Hipatia nació en Alejandría en 370 y desde pequeña mostró una gran pasión por las ciencias y las matemáticas. Compartió su saber en textos y hasta construyó el astrolabio, un innovador instrumento para calcular la posición del sol,la luna y las estrellas.
Unos cuantos años después, un 19 de marzo de 1847, para ser más precisos, nacía en Nueva Zelanda Kate Sheppard, una niña que con el tiempo se convertiría en una mujer clave para la historia mundial. Ella lideró el movimiento por el sufragio femenino y con su lucha (y la de quienes la acompañaron) logró que las mujeres pudieran votar. Nueva Zelanda fue el primer país donde se consiguió este derecho fundamental para ejercer la ciudadanía.
Un poco más acá en el tiempo, se encuentra Malala Yousafzai, otra mujer, como las anteriores, que dejó (y continúa dejando) huellas en el camino. Ella es paquistaní, tiene apenas 20 años y en 2014 se convirtió en la persona más joven en obtener el Premio Nobel de la Paz por haber defendido, con valentía, el derecho a educarse. Enfrentó la prohibición talibán que dice que las mujeres "no deben" estudiar. Eso le costó la persecución y hasta un ataque a balazos, pero nada de eso detuvo su lucha. Hoy se prepara para estudiar en la Universidad de Oxford.
Las vidas de ellas y otras mujeres destacadas están contadas en Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, de las autoras Elena Favilli y Francesca Cavallo. El libro, editado por Planeta, relata en sus 224 páginas la historia de 100 activistas, bailarinas, reinas, astronautas, científicas y arqueólogas destacadas.
Las protagonistas, entre las que se encuentran Isabel I, Ada Lovelace, Marie Curie y Evita, fueron todas cuestionadoras del status quo. Y algunas todavía lo son, porque en el libro también hay mujeres que siguen cuestionando lo cuestionable, como la pequeña Coy Mathis, una niña transgénero que logró hacer valer sus derechos; o la australiana Jessica Watson, que con apenas 16 se aventuró a navegar por los mares, durante seis meses.
Ellas son todas mujeres rebeldes que vieron las límites y los trascendieron. Lucharon por mejorar la educación, generar inclusión y combatir prejuicios. En síntesis, trabajaron para lograr un mundo mejor.
"Es importante que las niñas conozcan los obstáculos que enfrentarán a lo largo de la vida, pero también es esencial que sepan que dichos obstáculos son superables. No sólo encontrarán formas de sobreponerse a ellos, sino que pueden ir eliminándolos para las mujeres del futuro, igual que lo han hecho las grandes mujeres de este libro", dicen las autoras en el prefacio.
Los caminos de estas heroínas no fueron fáciles ni predecibles. Fueron zigzagueantes, incómodos, con obstáculos. Muchas fueron criticadas, repudiadas e invisibilizadas. Es lo que ocurre cuando se trascienden las normas. Y con su andar dejaron claro un mensaje: los límites pueden ser superados.
Cuento de buenas noches para niñas rebeldes es un texto que deberían leer mujeres y niñas del todo el mundo para entender que desafiar los límites cuestionables vale la pena. Y también es un libro que deberían leer los hombres y niños de todo el mundo para aprender que es necesario desprenderse de frases tales como "eso es sólo para hombres" o "las mujeres no sirven para esto".
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