Popular versus cultural: los autores defendieron el stand “futbolero” argentino en la Feria del Libro de Bogotá

La saga continúa. Luego de las declaraciones en Colombia del director de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel, en las que había pedido disculpas por el “vergonzoso escenario de un estadio de fútbol montado en una fiesta del libro”, Infobae Cultura dialogó con escritores que formaron parte de la comitiva argentina en la Filbo para conocer si el escenario fue un impedimento o atrajo a los visitantes

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El stand argentino fue muy
El stand argentino fue muy concurrido y las charlas fueron a sala llena

La polémica comenzó con una frase, casi al pasar, de Alberto Manguel, director de la Biblioteca Nacional. En la Feria del Libro de Bogotá, el también escritor pidió disculpas por el "vergonzoso escenario de un estadio de fútbol montado en una fiesta del libro".

Manguel hacía referencia al Pabellón Argentino en el gran evento de la cultura colombiana, ambientado, en año de mundial, como un gran estadio, con túnel, sonido ambiente futbolero y hasta una pequeña canchita, donde se podían patear penales. Sus palabras abrieron un viejo debate: ¿por qué lo popular no puede ir de la mano de la cultura?

El ingreso al Pabellón argentino
El ingreso al Pabellón argentino en la Filbo

Infobae Cultura consultó a diferentes autores que formaron parte de la comitiva para conocer su opinión no sólo con respecto a este debate, sino también si consideran si el espacio cumplió la función de atraer público y, así, difundir las obras de autores nacionales.

Todo comenzó el domingo por la noche, en el auditorio colombiano, donde Manguel dijo: "Pido disculpas en nombre de todos los argentinos por el vergonzoso escenario de un estadio de fútbol montado en una fiesta del libro; celebramos seguramente esos notables futbolistas Borges, Bioy Casares, Alejandra Pizarnik, Cortázar, desde el Martín Fierro en adelante… pero les pido de nuevo disculpas por ese gesto tan absurdo de populismo".

El stand argentino tuvo un lugar de privilegio en la Filbo, ya que su rol como "Huésped de honor" así lo ameritaba. Así, bajo el lema "La literatura argentina sale a la cancha" se levantó un pabellón de 3.000 m², que incluyó desde librerías, una biblioteca, una muestra fotográfica de Daniel Mordzinski -con retratos de grandes escritores argentinos entre los que se encuentran Borges, Cortázar, Saer y Piglia-, una exposición sobre la vida y obra de Roberto Fontanarrosa, hasta una 'canchita de fútbol' y una pista para bailar tango.

El Ministro de Cultura de
El Ministro de Cultura de la Nación Argentina Pablo Avelluto junto al escritor argentino Eduardo Sacheri, encargado de la lectura inaugural de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo)

La escritora Claudia Piñeiro, quien estuvo a cargo de la apertura de la Feria del Libro de Buenos Aires, consultada por Infobae Cultura, reconoció que "al principio tuvo prejuicios sobre el stand": "Cuando conocí la idea tuve una sensación, no tan efusiva como la de Manguel, pero me planteé por qué tanto fútbol y no tanto libro, pero la realidad es que cuando estuve ahí el stand funcionaba tremendamente bien gracias a lo del fútbol".

Claudia Piñeiro
Claudia Piñeiro

"La gente entraba y no se quedaba en la parte del fútbol, seguían hasta la librería, que fue una de las mejores que vi en ninguna feria del libro; era extraordinaria. Los libreros estaban emocionados de lo que habían vendido. La gente se llevaba libros de Di Benedetto, Juan L. Ortíz, autores jóvenes como Cynthia Edul. En ese sentido, las editoriales independientes tuvieron un espacio muy destacado".

La librería fue un éxito
La librería fue un éxito de concurrencia y de ventas

"Además del movimiento impresionante, hubo un lleno absoluto en la sala de conferencias. Es cierto que para llegar ahí tenías que atravesar un túnel como si entrarás a una cancha y había una pelota de fútbol. Debo reconocer que no soy la persona que debe opinar cómo se consiguen más lectores, porque yo dije '¿por qué esto?' y sin embargo era impresionante la cantidad de lectores que consiguieron. No para el fútbol, sino para la librería y las conferencias. Claramente, tuve un prejuicio que después no se cumplió. En otras Feria del Libro, nos pasaba que a las conferencias nos teníamos que ir a aplaudir entre nosotros. En esta, estaban llenas".

Hubo propuestas literarias para todos
Hubo propuestas literarias para todos los gustos, contaron los autores

Sin embargo, para Piñeiro hubo algunos detalles que podrían haber sido mejorados. "Creo que a la primera parte, la de fútbol, le faltó una integración con los libros. Lo que yo sugerí, por ejemplo, es que la pelota de fútbol gigante que había podía representar El Aleph de Borges si se la miraba desde abajo. Antes de ir a Filbo, hablé con Laura Niembro, la directora ejecutiva de la Feria del Libro de Guadalajara y le pregunté qué pensaba del stand futbolero. Y me respondió: 'Me parece extraordinario, lo que se haga para conseguir lectores, me parece que está muy bien".

El Pabellón se encontraba alojado sobre el final de la Filbo, al aire libre, por lo que su acceso no era inmediato. A pesar de esta distancia, dice el escritor Sergio Olguín, no detuvo el interés del público.

Sergio Olguín es uno de
Sergio Olguín es uno de los escritores que integraron la delegación argentina

"El pabellón tenía una gran virtud: era convocante para el público colombiano. El stand de Argentina estaba al final de una feria muy grande, casi como la de Buenos Aires. Para llegar había que ponerle voluntad e interés. Y familias enteras, adolescentes, llegaban y hacían cola para entrar. En una feria de libro de público masivo me parece excelente convocar a partir de lo que podemos tener en común más allá de la literatura".

Por su parte, Antonio Santa Ana, autor literatura infantil y juvenil, explicó: "Cuando lo vi por primera vez tuve una reacción similar a la de Manguel. Me impactó entrar por una manga, que tenía un audio del estilo canción de cancha, y después aparecía la canchita de futbol. Pero después, en términos de movimiento de gente, creo que fue un acierto. Fue muy convocante, me tocó ver filas de hasta una hora con personas bajo la lluvia. Participé de dos charlas, a sala llena y sé que en autores más conocidos, el auditorio explotaba. Creo que cumplió su función, visibilizó a la literatura argentina. Los libreros estaban felices, decían que 'nunca habían vendido tanto'".

Santa Ana participó de dos
Santa Ana participó de dos charlas a sala llena

Con respecto a las declaraciones de Manguel, Santa Ana, sostuvo que le parecieron "una falta de respeto: tanto para la gente que trabajó muchísimo y también para los autores. Además, no es su responsabilidad pedir disculpas, en todo caso debería haberlo hecho el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, y más si se tiene en cuenta que fue un éxito. No sé si una gran foto de Borges en la entrada hubiese sido más convocante".

“No sé si una gran foto de Borges en la entrada hubiese sido más convocante”

Para Olguín, el visitante que "está interesado en Cortázar o Borges va a ir igual a ver los libros del stand. Pero hay un público que va a la Feria, como ocurre con el que va a la de Buenos Aires, que a veces llega sin querer a un stand y decide entonces comprar un libro, ya sea porque le interesa el tema, porque lee una contratapa atractiva, etc. Creo que parte importante del éxito de todas las mesas, presentaciones y charlas del stand argentino se debió a que se acercó un público no especializado".

Diego Golombek es uno de
Diego Golombek es uno de los nombres más reconocidos de la divulgación científica en Argentina

El biólogo y divulgador científico Diego Golombek sostuvo que no existe polémica con respecto a las declaraciones de Manguel. "Para mi fue una puesta más bien espectacular, quizá si te quedás con lo superficial no tiene mucho que ver con una feria del libro. Pero era pura cuestión cosmética, cuando ingresabas lo que te encontrabas eran libros y un auditorio donde se hablaba de literatura".

"Desde mi experiencia creo que la gente entraba feliz, les parecía atractivo y en el interior había muestras de fotos, una sector dedicado a Fontanarrosa, que se asocia al fútbol, pero después eran libros variados en temáticas y autores", agregó el científico.

La muestra fotográfica de Daniel
La muestra fotográfica de Daniel Mordzinski tenía retratos de grandes escritores argentinos como Borges, Cortázar, Saer, Quino y Piglia, entre otros

Finalmente, Olguín explicó que, en ese sentido, resulta esencial diferenciar los stands de las ferias como las de Bogotá o Buenos Aires con respecto a la de Frankfurt: "Las nuestras están pensadas para el lector, la alemana para los profesionales de la edición. En un ámbito como Frankfurt haber hecho una presentación así habría sido innecesario. En la Filbo estuvo muy bien".

Argentina, como invitada de honor de la FILBO realizó una fuerte inversión no solo en el armado del espacio, sino también en la gran cantidad de autores: participaron 32 escritores, 30 editores y 30 artistas.

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