La Argentina de hoy parece el escenario ideal de una novela negra. Hay escritores que han narrado y seguirán narrando escenas oscuras construidas al calor de la ambivalencia moral. Pero, ¿qué es la novela negra? En principio, un sintagma que se usa para aludir a un universo e intentar abrazarlo. Se lo conoce como un subgénero del policial, esas narraciones donde la policía aparece sembrando todas sus contradicciones, embarrando la ecuación de buenos versus malos. Los franceses lo llaman noir, también aparece el término hard-boiled o exploitation que dan vuelta sobre este universo; incluso hay quienes prefieren simplemente como término novela criminal. Lo cierto es que se alude a un itinerario complejo y difuso de temas como la violencia, la marginalidad, la corrupción y una crisis en el sistema de valores sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre todo en los protagonistas.
No es casualidad que Argentina tenga el festival BAN! Buenos Aires Negra. Sin embargo, la sexta edición del festival ideado y dirigido por el escritor argentino Ernesto Mallo, que debería realizarse en octubre, está puesta en duda. Ángel Mahler, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, dejó abierta la posibilidad de su discontinuidad aludiendo a la concurrencia: "Si sale un millón de pesos y van cien personas, es caro", ejemplificó en una entrevista con Página/12. Desde el sector de Comunicación del Ministerio, dijeron a Infobae que "ahora el tema está en tratamiento y en los próximos días habrá novedades". Incertidumbre. El festival no depende del Estado pero sí recibe financiamiento, con lo cual si esa soga se corta, su existencia podría caducar.
"Fue siempre un festival exitoso, muy concurrido, el problema es cómo alguien mide qué es exitoso en la cultura", comienza diciendo la escritora Claudia Piñeiro -autora de Las viudas de los jueves, Betibú y Una suerte pequeña– en diálogo con Infobae, y continúa: "El BAN! excede lo literario; se habla de la violencia, de la justicia, de los hechos que se desprenden del policial. Además de escritores van fiscales, jueces, periodistas. Uno reflexiona a través de la literatura. Hay que empezar a medir los hechos culturales de otra manera, no por costo o beneficio. Me da mucha tristeza que los gobiernos tomen decisiones diferentes al anterior porque después no se puede arrancar de cero. ¿Por qué siempre hay que hacer borrón y cuenta nueva? Tiene que haber una política de continuidad. No es un recital de una banda que viene cada 10 años a la Argentina. Los festivales se construyen año a año, necesitan de la trayectoria".
Hay que empezar a medir los hechos culturales de otra manera, no por costo o beneficio
"Mi postura es bancar al BAN! -le dice Horacio Convertini, autor de New Pompey y El último milagro, a Infobae– porque es un espacio valioso de escritores y lectores. Convoca a muchos autores de países limítrofes, tiene figuras internacionales y es un lugar bárbaro para compartir experiencias. El criterio economicista que aplica el ministro de Cultura de la Ciudad es relativo. Si quiere convocar gente, que ponga a alguien a hacer jueguito en la esquina de Callao y Corrientes o a Pimpinela a cantar en la 9 de Julio y listo, pero me parece que es un criterio equivocado".
La escritora Ana María Shua, autora de La muerte como efecto secundario e Hija, tomó las declaraciones de Mahler "con mucha pena, por la calidad, la importancia y la fuerza de ese festival al que asistían cientos de personas todos los días, como pude comprobar personalmente. Y además, no puedo dejar de relacionarlo con otros golpes contra la actividad cultural en la Argentina, como la suspensión por tiempo indeterminado de los premios nacionales y el Programa Sur de apoyo a las traducciones. Es raro que el gobierno no entienda que esta pequeña inversión en cultura es una gran inversión en publicidad. Para usar un vocablo afín a nuestro festival, sería criminal permitir que desaparezca el Festival Buenos Aires Negra".
La novela negra ilumina zonas oscuras de la sociedad en la que vivimos
No sería solo una forma de desfinanciamiento a una actividad creativa que reúne a escritores y lectores a debatir sobre el hecho literario, también implicaría no reconocer la potencia de un género que, como dice Convertini, "ilumina zonas oscuras de la sociedad en la que vivimos". ¿Qué tiene la novela negra que la vuelve ese reflector inquieto y curioso? En principio, herramientas contundentes para explorar un universo inagotable, ya que ese entramado de hostilidades sociales se renueva -lamentablemente- día tras día. "En nuestra cultura -le comenta Shua a Infobae– lo que tiene es sobre todo una fuerte tradición. Borges amaba la literatura policial, con sus tramas cerradas y perfectas. En Argentina hubo poquísimos escritores dedicados al género pero trascendió sus propias fronteras y casi todos nuestros grandes autores escribieron novelas o cuentos policiales como parte de su obra".
Posiblemente el BAN! pueda realizarse sin apoyo oficial, sin embargo la institucionalidad del Estado es lo que le permite situarse sobre un escalón más alto, fortaleciendo el vínculo entre lectores y escritores, y ayudar a que ese reflector que ilumina las zonas oscuras, las marginales, sea más luminoso. La novelista estadounidense Patricia Highsmith solía decir que un escritor de novela negra debía sentirse identificado, al menos un poco, con el criminal. Entenderlo, digamos; conocer sus motivaciones. ¿Por qué no apoyar un festival que reúna esa literatura que narra a ese otro que nadie quiere ser?
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