fue filmada en un edificio donde yo veraneé toda mi infancia y adolescencia, Las Vegas, que está en Gesell. Es más, está filmada en los dos departamentos que pertenecieron a mi familia. Para mí la ciudad es hermosa, aunque yo sepa que en realidad no es hermosa, pero creo que puedo encontrar la belleza propia de ese lugar. Con este film
siento que me liberé de prejuicios y pude ser más directo desde lo emocional. Incluso desde la búsqueda de la comicidad. No digo que no vuelva a realizar alguna película más oscura, pero creo que ese tipo de películas a veces sirven para evitar las expresiones propias. En Las Vegas eso apararece, claro, porque evidentemente todos los personajes tienen algo guardado y secreto.

Todos los personajes son jóvenes, pero algunos en la juventud adulta, otros ingresando a la juventud, pero todos parecen no tener mucha madurez.

–Había una idea de hacer una película sobre gente de treinta y pico pero que no asumieron del todo su adultez. En este caso, no se hacen cargo de que tienen un hijo. Eso también marca el tono de la comedia.

¿Conocía de la fama de Wos, el actor que interpreta al hijo, antes de invitarlo como protagonista de la película?

–Estábamos buscando un hijo joven para Pilar, que es joven, y me comentaron de un pibe que podía andar muy bien. Hicimos el casting y quedó, y después me enteré de que era una estrella del free style. Yo no tenía idea de qué era eso.

Wos es un referente de multitudes hiphoperas que se convocan para ver duelos entre raperos y que ganó el último certamen internacional del continente frente a un colega suyo mexicano.

¿Cómo es pasar del free style al cine? -pregunta Infobae Cultura a Wos o, en este caso, Valentín Oliva.

–En realidad, vengo haciendo las dos cosas desde hace algún tiempo en paralelo. En algún punto se combinan, pero el free style ayuda a la actuación y la actuación al free style. Sin embargo, mi personaje en la película no tiene nada que ver con lo que ofrezco en el escenario del hip hop. Para mí es impactante verme en la pantalla, claro, y espero que el público que me sigue en el rap también apoye esta película.

–El hip hop tiene mucho lugar para la improvisación. ¿En el film también hubo improvisaciones?

–Juan (Villegas) siempre nos dejaba aportar a las escenas, pero siempre estaban finalmente guionadas. Me cuesta más que cuando se trata de improvisar, pero con los compañeros y la dirección creo que salió todo bien.

–¿Hay algún momento en la película en la que cante?

–No, no. Me gusta que los espacios del free style y la actuación tengan espacios separados.

Sin embargo, la película está acompañada por música, siempre música, desde el principio. Y referencias a Joy Division, a los Pixies y a canciones que pueden compartir madres de 36 años con hijos de 18 (una de ellas cantada por la propia Pilar Gamboa), que no son tantos los años. Y una historia de iniciación, por parte de Pablo, junto a una bañera que no puede mirarlo en la costa para que no se le ahogue ningún vacacionista. Y así.

Las Vegas es un film divertido, pero más aún -como se dijo- feliz. Y como toda felicidad, emociona. Como esos edificios de Villa Gesell que, nadie se atrevería a describir como hermosos, pero que bien mirados tienen su propia belleza.

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