"Solo por el Toyota Corolla que manejó el detenido Centeno pasaron 160 millones de dólares aunque los investigadores coinciden que podrían haber sido alrededor de un 50% más si se toma en cuenta anotaciones realizadas sin montos concretos", explica el artículo que puso al descubierto la corrupción difícil de dimensionar de la era kirchnerista en la Argentina, aunque es un mal que machaca al país desde mucho antes de que el matrimonio K llegara al poder.
(Los 160 millones de dólares, a casi 28 pesos por dólar, equivalen a 4.480 millones de pesos. Con ese dinero alcanza para darle de comer, a diario, a dos millones de chicos en la provincia de Buenos Aires por ocho meses).
El testigo, contador y una suerte de escribano accidental fue Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, el exsecretario de Coordinación y Control de Gestión. Trazó la ruta de las coimas que cambiaban manos entre funcionarios y empresarios, políticos y el sector privado. Como un buen alumno, registró con su puño y letra sobre una serie de ocho cuadernos como millones de dólares pagados por los contribuyentes se partían y repartían entre gobernantes y contratistas del Estado.
Ocho cuadernos y algunas lapiceras fueron suficiente para dar cuenta de como el equivalente a la comida de todos los chicos de la provincia por 8 meses quedaban destinados a casi 30 direcciones de poderosos. Y es el mejor registro que hay, por que el Estado no lo estaba controlando con ninguna tecnología superior.
Si se empleara la tecnología blockchain podría dar mucha luz y transparencia a los procesos de contratos estatales. El cambio que propone, fundamentó Henry Straigman, director de desarrollo de negocios en RSK, es que la transparencia y la trazabilidad se suman a un nuevo paradigma: no hay un único dueño de la información, como suele ser con bases de datos y administradores de sistemas.
Comienzo a registrar los retiros de dinero [después de dos años] porque considero que es increíble todo el tiempo que no lo hice. Dejo aclarado que de manera interrumpible se viene haciendo con las empresas que logran las licitaciones por obras y pagos por servicios prestados al Ministerio de Planificación y que por intermedio del Licenciado Baratta y Nelson Lazarte vienen recaudando
(Extracto del cuaderno 8 de Centeno)
La clave está en los contratos inteligentes, smart contracts, que permiten representar cualquier lógica de negocios y automatizarla sin ninguna persona que pueda elegir una opción no conveniente por favoritismo o coimas.
El nacimiento de blockchain data a la creación de bitcoin, en el año 2008. Cuando Satoshi Nakamoto, cuya identidad real se desconoce hasta el día de hoy, inventó bitcoin blockchain sirvió para registrar las transacciones en un espacio público (cualquiera puede consultarlo), que nadie puede eliminarlo, con un sello de tiempo y un carácter descentralizado.
Una analogía frecuente es que blockchain es para bitcoin lo que internet representa para el email: una estructura donde se pueden construir distintas aplicaciones. Bitcoin corre sobre su blockchain, pero hoy hay muchos proyectos que utilizan blockchain para otros propósitos, desde empresas privadas, hasta la ONU y el Banco Mundial para la distribución de alimentos en campos de refugiados.
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"Imaginemos un sistema que, por determinado tiempo, acepta licitaciones. Una vez que recibe la oferta, la registra en un soporte inmutable y lo firma digitalmente. Cerrado el periodo de tiempo el sistema no acepta más ofertas. Un tiempo después, se abren las ofertas y se puede comprobar fehacientemente que el documento recibido no fue alterado (ni el proceso) desde que se recibió hasta que se abrió dicha oferta" subrayó Straigman.
Algunas, las más avanzadas como EOS, suman un sistema de votaciones que se acerca mucho a la democracia directa. "Uno podría trazar todo el flujo de fondos desde que se emiten en un Banco Central, en una versión criptomoneda, hasta que llega al proveedor que gana la licitación, y hasta entender que sucede con ellos después. Daría una transparencia absoluta", explicó Martín Fernández, de la ONG EOS Blockchain Argentina.
El sistema conectado a la web también posibilita, por ejemplo, frenar cualquiera de esos pagos inmediatamente a un proveedor en caso de que el mismo no realice las entregas a tiempo o no respete lo acordado. "Daría una herramienta de transparencia, para trazar los flujos de fondos, y cualquiera con un celular la posibilidad de ver un reporte actualizado", concluyó Fernández.
"Cada parte podría hacer su oferta secreta en un contrato inteligente y el mismo contrato adjudicaría la licitación a quien cumpla las condiciones preestablecidas", comentó Adrian Garelik, CEO de Flixxo, una firma del sector. "Un sistema así también permitiría una democratización de las licitaciones, ya que cualquiera podría participar y no solo un grupo cerrado de empresas", resumió el CEO.
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