Con altas y cumplidas expectativas, Zama, de Lucrecia Martel, se estrenó fuera de concurso en el Festival de Venecia el día de ayer: 30 de agosto. Luego de nueve años de ausencia, la cineasta argentina lanzó su última película —que se proyectará en todas las salas del país a partir del 28 de septiembre— basada en la novela homónima del escritor mendocino Antonio Di Benedetto, fallecido hace 29 años. Zama es una de las más grandes obras de la literatura argentina, favorita de autores locales como Juan José Saer y extranjeros como el Nobel sudafricano J. M. Coetzee, quien escribió meses atrás un artículo entusiasta sobre esta novela.
Pero, ¿de qué habla la película? Diego de Zama es un funcionario americano de la Corona española, estancado en un puesto de frontera en la ciudad de Asunción mientras espera la confirmación de su traslado a Buenos Aires. El marco de la historia es el siglo XVII y sus tiempos convulsionados. Bandidos, políticos, nativos, muchos son los actores que se entremezclan en esta trama donde el personaje principal decide que lo más importante, en medio de ese caos de violencia e injusticias, es sobrevivir. El gran tema es la espera, aunque es también el espejo de la violencia de la conquista y, mirada desde hoy, una historia de la violencia sobre los cuerpos de las mujeres.
Lucrecia Martel, nacida en Salta en 1966, se ganó el respeto del público y la crítica a partir de su la trascendencia de su obra. Se trata de tres películas: La Ciénaga de 2001, La niña santa de 2004 y La mujer sin cabeza de 2007. La cuarta, Zama, que iba a salir en 2016 pero que finalmente retrasó su estreno, llega para catapultarla como una de las cineastas argentinas más importantes de la actualidad, una opinión con la que coinciden varios actores del circuito internacional de legitimación.
El elenco de Zama está formado por los españoles Daniel Giménez Cacho —protagonista— y Lola Dueñas, el brasileño Matheus Nachtergaele y los argentinos Juan Minujín, Rafael Spregelburd, Nahuel Cano y Daniel Veronese.
La película de Martel no sólo está siendo estrenada y elogiada en Venecia, sino que también participará por estos días del Festival de Nueva York y del Festival de Toronto. Por ahora, la respuesta de la crítica ha sido efusiva: las expectativas se superaron con creces, todos destacan la extraordinaria belleza y el perfil estético de la película y las cualidades notables de su directora. "Llegó a Venecia como si volara desde otro mundo", dijo Xan Brooks en The Guardian evocando la disrupción del film. Desde el sitio español Fotogramas, aseguraron que se trata de una "obra maestra" ya que es "un clásico instantáneo que se coloca entre lo mejor del cine de los últimos años".
Hasta ahora la prensa especializada supo destacar esta película como una de las grandes joyas del año. La crítica acompaña, falta el veredicto del público. ¿Estamos frente al film del año? Habrá que esperar unas semanas. El estreno ya está por llegar.
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