Tobías Wainhaus y sus pequeñas criaturas paisajísticas

Por Eduardo Stupía

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Una muestra que mezcla magnitudes, sonoridades y silencios, pero también gracia, equilibrio y honestidad: se trata de dibujos y pinturas que abordan el paisaje como tema central. ¿Cuál es el placer puro de la pintura? Un viaje hacia las ponderaciones estéticas de Wainhaus.

Tobías Wainhaus
Tobías Wainhaus

Es notable cómo las asociaciones que inmediatamente impone la idea de intemperie se tiñen de la atmósfera tenue y el clima de elegía colorista de cámara que propone Tobías Wainhaus en sus grafitos, lápices y acuarelas, y en sus óleos sobre tela y madera, respectivamente. El carácter de apunte etéreo, palpable en las piezas más delicadas, junto a la vibración densa y molecular de las más frondosas, parecen conferir otro matiz a la palabra. Pero, además, el artista ha querido llevarnos a una reflexión mixta, donde intemperie puede aludir a la práctica de la pintura al aire libre, sin el amparo del estudio o de ámbito alguno, y también a un cierto estado de vulnerabilidad e incertidumbre que, más allá de circunstancias de locación o geografía, podría suponerse inherente a la acción misma de pintar.  

Tobías Wainhaus
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Así es como Wainhaus alterna con una enorme, envidiable naturalidad, el trazo leve, íntimo, apenas delineado, con la pincelada firme, rigurosa y energética, y logra que una inspirada sutileza, con un sustrato férreo, sea la marca anímica y técnica de todo el conjunto. Apela a los modos más canónicos del dibujo y la acuarela para enhebrar con elegancia esos paisajes compuestos según una mandataria esfera, casi un plano lenticular que refleja, transparenta y proyecta los territorios referenciales, y a la vez inventados, del cielo y del mundo. Al mismo tiempo, como una disimulada cita alegórica del globo terráqueo, esa insistente estructura circular incluye aquí y allá presuntas sombras, contornos y follajes que quieren sugerirse también como continentes, en una resolución que tiene tanto de ícono o emblema universal como de subjetiva improvisación lírica.

Tobías Wainhaus
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Tobías Wainhaus
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Con un equivalente grado de atención sensitiva para el empleo del óleo, Wainhaus cambia el timing y se vuelca a un ímpetu de soltura más eléctrica, para que el entretejido de pinceladas constituya la escena, tanto en grandes como en medianas dimensiones, con afinidades compatibles con el dogma impresionista, aunque cargadas de una tensión áspera que desborda cualquier sospecha de academicismo.

Tobías Wainhaus
Tobías Wainhaus
Tobías Wainhaus
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El artista pinta en evidente sintonía con su concepción general y su asunto pero con suficiente disparidad de rasgos y derivas gráficas como para no acomodarse del todo en las galas establecidas del espacio. Hay un vaivén permanente entre la pura confluencia de espesas manchas y borbotones y la aparición de aportes más reconocibles, y las perspectivas y profundidades surgen tanto de la imbricación superpuesta de intensos pasajes de amalgama matérica, como del contraste entre el soporte desnudo y la superficie pintada. De repente, aquella sensación de estar presenciando esbozos y ensayos au plein air se revela como un efecto artificial que predomina por sobre toda otra opción verosimilista, lo cual agrega a la cuestión de la intemperie un nuevo factor, esta vez de ficción y de espectáculo.

Tobías Wainhaus
Tobías Wainhaus

La serie producida en formatos de 60 x 60 centímetros exhibe un peculiar viraje en relación a la tónica del resto. Sobre un plano homogéneo de color, un salpicado aparentemente casual pero estrictamente deliberado de escasos golpes de pincel parece haber sido congelado en su movimiento centrípeto, mientras otras marcas ya han conformado allí, como limaduras de hierro atraídas a un eje magnético, el núcleo de la pieza. La idea seduce no sólo por la eficacia en la realización sino por lo que implica de hipótesis física acerca de la construcción de un cuadro, como si fuéramos testigos al mismo tiempo de la fecundación embrionaria y del nacimiento de la pequeña criatura paisajística. Toda una declaración de principios –y de conclusiones- que de algún modo permite inferir cual son las ponderaciones estéticas que Wainhaus cobija en su trabajo, con qué discreción maneja las magnitudes, sonoridades y silencios, y con qué gracia, equilibrio y honestidad se mueve entre la idea, la expresión, la metáfora y el puro placer de la pintura.

 

"Intemperie" de Tobías Wainhaus
Desde el 3 de octubre hasta el 21 de 11 a 18 horas
Inauguración oficial: sábado 7 a las 18 horas
Galería Buenos Aires Sur
Bolívar 1268 – CABA

 

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