Por Eugenia Tarzibachi
El detrás de la escena de este libro comenzó hace 26 años, cuando tenía 12. Digo esto porque el libro se abre con mi experiencia personal en torno a la primera menstruación, una experiencia que me golpeó y sobre la cual tuve reflexiones muy profundas, en mucha soledad, siendo muy pequeña.
Elegí ese modo de iniciar el libro no sólo para dar cuenta de algo frecuentemente omitido que es la implicación personal que tenemos quienes hacemos una investigación con un tema de trabajo que nos hace particularmente sensibles a él. También quise así abrir paso, desde una historia vivida, a los hallazgos transnacionales que releva el libro sobre un modo de significar los cuerpos que menstrúan. Asimismo, es un gesto político en tanto recorta la importancia de que trabajemos concienzuda y críticamente sobre cómo transmitimos cuestiones relativas a los cambios puberales a las nuevas generaciones y, en particular, algo tan importante como qué es la menstruación antes de que ésta ocurra. En eso estoy trabajando ahora, mi próximo libro será un libro para niños y niñas. Y si algo maravilloso veo que está permitiendo el libro es que cada quien piense qué le pasa con esto que no es más que sangre y es mucho más que eso. Y no sólo mujeres.
Pero enfocando cada vez más la trastienda del libro: tuvo un inicio muy claro desde la concepción de una idea concreta luego de la defensa en 2015 de una tesis doctoral que me llevó años de mi vida y horas (muchas horas) de lectura, exploración de fuentes y revisión de archivos. También viajes autofinanciados a los Estados Unidos, lo que supuso grandes restricciones, sacrificios económicos. La Biblioteca del Congreso de Washington DC fue un tesoro de recursos y allí pasó algo increíble para mí. Al igual que los años de trabajo en la Biblioteca Nacional Argentina, donde foto reproduje una por una las publicidades de toallas y tampones mirando revista por revista desde fines del 20' hasta fines del 80', yo pensaba que nadie me veía. Pero en la Biblioteca del Congreso, las referencistas de las áreas de Women´s and LGBT Studies así como Estudios Hispánicos no sólo me ofrecieron una ayuda y un acceso a discusiones académicas que difícilmente hubiese encontrado. Ellas atestiguaron de tal modo mi apasionado e incansable trabajo que, en 2016, me invitaron a presentar oficialmente los hallazgos de mi tesis una vez doctorada.
En ese viaje cerré un contrato con la editorial que originalmente publicaría el libro. En 2016, había empezado a buscar editoriales. La primera que contacté, me rechazó. La segunda, lo aceptó después de un largo proceso de negociación del índice. Trabajé con Emilce Paz, alguien que además de ser mi primera editora, es una persona tan maravillosa que se convirtió en una amiga entrañable. Fue experiencia maravillosa durante meses, hasta que una serie de dificultades institucionales se suscitaron para la editorial y atravesaron la posibilidad de publicarlo. Fue un momento de desasosiego. En ese momento conocí a Roberto Montes, editor de Penguin Random House. No tengo más que elogios y palabras de agradecimiento. Interesado por mi obra, Roberto catalizó un proceso "fordista" como él lo llama, con un grupo de trabajo profesional, impecable. En tres meses, el libro estuvo en la calle.
Y quiero contarles algo más. Cuando decidí investigar sobre la menstruación, venía trabajando en el campo de la salud sexual y reproductiva y la educación sexual integral. Me llamaba profundamente la atención que no se abordara la menstruación, ni en la investigación social ni en las políticas públicas. Pero esa ausencia era natural. Cuando la señalaba, me hacían sentir que era una nimiedad. Esta es una parte importante la trastienda porque contiene un aprendizaje: a veces, sólo hay que seguir adelante con ideas que a la mayoría de las personas les parecen una tontería.
Cuando decidí empezar a trabajar este tema en 2009, había poco y nada investigado en Argentina. Cuando contaba en qué trabajaba, a primera vista, a la mayoría le parecía una pavada, un tema menor y un asco. La subestimación o la burla fueron moneda corriente durante todos esos años de trabajo. Y seguí a pesar de todo, con el doble esfuerzo de hacer oídos sordos a las críticas y de no tener casi nada desde lo local para retomar y relanzar la investigación. Aquí está el libro, un libro que claramente abre un campo de investigación y de políticas públicas, y busca sobre todo detenernos a pensar para que podamos hacer algo diferente. Un libro que tiene una historia larga detrás, de sensibilidades singulares, de apuestas a pesar de ir a contra-corriente en varios sentidos.
El libro y este detrás de escena son un modo de ponerles palabras a muchos años de un trabajo incansable, silencioso, esforzado y apasionado por tratar de entender un fenómeno social y transnacional que tiñó mi experiencia personal y la de muchísimas otras personas como yo.
Así que no puedo más que estar agradecida porque mi tesis doctoral no quede arropada como la mayoría de ellas en la biblioteca de una facultad. Finalmente, muy agradecida a algo hermoso como es la vivencia de la pérdida de control que tenemos sobre lo producido, cuando ese texto circula, cuando las personas se apropian de él. Espontáneamente lectoras y lectores (¡muchos varones se han sumado!) van mandándome sus fotos con este libro que está teniendo una hermosa e inusitada repercusión. Así que me despido invitándolos/as a seguir mandándome sus fotos con el libro para seguir haciendo crecer el álbum #cosademujeres.
*Para enviar comentarios o fotos vinculados con el libro, escribir a
cosademujeres.menstruacion@gmail.com
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