La Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur, más conocida como Bienalsur, es un evento multitudinario y transnacional, una propuesta originada en la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF) en diálogo con otras universidades. Se da de forma simultánea en 16 países y 32 ciudades y participan más de 350 artistas y curadores. En cada uno de esos espacios es posible, a través de internet, "espiar" qué ocurre en otras sedes de la bienal. Su objetivo es claro: pensar el arte con una funcionalidad de integración, que las expresiones estéticas posibiliten el acercamiento de comunidades diversas. Entre todas las actividades, hay dos muestras que acaban de inaugurarse y requieren singular interés.
iTurn: ventanas que nos conectan con otras geografías/i
En Lima, al igual que en Buenos Aires en el MUNTREF Museo de Artes Visuales de Caseros, se expone el proyecto Turn. Está dirigido por el artista y curador japonés Katsuhiko Hibino, en el Centro Cultural de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP) y desde ambos lugares se puede interactuar con Tokio a través de las "ventanas" que conectan las diferentes sedes de la Bienal.
Originalmente se pensó para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Tokio 2020, sin embargo ya comenzó a funcionar y a interactuar con las diversas audiencias interconectadas. Fueron varios artistas los que trabajon en este proyecto, que incluyó un largo proceso de investigación y workshops con distintas comunidades de niños y adultos en situaciones de riesgo, personas con capacidades diferentes, adultos mayores y personas con problemas de adicciones.
iHawapi/i: un ideal de convivencia pacífica
Por otro lado, está Hawapi, una muestra en dos lugares en simultáneo: la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, Perú, y la Sala Juan de Saavedra en la ciudad chilena de Valparaíso. ¿De qué se trata? Artistas de Perú, Chile, Estados Unidos, Bolivia e Israel reflexionan con metáforas y formas visuales sobre el sentido de las identidades nacionales y el chauvinismo. El eje curatorial está en Arte en las Fronteras: arte contemporáneo que busca el acercamiento de los pueblos y visualizar un ideal de convivencia pacífica entre las naciones. Los curadores son Maxim Holland de Perú y los chilenos Ana María Saavedra y Luis Enrique Alarcón.
Bienalsur tiene muchas muestras desperdigadas por las diferentes geografías donde ha llegado. Ejercicios de memoria, con curaduría de los argentinos Andrés Denegri y Gabriela Golder; Gestos Cotidianos, bajo curaduría de Diana Wechsler; el proyecto ¿Qué hacer?, curado por Justo Pastor Mellado; Haití, la muestra de los argentinos Tomás Espina y Pablo García, curada por Roberto Amigo; la propuesta Museo abandonado, del argentino Diego Bianchi; Escrituras de luz de Regina Silveira, Graciela Sacco, León Ferrari y Bernardí Roig; Resonancias visuales, curada por la italiana Benedetta Casini; Le la tour du monde, del artista malgache Joel Andrianomearisoa; las videoinstalaciones Humus y luz, de la argentina Teresa Pereda; y Tribute de Mireille Kassar-Maratona de video-arte, del israelí Amos Gitai.
Y aún quedan muchas cosas por venir. Por ejemplo, en noviembre llega a Santiago de Chile La imagen que desborda: viaje, diario y videoarte, una mirada actual sobre una selección de videos del Archivo Gallet.
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