El blog oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) cambió su perspectiva sobre los activos digitales: Desde "el lado oscuro de las criptomonedas", como publicó en un artículo a mediados de marzo, a "la promesa que encierra", en una nota firmada por Christine Lagarde, titular de la entidad, en el último mes.
Según la abogada francesa, "con más de 1.600 criptomonedas en circulación, es inevitable que muchas no sobrevivan el proceso de destrucción creativa", pero "del mismo modo en que algunas tecnologías nacidas de la burbuja informática nos han cambiado la vida, los criptoactivos que sobrevivan podrían influir considerablemente en la manera en que ahorramos, invertimos y pagamos las cuentas".
"Es por eso que las autoridades deberían mantener una actitud abierta y elaborar un marco regulatorio imparcial que reduzca los riesgos y a la vez permita que el proceso creativo dé fruto", agregó Lagarde.
Con respecto a los beneficios que otorgan las criptomonedas, Lagarde fue notablemente positiva: "Los criptoactivos hacen posibles operaciones financieras rápidas y poco costosas". La directora general del FMI agregó que la tecnología en la que se basan las criptomonedas, que se conoce como libro mayor distribuido (LMD), "podría facilitar un funcionamiento más eficiente de los mercados financieros" mediante la ejecución de contratos inteligentes.
Lagarde también destacó la capacidad de "almacenamiento cifrado de registros importantes" para proteger "los derechos de propiedad, afianzar la confianza del mercado y promover la inversión".
Admitió que los contratos inteligentes "podrían eliminar la necesidad de algunos intermediarios" pero en su opinión "la revolución de las tecnofinanzas no eliminará la necesidad de intermediarios de confianza, como brókeres y banqueros". En síntesis, Lagarde cree que las criptomonedas "propulsarán al mundo de los negocios a un mejor equilibrio entre entidades centralizadas y aplicaciones descentralizadas".