Antonio Malpica: “Cuando un niño lee está trabajando en su mente la semilla de la resistencia”

El escritor mexicano, célebre entre los niños y jóvenes, asistió por primera vez al Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura y, en un intervalo de las actividades, habló con Infobae. “Poco a poco iremos recuperando esos terrenos que nos están arrancando las pantallas. O bien apropiarnos los autores de las pantallas”, comentó

Antonio Malpica (Foto: Cultura Hidalgo)

Resistencia, Chaco. Enviado especial.- Cuando llegó el turno de que hable Antonio Malpica en el 22° Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, nadie esperaba que sucediera lo que finalmente sucedió. Fue el viernes 18 de agosto cerca de las ocho de la noche, en el Centro de Convenciones en Resistencia cuando, en la mesa dedicada a las infancias latinoamericanas, le tocó cerrar. Ya habían dado sus ponencias Mario Méndez, Estela Smania, el mexicano Eduardo Langagne y la colombiana María Osorio. Natalia Porta López, coordinadora de la mesa, le cedió la palabra y lo que hizo —a diferencia de lo que esperaba la audiencia— fue leer un relato escrito especialmente para el foro. Pidió otro micrófono y lo puso junto a su celular. "Esto va a tener efectos especiales", anticipó, y empezó a leer un texto presuntamente biográfico de un niño que, cansado de las burlas de sus compañeros y de las presiones de la infancia, descubre la lectura en una biblioteca. Su teléfono hacía sonidos propicios como el tic-tac del reloj o el bullicio de niños del otro lado de una puerta o el sonido de unos violines. Ese niño, que descubre la lectura con un libro de aventuras de Emilio Salgari, se encuentra también con un universo infinito de posibilidades imaginarias. A partir de ese momento, su vida cambia para siempre. Cuando Malpica terminó de leer, los aplausos fueron unánimes y tardaron más de un minuto en acallarse.

"Me pareció que venía más al caso un relato más intimista que lo que suele darse en congresos. Se suele hablar de cifras, de impactos nacionales, estatales y qué se yo. Pensé que en mi caso convenía contar esa anécdota porque es una buena manera de mostrar lo que le puede suceder a un chico cualquiera", le dice este escritor a Infobae. Malpica nació en el DF mexicano un 8 de marzo de 1967 y escribió más de 40 novelas y obras teatrales tanto para adultos como para niños y jóvenes. Su producción es avasallante y, por ese motivo, también es una eminencia en el campo de la LIJ. iApocalipsis Island México, Margot. La pequeña historia de una casa en Alfa Centauri, #MásGordoElAmor /iy iSiete esqueletos decapitados/i son algunos de sus mejores libros. Pero como sucede con los grandes autores, la literatura no ocupa el 100% de su vida. Además de ser escritor, es Ingeniero en Sistemas y un excelente pianista. Pero ahora, en esta charla bajo un cielo despejado en la capital del Chaco, Malpica se refiere a la importancia de la lectura en la infancia, ese hecho que a él, como lo explicó en el relato leído, le cambió la vida: "Cuando le preguntaban a Mempo qué se podía hacer para resistir y él decía 'leer, leer y leer', creo es cierto pues se le suele restar importancia a la lectura porque se la trata como un acto pasivo. Como si alguien que estuviera leyendo estaría indefenso, inmóvil y sólo. En realidad está trabajando en su mente la semilla de esa resistencia".

Antonio Malpica en la Escuela Primaria 897 de Resistencia, Chaco.

Son muchos los intelectuales que diagnostican una sórdida imposibilidad en esta época: frente a las miles de pantallas que nos muestran un show del que nunca vamos a participar, leer un libro se presenta como una práctica en peligro de extinción. Desde luego que también están los optimistas, los esperanzados, los que resisten a asumir que el mundo está empeorando y nada se puede hacer al respecto. Malpica está en este segundo grupo. "Por supuesto cada día es más difícil encontrar un lector —dice mientras se acomoda sus anteojos ovalados—, aunque hay gente que, cuando está metida en su celular, de pronto podría estar leyendo. Yo soy lector de celular, traigo mis buenos libros allí. Pero también podría estar revisando Facebook u otras cosas, qué se yo. Sí, fomentar la lectura es difícil pero no imposible. Creo que se están haciendo esfuerzos. No sé cómo será en Argentina y en el resto de Latinoamérica, pero sí veo que en México se están haciendo buenos esfuerzos para que los chicos lean, y creo que está funcionado. Nosotros, los autores, hacemos lo que podemos: escribimos historias que se dejen leer."

3.500 personas asistieron al primer día del 22° Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura

"También vale la pena llamar la atención sobre el hecho de que en México sigue habiendo mucha pobreza y el libro sigue siendo un artículo de lujo en muchos sentidos. Entonces esa parte nos pesa y me atrevo a decir que es igual en América Latina. Ayer estuve en una escuela humilde de acá, de Chaco, y los chicos son chicos en todos lados. Me refiero a que los niños son idénticos en todos los países y en todos los estratos sociales. Eso a mí siempre me ha encantado. Pero hay chicos que tienen la mochila llena de libros y hay chicos que nunca han tenido un libro a su nombre, entonces tienen que recurrir a las bibliotecas o leer en línea. Pero creo que poco a poco iremos recuperando esos terrenos que nos están arrancando las pantallas. O bien apropiarnos los autores de las pantallas", dice y continúa: "Yo no tengo miedo de recomendar que mis libros se lean en digital porque a fin de cuentas también el llegar instantáneamente a un sitio es una de las grandes ventajas de la tecnología. Ayer mismo me preguntaban dónde se consiguen mis libros. Pues aquí mismo, con una conexión a internet. Yo no descarto eso y de hecho lo promuevo bastante. También en las escuelas humildes que de pronto hay una o dos tabletas y eso puede ser maravilloso: ahí está el universo entero y creo que vale la pena mencionarlo."

La forma de hablar de Toño Malpica —así firma los libros que los chicos le acercan: Toño— es suave y tranquila. Su acento mexicano y los consiguientes latiguillos característicos de los nacidos en el país azrteca le dan cierta gracia a la cadencia de su oralidad. Su interés, sobre todo en este inmenso foro que organizó la Fundación Mempo Giardinelli al que asistieron más de 3.500 espectadores, está puesto en hablar de la importancia de la lectura en la infancia y la adolescencia, esa edad donde todo se forma, incluida la construcción de una conciencia crítica e independiente. Pero, ¿cómo forjarla? ¿Cómo hacer que un niño lea? ¿Y que escriba? ¿Cómo apareció la vocación de Malpica de escribir para el público juvenil? "Honestamente fue circunstancial —confiesa—, me refiero a que empecé en las letras porque de pronto descubrí la lectura y la literatura. Yo en realidad soy Ingeniero en Sistemas, eso es lo que estudié. Y la literatura para niños y jóvenes la descubrí de pronto, en un momento de mi vida. Tuve la oportunidad de escribir una novela infantil casi como un chiste, como un juego. Y me maravilló todo lo que trajo, me pareció muy divertido, muy gratificante, a la gente y a los chicos le gustaba. Y simplemente tomé una decisión lógica, ¿no? Me dije: 'Esto parece ser tan natural en mí que debería considerar hacerlo más'. En principio con esa cautela y después ya apropiándome por completo de la disciplina, de la LIJ. Poco a poco a me hice un autor predominantemente de literatura para niños y jóvenes."

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