La Fundación Jorge Federico Klemm presenta en el mítico subsuelo de su espacio la nueva exhibición permanente de su colección, un recorrido que reúne obras de destacados artistas como Andy Warhol, Roberto Aizenberg, Joseph Beuys, Oscar Bony, Mark Chagall, Giorgio De Chirico y Lucio Fontana, entre muchos más.
El cuerpo de una colección se titula la muestra que da a conocer el nuevo guión diseñado por los curadores Federico Baeza y Guadalupe Chirotarrab, un conjunto de más de cien obras de artistas principalmente argentinos, norteamericanos y europeos que integran el valioso legado de Klemm, artista, mecenas y referente del coleccionismo local, de alto perfil mediático en los 90 por su programa televisivo El banquete telemático.
"La idea de la exposición fue centrarse en las problemáticas que nucleaban la colección de Klemm, que en el período de los 90 que estuvo muy marcado por su programa de televisión, que buscaba expandir e introducir el arte contemporáneo a segmentos mucho más amplios de la población. Por eso organizamos núcleos conceptuales no tan centrados en la historia del arte, sino en las ideas de Klemm", dijo Federico Baeza, uno de los curadores.
Nacido en República Checa en 1942 y radicado en la Argentina a los 8 años, Klemm participó en los 60 en la escena local del happening y no solo consolidó a partir de los 90 una impresionante colección personal, sino que promovió la producción de artistas jóvenes -a través del premio que lleva su nombre-, al tiempo que logró una poderosa visibilidad como figura pública, ligada a la cultura pop, la fiesta y el glam. Murió en el año 2002.
De este modo, la colección integrada por piezas representativas de diversos movimientos artísticos como el surrealismo, la pintura metafísica, el arte concreto, la transvanguardia italiana, el minimalismo, el pop, el nouveau réalisme francés, el informalismo, el arte óptico y el arte de acción, se distribuye a lo largo de seis salas contiguas que se presentan como ambientaciones o sets, y que van generando diversos climas, por el color de las paredes, las luces, los pisos y la disposición de las obras.
En el ingreso, se destaca el retrato de Klemm que el grupo Mondongo realizó en 2002, con las facciones de la cara del mecenas conformadas por tachas de metal sobre cuerina negra, característica de las camperas que utilizaba, junto a otra obra, una suerte de living (mesa y sillones), autoría del propio Klemm.
Piezas de Roberto Aizenberg, Emilio Pettoruti, Lucio Fontana, Elba Bairón, Lucio Dorr o Max Gómez Canle, entre otras, reciben al visitante en la primera sala del recorrido, bautizado Tiempo, ficción y utopías, un conjunto que busca cuestionar el espacio de representación, disolver la materialidad de la obra, atentar contra los formatos tradicionales y expandir los límites de la práctica artística.
El artista Max Gómez Canle, presente durante la recorrida, habló del orgullo de ver su obra en este nuevo guión que ofrece la galería: "Esta colección es muy importante para los artistas porque acá veníamos a ver obras que se salían del canon de las colecciones accesibles, como las del Museo de Arte Moderno o las del Bellas Artes. Obras increíbles, rarezas, un René Magritte o un Andy Warhol. Y es bueno ver la posibilidad de lecturas que tenía ese conjunto súper arbitrario, que es muy constitutivo de cómo aprendimos, de cómo nos formamos muchos artistas", sostiene.
La sala bautizada Artistas, medios y cultura de la celebridad reúne un conjunto potente donde destacan las fotografías de un jovencísimo Jeff Koons, el de fieltro de Jospeh Beuys y las fotografías de Nan Goldin, Cindy Sherman, Richard Avedon (que fotografía a los miembros de The Factory) o Robert Mapplethorpe, junto a las de Marcos López, un conjunto englobado por la idea de "la figura del artista como celebridad y la construcción de la identidad", detalla Baeza.
La impactante escultura Venus azul (1962) de Yves Klein abre paso al siguiente núcleo, El amor al arte: el gesto del coleccionista, que presenta pinturas de Marc Chagall, Giorgio de Chirico, René Magritte, Xul Solar y Man Ray, un grupo de alusiones metafísicas y surrealistas, dispuestas en la sala de modo algo teatral, todas agrupadas sobre la misma pared, cubierta por un telón, "donde también hay un guiño al fetiche de la posesión", agrega Baeza.
Teatro, mitos y lirismo se presenta en una sala casi en penumbras, de paredes oscuras y piso alfombrado, con obras de Mildred Burton, Guillermo Kuitca, Oscar Bony y otros más, un núcleo que refiere "a la puesta en escena, al artificio, a la teatralidad y también a lo lírico y surreal, a la vivencia del mundo como lugar de representación y artificio", según señala la curadora Guadalupe Chirotarrab.
Finalmente, Imagen de una imagen: consumo, simulacro y trauma hace un fuerte anclaje en el pop local e internacional a través de obras en diferentes soportes como la escultura laberinto de Edgardo Giménez, las pinturas de Marta Minujin o las serigrafías de Andy Warhol y Roy Lichtenstein en donde "el pop presenta un abordaje asociado a lo traumático, en una versión más densa y oscura", señala Chirotarrab.
Allí, en una pintura de gran formato, Minujin se pinta a sí misma en una bikini verde militar, las manos detrás de la cabeza y sonriente, como tomando sol, recostada sobre una versión en miniatura del Estadio Monumental, rodeada de hojas de árboles que toman los colores del estampado militar, una obra fechada en 1977 y bautizada "Mi mundial".
"Este carácter de 'imagen de una imagen' del mundo fascinó al pop local e internacional. El redescubrimiento de las nuevas iconografías del consumo fue practicado en clave celebratoria, pero al mismo tiempo ancló en los aspectos más traumáticos e improcesables de la sociedad de masas, imágenes que señalan el reverso de los sueños del capitalismo", se puede leer en el texto de esta sala.
Obras de Sergio Avello, Christo, John De Andrea, Nicolás García Uriburu, Enio Iommi, Gerard Laing, Sol Lewitt, Raúl Lozza, Ad Minoliti, Alicia Penalba, Pablo Picasso, Pierre et Gilles, Humberto Rivas, Yves Tanguy y Victor Vasarely, entre otros, terminan de conformar el recorrido por la exposición.
*Con información de Télam
**El cuerpo de una colección se puede visitar en Fundación Klemm (Marcelo T. de Alvear 628, CABA) de lunes a viernes de 11 a 20 con entrada gratuita.
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