El lugar de la creación es inexplicable. ¿Qué sucede en esos talleres altísimos, en esas habitaciones oscuras, en esos patios luminosos donde un pintor realiza, mediante una serie trabajosa de trazos, una obra de arte? Es inexplicable, porque cada taller es un mundo, con sus propias reglas y anécdotas.
Se dice que un alcalde le pidió a Rembrandt que rehiciera un cuadro. Era un retrato, pero no le gustó. Cuando entró al taller, el pintor le pidió que esperara, que iba a buscar la obra corregida al fondo de su casa. Sin expectativas, el alcalde aguardó unos minutos y, al ver una moneda en el suelo, se agachó para agarrarla. Estaba pintada. Cuando Rembrandt apareció con el cuadro, el cliente lo tomó y se fue sin verlo antes. Entendió la genialidad de un verdadero artista.
Hay historias en cada taller de cada artista del mundo. ¿Quién no quisiera entrar al estudio privado de esos genios que pintan sin cesar en cada rincón del planeta? Este miércoles, Felipe Giménez abrirá las puertas del suyo para mostrar lo que estuvo pintando en los últimos meses. No es una muestra, no es una exposición; es mostrar el misterio de su taller, nada más y nada menos que el lugar de la creación.
Las obras de este pintor marplatense hablan, en sus palabras, de su origen: "Creo que si hubiera nacido en la Patagonia tal vez trataría de pintar el viento pero como nací en Mar del Plata pinto gente y sus circunstancias", dijo en una entrevista con Infobae, años atrás. Nació en 1963, se graduó de psicólogo pero desde el año 2001 se lanzó de lleno al arte de la pintura.
Sus obras tienen colores vivos y llamativos trazados sobre fondos inmensos que destacan la pequeñez de los objetos y personas dibujadas; una forma de hablar de la sencillez de la existencia humana, de la finitud y, por consiguiente, de la importancia de disfrutar el corto paso por esta vida. Con títulos excéntricos y toques humorísticos, Felipe Giménez -que asegura que no es pintor, sino "alguien que escribe pintando"- expone un universo creativo que día a día cautiva a los miles de fans que celebran sus obras en las redes sociales: multitudes comparten en Facebook día a día sus obras, que él presenta siempre en su página FB con el título de "El cuadro del día para empezar el día".
Este miércoles 5 de abril, su taller de la calle Pringles 1441 en el barrio porteño de Palermo abre las puertas al público. Las Margaritas que dejó el verano es el nombre de esta muestra intimista que comienza a partir de las 19 horas. Una buena ocasión para entrar a un estudio de arte y sentir ese aura que sólo se percibe en los lugares donde un artista crea sus obras.
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