Matías Duville, dibujante, escultor y artista visual consagrado desde hace años en el mundo de las artes, presentó su exposición "Romance Atómico" a gran escala, la cual fusionó una vez más con irrefrenable amor por la música, dos artes unidos con un mismo fin creativo. El 18 de noviembre realizó la presentación de su último vinilo Cabomba -en el Barro Arte Contemporáneo, donde se encuentra activa su muestra hasta el 16 de diciembre-. Entre esculturas que reflejan un paisaje desolado pero a su vez cargadas de misterio, los acordes de Centolla Society -banda reconocida a nivel internacional que Matías tiene junto a su hermano Pablo Duville- vistió la galería donde se exponen sus obras.
Cuando se ingresa a la exposición en la galería de arte de La Boca, resulta imposible no adentrarse en las cinco enormes y pesadas piezas escultóricas. Con una presencia fría, parecen absorber toda la atención en la sala. Su textura, color y forma las hacen únicas. Meteoritos y ostras marinas inspiran esta muestra que sumerge al visitante en las profundidades de las esculturas reales y contundentes. Siguiendo el concepto de oscuridad y extrañeza el artista propone el ingreso a un mundo paralelo. Sin embargo, lejos de ser sombrío, los sonidos y la calidez lumínica envuelven al público para poder sentir su verdadera interpretación en contacto directo con la obra.
En 2016 este transgresor artista fue invitado por el MoMA de Nueva York a ser parte de un proyecto conocido como "The Valise Project". Junto al escritor argentino César Aira, fueron los únicos argentinos convocados al evento. Fue allí donde decidió incluir música en su obra y nació "Cabomba", el último éxito de la banda. Su disco se convirtió en música incidental para esta exposición. Partes de este nuevo vinilo hoy decoran, dan vida y liviandad a las esculturas que forman parte de "Romance Atómico".
"Empecé a incorporar la idea de sumar sonido y música bajo un concepto más simple como es el de soundtracks, con algunas escenas y prints que había hecho. Luego mutó de manera solitaria en algo más interesante, en la noción de música como una especie de nuevo componente, un material que rodeaba estas escenas previstas; como si fuese la música tomada como 'nuevo elemento'. Toda la muestra funciona como una máquina, como una especie de sistema con muchas variables. Termina tratando de llevar la mente hacia diferentes lugares", relató a Infobae, durante el recorrido por su impactante muestra artística, Matías Duville.
Como un crustáceo marino que habita en las profundidades de las aguas frías del océano sur y tiene múltiples patas, Centolla Society es el caparazón de varios proyectos que pueden entenderse como la mutación de esa criatura. Algunos de estos experimentos sonoros y visuales son su último ejemplar musical. Entendida como una sociedad que une todo, la banda de los hermanos Duville muta constantemente y se despliega entre el sonido surf, la psicodelia, el new wave y lo insondable.
"Si yo pudiese ponerlo en un dibujo, mi trabajo visual es muy topográfico y Centolla Society sería como una especie de elemento aéreo. Un material que uno lo agarra, lo deja y puede mirarlo de manera optativa. Mi música es un proyecto paralelo que tomo muchas veces y otras no. En Romance Atómico necesitaba la liviandad y la dinámica del sonido, por lo tanto su incorporación funcionó como una cinta transportadora que te lleva a otra dimensión", agregó el artista.
Oriundo de una familia de clase media de la ciudad de Quilmes, Matías describe su infancia como parte de su inspiración artística de adulto. En una casa donde su padre era biólogo e ingeniero químico, el caos de la ciencia envolvía cada rincón de su contexto hogareño. Laboratorios y estanques con peces de diferentes especies formaron parte de la inspiración de este gran artista experimental contemporáneo. Con los años se mudaron a la ciudad de Mar del Plata e incursionaron en el arte de la serigrafía, que fue parte del oficio familiar durante un largo período.
"La idea de mezclar y generar diferentes climas viene en parte de aquella época. Cuando comenzamos a estar en la playa nos sentíamos una especie de 'bichos raros' que venían de la ciudad en un contexto social en el que, al principio, no nos podíamos sentir parte. Los dibujos y manifestaciones artísticas que iniciaron en este período tienen que ver un poco con este contexto. Fue en aquel momento en el que incursioné en la serigrafía, con la idea de generar una especie de cóctel gigante que derivó en diferentes facetas artísticas", reflexionó junto a Infobae mientras recorría gran parte de sus primeras obras expuestas en el museo.
La relación entre el artista y su curadora francesa Anissa Touati significó todo un proceso en conjunto que derivó en la innovadora exposición. Los roles de ambos se ensamblaron en una especie de "enamoramiento" que creció en simultáneo, sin poder ser frenado, casi como si fuera un romance que explota a nivel atómico -como el nombre de la exposición bien lo indica-. Su trabajo concluyó en una propuesta que ni los artistas ni las piezas pueden vivir plenamente uno sin el otro. Todo su arte se relaciona de manera vinculante. Centolla Society parte también de la unión de dos hermanos que se expanden a través del sonido, sin frenos ni parámetros preestablecidos sino, simplemente, con el deseo máximo de sentimientos y expresión.
"Tardamos junto a la curadora aproximadamente un año en poder concluir las obras. Creo que el proceso puede definirse en un momento determinado en el que comienza todo y luego concluye en una especie de secuencia, de dominó, imposible de frenar. Se trata de algo que uno pone en funcionamiento y va solo. Con los curadores de obra es interesante poder aprender a manejar la energía de los involucrados en el proceso, a través del diálogo y la conexión. Otra cuestión interesante es ver ciertos aspectos de la obra en los que uno no sabe bien de quién fue realmente la idea inicial, pero que fluye de manera constante y en equipo. La música también tiene mucho de esto, poder manejar la energía de cada uno de los integrantes es vital para el resultado final", concluyó Matías en relación al proceso de su obra y su faceta musical.
* "Romance atómico" de Matías Duville
Barro Arte Contemporáneo – Caboto 531 – La Boca – CABA
Curadora invitada: Anissa Touati
Diseño Sonoro: Centolla Society
Hasta el 16 de diciembre – Entrada libre y gratuita
De martes a viernes de 12hs. a 18hs.
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