La poesía de Safo, la "primera feminista", en un recital pleno de música y pasión

En “El dulce amargo, canciones de Safo”, la cantante Daniela Horovitz interpreta los versos de la artista del siglo XVII a.C, a través de la guitarra, una lira especialmente fabricada por un luthier y el piano

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Daniela Horovitz
Daniela Horovitz

Los versos de Safo son "libertarios y creados en un mundo hipermachista", dice Daniela Horovitz, cantante, compositora y actriz que presenta, desde el sábado 3 de marzo en El Extranjero Teatro, su espectáculo El dulce amargo, canciones de Safo. La obra de la poetisa de Lesbos, sus pasiones, sentimientos y emociones atraviesan varios siglos de historia de la humanidad y se resignifican ahora, junto a la creciente onda expansiva del movimiento social-global de mujeres que impulsan una decidida acción a favor de la igualdad de género y en contra de la violencia tolerada desde un patriarcado ancestral.

"Creo que es el momento de mayor libertad de la mujer desde que tengo noción. De la generación de mi madre a la mía hay un gran avance. Mi forma de vida es la prueba: hago lo que se me ocurre, escribo mi historia, concreto mi búsqueda, me expreso a través de mi trabajo artístico. Es un cambio total, no es lo que vivió mi madre… Aún desde algunas cuestiones de extremos, ¿es necesario romper? Si. Estamos en un momento de cambio, muy fuerte", dice a Infobae Cultura esta artista porteña hija de un legendario reportero gráfico que trabajó en las revistas Gente y El Gráfico, y en los diarios Clarín y La Nación.

Horovitz compuso la música original y canta los poemas de Safo de Lesbos acompañándose con guitarra, una lira especialmente fabricada por un luthier cordobés y piano. La música, el canto y la poesía se intercalan, reconstruyendo la creación misma de poemas escritos hace aproximadamente 2600 años pero que suenan inevitablemente contemporáneos. "Es un momento de romper con muchas cosas, llevar un poco más allá esta lucha", dice convencida quien integró el grupo Los Amados entre 2008 y 2012 y que en poco más de una década de historia ya subió a escenarios de Argentina y el mundo como líder o integrante de diversas agrupaciones de jazz, música brasileña y francesa, folklore, bolero y tango.

Según su punto de vista es bueno y sano que "las mujeres puedan expresarse de forma colectiva, decir lo que quieran. Hay niveles de desigualdad muy grande en todos los ámbitos aunque en mi micromundo artístico debo decir que eso se nota muy poco. En mi caso, trato con músicos y no es algo que me haya afectado. Pero soy consciente que es una lucha por todas".

La obra de Safo, en este caso, viene a remarcar algunas cuestiones que tienen directa relación con esta realidad contemporánea, aunque haya siglos de distancia. "Me gusta hacer este espectáculo desde la importancia poética, desde una libertad para todas nosotras. Vi un documental de la BBC hecho en Lesbos en donde la presentadora cuenta toda esta historia y destaca como una mujer se animó a decir todo lo que quiso… Como sembró algo tan potente, que llegó hasta nuestros días: lo profundo, lo carnal, pasiones, anhelos, pulsiones".

Su encuentro con los versos de Safo ocurrió en la trasnoche de un sábado, en una librería de la calle Corrientes. "Me llamó la atención un librito que tenía en la tapa una ilustración de Safo y unas mujeres danzando. Encontré la hermosa frase Yo te buscaba y llegaste y has refrescado mi alma que ardía de ausencia. Y me conquistó. Arranqué por pura intuición, le puse música a algunos versos, sin mayores pretensiones. Armé dos canciones, y las grabé en el disco Entre las fieras y los lirios. Y un día pensé que esto podría ser un espectáculo de muchas canciones".

"Se habla de ella en los libros de gramática, se la usa para ejemplificar y definir una oda, de su isla de origen y a partir de su obra surgió la palabra que más popularmente define una relación entre mujeres, pero ¿quién era?", plantea la autora y protagonista del unipersonal. "Sacerdotisa, dueña de una academia, animadora de eventos, amante, vampiresa comehombres, Platón la llamó la décima musa…. Una mujer de origen noble que lidió con los prejuicios de la época, en un momento en sus poemas debían ser transcriptos para trascender. Y que por su condición de mujer, no se lo hacía".

Pintura de Charles-August Mengin
Pintura de Charles-August Mengin

La curiosidad la llevó a encontrar, inclusive, un antecedente artístico argentino relacionado con la obra de Safo: una película dirigida por Carlos Hugo Christensen que data de 1943 titulada Safo, historia de una pasión, protagonizada por Mecha Ortiz, Roberto Escalada, Eduardo Cuitiño, Guillermo Battaglia y… Mirtha Legrand. "Un fragmento está incluido en el espectáculo. En la película ella es una vampiresa comehombres. Cada vez que aparece, una morocha con aire de misterio, lo hace entre telas de arañas como si fuera la encarnación de la femme fatale. En contraposición a Mirtha, que es rubia y mucho más inocente".

Para Horovitz es una idea extendida en la historia del arte, Safo como mujer fatal, de fuerte personalidad, incontrolable para los hombres. "Hay una pintura de Charles-August Mengin, del siglo XVIII, en donde aparece arrojándose al vacío con los pechos al aire. Para mí, una forma de señalar que todas las mujeres con estos impulsos, podían terminar así…".

*El dulce amargo, canciones de Safo, en el Extranjero Teatro -Valentín Gómez 3378-, sábados a las 22.30.

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