Wild, wild country: la serie documental sobre el “sex gurú” que quiso “invadir” Oregon

Los ingredientes de esta historia real son fascinantes: choque de culturas, histeria colectiva, prejuicios, conspiraciones, agentes federales y, en el centro, Bhagwan Shree Rajneesh (luego llamado Osho): ¿maestro o charlatán?

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Imaginen un muy pequeño pueblo del lejano oeste norteamericano, puritano y wasp (blanco -white-, anglosajón y protestante), Antelope (Oregon), de menos de cien habitantes, en su mayoría rancheros, alejado del mundanal ruido, en el que, de pronto, desembarca un gurú de la India con sus seguidores, motivados por el deseo de fundar allí una comunidad new age. Compran tierras y construyen aceleradamente lo que con el tiempo se llamarán Rajneeshpuram, por el nombre de su "Maestro".

Los seguidores de Osho, reunidos
Los seguidores de Osho, reunidos a la llegada del maestro, que hace su entrada en Roll Royce

A partir de allí, se encadenan los conflictos y suceden cosas inimaginables aún para el más disparatado guión de cine. Sólo que ocurrieron realmente. E involucran de un lado a personajes tan reales como el propio Osho y sus más destacados colaboradores, y del otro hasta al fundador de la marca Nike…

Los seguidores de Bhagwan vestían
Los seguidores de Bhagwan vestían siempre de rojo, rosa o violeta

Lo más impactante de esta serie documental de Netflix es que cada cosa que se relata, cada testimonio de los protagonistas, tiene el soporte visual de lo que verdaderamente ocurrió en aquellos primeros años de la reaganiana década del 80. Los directores de Wild, wild country, Maclain Way y Chapman Way, pueden bien ser la envidia de todo documentalista o editor de noticias: tuvieron acceso a un archivo impresionante de horas y horas de grabación de los canales de televisión locales y nacionales de los Estados Unidos, lo que les permite mostrar todo lo que, más de tres décadas después, sus entrevistados van recordando de esos cinco años frenéticos.

El reparto está formado por los mismos protagonistas de los acontecimientos, que los evocan desde el presente y a los que al mismo tiempo vemos "en acción" a través de los noticieros de la época.

Organizada en seis episodios, resulta casi tan atrapante como un thriller. Son acontecimientos que, aunque reales, seguramente pocos recuerdan o conocen, porque se ubican en un tiempo bastante anterior a la difusión de la televisión por cable, cuando no existía la posibilidad de ver casi instantáneamente lo que acontecía en cualquier rincón del mundo.

La ciudad que la secta
La ciudad que la secta de Osho levantó en tierras compradas en Oregon

Al documental quizás le falta algo de contexto ya que no ofrece una explicación demasiado clara de cuál era el pensamiento de Osho. La New Age no es estrictamente una religión, sino una corriente de espiritualidad,  difusa y sincrética porque toma elementos de diferentes fuentes. El planteo doctrinal de Osho es una mezcolanza de hinduismo, budismo tántrico, de otra corriente india llamada jainismo, de mística sufí e incluso de cristianismo.

La secta de Osho se inscribe en esa amplia corriente de la New Age, un fenómeno de los años 60 que luego se va expandiendo e incluso tiñendo otros elementos de la cultura, como la autoayuda.

Esta corriente, a la que el profesor Roberto Bosca calificó como "autismo espiritual", suele tener mucho éxito entre sectores más bien acomodados que abren generosamente su billetera. Osho (Bhagwan) no fue la excepción: llegó a tener una flota de 90 Roll Royce y una colección de joyas y relojes de oro. Todo donación de sus seguidores, que en un momento eran muy numerosos en Hollywood, por ejemplo.

Osho llegó a tener aeropuerto
Osho llegó a tener aeropuerto y flota propia

A los rasgos genéricos de la llamada nueva era, Osho le sumaba el ingrediente del amor libre, es decir, el sexo libre, incluso colectivo, un elemento que causó un imaginable escándalo en la época, especialmente en el ambiente puritano de la Norteamérica profunda. Y que le valió el mote de "Sex Gurú".

También había desarrollado una práctica que será su rasgo distintivo: la "meditación dinámica", una hora de ejercicios de respiración acelerada, sesiones de catarsis, repetición de mantras, baile, etcétera, mediante la cual se buscaba la liberación del individuo de todo lo que reprimía en su interior.

Antes que en la doctrina de Osho o la historia de su secta, la serie está más bien centrada en el conflicto con la comunidad local de Oregon y luego con la ley durante los años que van de 1980 a 1985.

Pero lo que sí se ve es la fascinación que ejercía el gurú y cómo su asentamiento en Oregon se convierte en polo de atracción para muchas personas en búsqueda espiritual y decepcionadas de la sociedad tradicional norteamericana, pero se escucha poco al gurú.

George Meredith, el médico personal
George Meredith, el médico personal de Osho, que también fue uno de sus voceros

Hasta que, cuando las papas quemen, se lo verá en una reacción que no estuvo a la altura de su supuesto liderazgo: Bhagwan reacciona como cualquier político en apuros. Pero no conviene decir más para no quitar suspenso a la historia.

La serie refleja muy bien la locura colectiva, la devoción fanática que suelen despertar algunas personalidades carismáticas, la voluntad de manipular de algunos y el deseo de ser manipulados de muchos.

Wild, wild country es también un documental que lleva a reflexionar sobre este tipo de emprendimientos utópicos. Y este es uno que alcanza un impresionante desarrollo. Pero, como en casi todas estas comunidades cerradas y organizadas en torno a un liderazgo único y místico, tarde o temprano se generan rivalidades por el favor del "amo", contradicciones internas que abren grietas.

Ma Anand Sheela, la poderosa
Ma Anand Sheela, la poderosa secretaria de Osho, que fue su cara pública durante el experimento de Oregon

El documental de los Way muestra, no juzga, pone la cámara para que cada uno diga su verdad y se muestre cómo es. Hay fanatismo de un lado, pero también cierto oscurantismo del otro. Los prejuicios están a la orden del día. Y la psicosis es colectiva.

Un personaje especialmente impactante es la secretaria y mano derecha de Bhagwan, Ma Anand Sheela, que fue su vocera y alma mater de toda la operación de desembarco y expansión en Oregon. Carismática, fuerte, audaz, desafiante al punto de la provocación, no queda claro hasta dónde actuó siempre siguiendo estrictas órdenes de su maestro, pero su entrega es radical.

Sheela, en Oregon y en
Sheela, en Oregon y en la actualidad

Algunos personajes resultan hasta queribles, como el abogado de Osho, el nativo de Oregon Swami Prem Niren, nacido Zabolio, que se quiebra varias veces recordando sus años junto al gurú y suena sincero. O el vecino de Oregon John Silvertooth que encontrará pruebas incriminantes contra los "invasores" pero relata todo sin rencores y sin perder el humor.  O Jane Stork, una de las más firmes lugartenientes de Sheela, que acabará desandando el camino…

Swami Prem Niren, el fiel
Swami Prem Niren, el fiel abogado de Osho

La compaginación del enorme material reunido es excelente, preserva el suspenso y encadena perfectamente hechos y testimonios en un crescendo dramático.

Finalmente, es difícil pensar que Osho, que ya era un gurú mundialmente célebre cuando dejó la India para emigrar a los Estados Unidos, haya podido emprender su aventura sin un visto bueno desde algún entresijo del poder estatal, el mismo que pondrá fin al experimento cuando éste se vuelva demasiado desafiante.

Maclain Way y Chapman Way,
Maclain Way y Chapman Way, los directores de la serie documental “Wild, wild country”

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