El frío siempre estimula la lectura: un café caliente, una estufa a leña, una manta sobre las piernas, una ventana que muestre el paisaje blanquecino al otro lado del vidrio, todo puede completarse con un libro abierto que susurra una historia. Quizás sea ese encanto de las ciudades frías lo que llevó a que en este 2017 la edición nacional del FILBA se haga en San Carlos de Bariloche.
Comienza en apenas unos días: será del 6 al 9 de abril esta edición número seis, luego de pasar por Bahía Blanca, Santa Fe, Azul, Mar del Plata y San Rafael. Las expectativas, como siempre, son altas: 25 autores reunidos en más de 30 encuentros pondrán a la literatura sobre la mesa para desmenuzarla desde todas las perspectivas posibles.
Habrá cinco sedes: Biblioteca Sarmiento (Mitre 10), Casa Soria Moria (Ruta 77 esquina Acceso a Villa Golf, Circuito Chico), Escuela Municipal de Arte La Llave (Onelli esquina Sobral), Estación Araucanía (Av. Exequiel Bustillo 11.500) y Sala Dengün Piuké (Ruta 40 esquina Quaglia). Todo el festival está pensado para un público totalmente variado que incluirá a lectores, curiosos, docentes, bibliotecarios, alumnos, escritores, niños, adolescentes, adultos y ancianos.
El consejo asesor está conformado por Claudia Piñeiro, Iosi Havilio y Diego Erlan y la esperada conferencia inaugural estará a cargo de Silvia Molloy.
Además, estarán los participantes del festival: Guillermo Abramson, Cristian Aliaga, Liliana Ancalao, Melissa Bendersky, Pablo Bernasconi, Carolina Biscayart, Rosario Bléfari, Esteban Castromán, Ricardo Coler, Graciela Cros, Esther Cross, Emilio Di Tata Roitberg, Sebastián Fonseca, Silvina Friera, Vera Giaconi, Horacio Herman, Josefina Licitra, Julián López, Pedro Mairal, Anahí Rayen Mariluán, Adrián Moyano, Agustina Paz Frontera, Luisa Peluffo, Santiago Rey y Guillermo Virués.
El frío servirá de contexto para que miles de personas se reúnan alrededor de la literatura como si fuese una hoguera de colores. Habrá cruces epistolares entre escritores, bitácoras narradas ad hoc, talleres de narrativa, cata de libros, análisis de tensiones regionales, lecturas acompañadas de performances, entrevistas, diálogos y el Filbita para niños entre 4 y 8 años, entre otras cosas.
¿Qué mejor plan literario que tomarse unas breves vacaciones e ir a Bariloche para disfrutar -además de sus montañas, los lagos, el multiculturalismo, su vida nocturna y el chocolate- de todas las actividades que el Filba propone?
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