Mi amiga Ana López dice que las vacaciones empiezan en el momento en que pensás qué libros te vas a llevar. Y aunque uno no se vaya a ningún lado, hay una lista de libros para el verano enmarcada en la ilusión de que es una época con tiempo disponible. Los días son más largos y existe la promesa de que vamos a alcanzar leer (y a hacer) todo lo que la vorágine del año no nos permitió. También es un momento en el que la lectura tiene más posibilidades de ser compartida. La idea es que suceda el encuentro con los libros: solos, con otros, en familia, con amigos. Y como soñar no cuesta nada, el deseo es que las escenas lectoras se multipliquen ad infinitum.
Comenzamos con uno que nos propone palabras y juego
De la cabeza a los pies
¿Jugaron alguna vez a la "batalla del movimiento"? En este libro los trazos y los colores de Carle brindan la propuesta de un encuentro con distintos animales.
El autor pinta a mano papeles creando sus propias texturas y paleta de colores, y luego los corta para crear sus ilustraciones. Vive en Northampton, MA, donde tiene su Museo de Libros Ilustrados.
"Soy un gato y arqueo la espalda. ¿Puedes hacerlo tú también?"
Para invitar a los más pequeños a leer, a mirar, a moverse y a disfrutar de la palabra en el cuerpo.
Seguimos entre colores y silencios
Sucedió en colores
La génesis de este libro, cuenta Liliana, viene de un juego de adivinanzas en verso que compartía con su papá cuando era chica. Casi como el veo veo (juego que está muy bien tener en mente especialmente en caso de viajes largos) pero distinto…
¿Cuántas variedades de blanco ven los esquimales? De cada color, una historia, con el cuidado y trabajo poético que la autora sabe hacer: el diablo que se enamora, en rojo; el abuelo esquimal que cuenta, en blanco; las siestas agridulces, en amarillo; el deshollinador y la misteriosa joven que lo busca, en negro…
Un libro que pareciera escrito para ser leído en voz alta. Aunque leerlo en silencio también es una aventura recomendable.
"Cualquiera que habite en un lugar donde las noches duran seis meses y no quiera morir de melancolía, debe tener un tesoro de cuentos. En aquella familia de esquimales, los cuentos eran cosa del abuelo." Libro para leer a los más chicos, pero también para los que leen solos.
En el silencio del bosque
¿Quién lee este libro silencioso? Es curioso que llamemos silenciosos a los libros sin palabras, porque… ¿son realmente silenciosos? "Narrar sin palabras es un arte que pone a prueba la elocuencia y la creatividad gráfica de dos lenguajes centrales y confluyentes en los libros-álbum: el de la ilustración y el de la edición", explica Cecilia Bajour.
La niña ilustrada en rojo vibrante pierde una pelota y se adentra en el bosque a buscarla. En el silencio ocurren muchas cosas. Colores plenos, un oso, un pájaro y encontrarnos con que no todo es como creemos. La historia, en la historia, en la historia. Mirar con niños, niñas y jóvenes este tipo de libros es una experiencia recomendable. ¿Qué pasará cuando la niña tenga que salir del bosque?
Consejo: Disponer de tiempo para detenerse, yendo y viniendo sobre las imágenes.
Otra niña en un bosque, pero esta vez, de palabras
Una niña hecha de libros
Esta obra es fruto del trabajo conjunto de Oliver Jeffers y Sam Winston. Un libro que cuenta una historia, pero además abre a miles de otras: Alicia, Gulliver, Peter Pan… Está hecho de fragmentos que, con los tiempos distendidos, podemos buscar, contar, leer y volver a leer. Galeano decía: "Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias".
Es este un libro mediador, por un lado está la niña experta que, atravesando todas sus lecturas, invita a su amigo (que parece necesitar una guía) a viajar con ella. Los autores se basaron en los libros que habían leído en su niñez y adolescencia. Es una invitación a que cada lector pueda encontrar su propio camino.
"Nuestra casa es un hogar de ilusiones donde todos pueden entrar. Porque la imaginación no tiene límites."
Y para continuar con la imaginación, qué mejor que volar
¡A volar!
Este libro tiene muchas propuestas de lectura para los más pequeños. ¿Se animan a volar? "Los tres amigos decidieron que aquel fin de semana, cada uno a su manera, trataría de volar. El lunes se contarían lo que habían logrado". A partir de allí, todos los vuelos son posibles. Con ilustraciones cargadas de detalles y color, el libro convoca a detenerse en cada página. Se puede compartir la historia mostrando las imágenes, ya que el texto está todo junto en la solapa final. Su formato cartoné y su diseño permiten la manipulación y el juego. Un detalle muy tierno: muchas veces el libro es más grande que quienes lo leen…
De la imaginación al sueño, nada como irse a dormir con un cuento
Palabras para la noche. Instrucciones para un buen dormir
¿Qué secretos guardará la oscuridad de la noche? Un libro para leer al terminar el día.
Texto e ilustraciones nos invitan a "activar la trampa para atrapar pesadillas. Cerrar los dos párpados a la vez. Y pensar en una palabra-sueño deliciosa". Qué lindo acompañar a dormir con juego y lectura, ¿no? Este libro nos lleva de la mano de las ilustraciones y sus personajes coloridos y expresivos a encontrar palabras-sueño que arrullen. Palabras-sueño transantlánticas, salvajes, veloces, misteriosas, encantadas. Desde la vigilia nocturna hasta la mañana, esta historia para disfrutar al borde de la cama.
Continuamos con tres historias donde las relaciones son protagonistas
Me enamoré de una vegetariana
– No entiendo, ¿el amor es como andar sin lentes?
– Como andar con lentes 3D, ¿no?
– Yo qué sé.
– Algo sobresale, se te viene encima, algo así, ¿no?
– No sé.
– ¿No?
– Te digo que no. ¿Cómo te das cuenta cuando te enamorás?
Mi mamá dice que se-sa-be. Que es una urgencia, una felicidad, un miedo, un llanto feliz plantado en el pecho, algo de eso, o todo junto. Eso fue para ella por lo menos. ¿Yo nunca?"
¿Cómo se definirían si tuviesen que hacerlo con una sola palabra? Vegetariana, dice Aldana que, recién llegada al país, acaba de empezar la escuela en pleno septiembre. Normal dice Martina. Aldana vino de Barcelona y lo que único que quiere es volver allí con su novio Elías, sus amigas, a "su lugar". Martina la quiere ayudar a juntar plata para que lo logre, pero el amor se interpone y cambia el tablero. La escuela, las vacaciones, las amigas, la militancia, la familia, la adolescencia componen esta hermosa historia de iniciación.
Celebro que los lectores y lectoras jóvenes tengan lugares nuevos en donde encontrarse desde la literatura. Esta novela en la colección Zona Libre es la primera dentro la LIJ argentina que cuenta una historia de amor entre dos chicas. Y coincido con la autora cuando dice: "escribir una novela de amor lésbico feliz es político".
Pingüinos
Los protagonistas de esta historia son dos pingüinos, Jonathan-Catorce y Margarita. Dos personajes a la deriva sobre un pedazo de hielo que se desprendió del Gran hielo. Vargas es un valiente. ¿Escribe una novela cuyos protagonistas están encerrados al aire libre en el océano inmenso y solo conversan? Sí. Eso hizo. Humor, conversación y reminiscencias a grandes libros como Diario de Adán y Eva, de Mark Twain, Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Que los personajes sean dos pingüinos, es lo de menos. El relato recorre varios temas fundamentales de la vida: el amor, el exilio, la existencia de un Dios, el nombre, la convivencia, la muerte, la amistad. La historia te mantiene en vilo incluso cuando querés sacudir a Jonathan (Catorce), que todo lo explica. Recomendado para jóvenes lectores.
Si tuviera que escribirte
Después de describirme todo lo que pasa afuera de tu casa, exclamás sorprendido:
¡Qué raros somos, ya nadie escribe cartas!
Es cierto, pienso.
Somos dos y estamos fuera del tiempo.
¿Hace mucho que no escriben una carta? ¿Escribieron alguna vez una? ¿A quiénes le escribirían si pudieran hacerlo? Este libro es poesía en dos lenguajes. Surge inspirado en un intercambio epistolar entre dos personas, si bien vemos sólo una de las partes. Además del disfrute de leerlas, estas cartas generan ganas de escribir. Es un libro sobre la intimidad. Esa intimidad con uno mismo que sucede cuando escribimos para otros. El mundo que se crea cuando nos relacionamos por escrito. Cada poema revela partes de ese vínculo, tan distinto a otros modos de comunicarse. El trabajo de Cecilia, a través de fotos de composiciones con objetos pequeños; crea un clima en el que el lector queda envuelto.
Al final del libro encontramos en la solapa un sobre con un papel de carta, invitación concreta a ponerse manos a la obra.
Y por último, uno de ciencia ficción que no es novedad
La ciudad de las nubes
Eduardo es uno de los más exquisitos escritores de LIJ argentina, sin lugar a dudas. Para los amantes de la ciencia ficción, estos cuentos están especialmente dedicados.
"Las provisiones podrán terminarse, y la verdad es que nos faltan cosas peores que el dulce de cereza. Pero hay tantos relatos sobre el fin del mundo que podríamos seguir reuniéndonos para contarlos una vez por mes durante quinientos años, sin repetir ninguno. Y lo más gracioso es que todos son falsos". (La tertulia del fin del mundo)
El libro contiene doce relatos breves y contundentes donde aparecen los tópicos clásicos del género: la máquina del tiempo, viajes espaciales, el ciberpunk, robots, llamados del más allá, visita de seres de otros planetas, la vida en universos paralelos.
"La buena lectura es la que genera preguntas, no la que da respuestas predigeridas", afirma Istvansch en su libro La otra lectura. Con esta idea como brújula queda conformada la mesa de enero, a la que son bienvenidos. Pasen, y sírvanse.
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