"Hola Mar del Plata, soy James Franco. Gracias por venir a ver mi nueva película The disaster artist. En esta historia seguimos la vida real del director, productor y actor Tommy Wiseau, mientras lucha por producir y estrena su film de culto The room. ¿Por qué filmé esta historia? Porque no podía no hacerlo".
Así, desde un video filmado para este Festival, James Franco saluda al público que colma la sala en cada una de las proyecciones de la película. La película presentada aquí, está inspirada en The room, flim producido en 2003 por el extravagante Wiseau. Considerada la peor película del mundo, se ha convertido en una obra de culto. Franco, quien además de dirigir asume el rol protagónico, se basa antes en el reverso del sueño americano de la amistad y el sueño, que en una mirada burlona sobre el personaje. A partir de la particular –y entrañable- amistad con Mark, la historia cuenta cómo llega Wiseau a escribir, producir, dirigir e interpretar un largometraje, y de cómo fue el delirante rodaje. Dueño de una fortuna cuyo origen se desconoce, el pésimo actor que era Tommy, decide llevar a cabo su propio proyecto sin idea de cómo hacer cine. El trabajo de Franco resulta en una comedia absolutamente hilarante, al tiempo que muy afectuosa hacia Wiseau, y para la historia de los sueños de artistas que pueblan los contornos de la industria del espectáculo.
República Dominicana: una cinematografía emergente
Sin dudas uno de los hechos más interesantes que se observan en este momento en el cine mundial es la presencia del cine del Caribe. Costa Rica, República Dominicana, Panamá, incluso Haití y Puerto Rico (que está presente en este Festival con una película en la competencia internacional), son cinematografías que crecen en producción y riesgo estético.
La embajada de la República Dominicana en Argentina acompañó en Mar del Plata la presentación del film Cocote, de Nelson Carlo de los Santos Arias, como forma de aportar al conocimiento de la incipiente industria del cine del país. Infobae conversó con el embajador dominicano en Argentina, Luis Arias, quien habló del crecimiento del cine en su país.
"Hace cerca de una década el entonces presidente, Leonel Fernández, hizo grandes esfuerzos por integrar el cine como una de las estrategias de desarrollo del país, tanto en lo cultural, obviamente, pero también para que se desarrollen mecanismos que generen recursos para que esa propia industria pueda continuar su crecimiento. Ha sido una experiencia exitosa que los cineastas y productores han reconocido y han apoyado. Eso ha dado un vuelco a la situación del cine. En la República Dominicana se está empezando a hacer muy buen cine y es el resultado de esos esfuerzos", afirmó el embajador Arias.
Cocote, como otras películas del cine dominicano, buscan en los límites entre la ficción y el documental un modo de contar una realidad de desigualdad, de hibridización cultural y de identidades diversas. Alberto trabaja como jardinero en una casa de la clase alta de Santo Domingo. Viaja a su pueblo natal al enterarse de la muerte de su padre. Allí se enfrenta con dos situaciones. Él, que se ha convertido al cristianismo, discute con sus hermanas y madre sobre los ritos funerarios, que ellas traen desde las tradiciones yorubas. A su vez, como el padre ha sido asesinado, ellas le exigen que, como hombre de la familia, cargue contra el asesino. El mandato de venganza se opone a su fe. La tensión alrededor de Dios, el deber, los rituales y la muerte, son atravesados por el ejercicio del poder real en una sociedad profundamente desigual. De los Santos Arias lleva al máximo la tensión ritual y familiar en cada escena. Con un particular riesgo visual trabaja los tiempos internos y los espacios de la comunidad. La película se convierte en un relato complejo sobre la construcción de las identidades y las relaciones entre los distintos sectores que conviven en el país.
Una polémica de película
Invitado por el Festival de Cine, el artista Marcos López realizó una instalación frente a la rambla que ha despertado una fuerte polémica. La obra es una intervención en uno de los tradicionales Lobos de mar marplatenses. López comentó "los directores del Festival de Cine me invitaron a hacer una intervención para que dialogue con el Festival, y sobre todo que dialogue con la ciudad de Mar del Plata. A mí como artista me interesa la cultura popular y la obviedad discursiva, es como un homenaje al Lobo, en diálogo amistoso con el pato inflable".
Marcos López es un artista visual reconocido internacionalmente, que ha incursionado en las artes plásticas, la fotografía y el cine (con el documental Ramón Ayala). Gran parte de su obra recorre la apropiación de la iconografía popular, para intervenirla, exasperarla y atravesarla con su particular mirada. En esta labor desarticula el anclaje tradicional para (re)crear una iconografía pop. Este tipo de intervenciones pueden derivar en una transgresión, que interpele a esa tradición desde una mirada crítica, o en una falsificación, que sea pura gestualidad y no aporte sino una sensación de burla sobre la cultura popular.
La polémica, sustentada por el rechazo expresado fundamentalmente en redes sociales, recoge las reacciones que son más agresivas que críticas. No parece haberse instalado ninguna discusión sobre la obra (ni manifestado interés) en los medios especializados. El arte popular, las intervenciones callejeras y la apropiación de símbolos y espacios tradicionales son, con justicia, sometidos al escrutinio de los paseantes. Por allí vinieron las primeras reacciones. Tal vez en los próximos días haya lugar para otras opiniones y el debate se reabra. Nosotros estaremos en Mar del Plata para seguir atentos si es que esto ocurre.
Los imperdibles del miércoles 22
Este miércoles se presentará en el marco de la competencia internacional A fábrica de nada, una de las películas que recomendó a Infobae el vicepresidente del INCAA, Juan Fernando Lima. En la misma sección se destaca Wajib, la película palestina que da cuenta de la reconstrucción de la relación entre un padre y su hijo, que regresa del extranjero. También se espera la presentación de El origen de la tristeza, película nacional basada en la novela de Pablo Ramos, primera de la trilogía de este autor que se completa con La ley de la ferocidad y En cinco minutos levántate María.
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