Los criptoactivos son comúnmente referidos como "criptomonedas". Sin embargo, intercambiar ambos términos es una generalización que puede confundir a nuevos usuarios y limitar la conversación sobre su futuro. Para Chris Burniske, fundador de la firma de capital de riesgo Placeholder y autor de "Criptoactivos" (Cryptoassets), una manera más completa de clasificar los criptoactivos incluye también commodities (criptocommodities), que proporcionan recursos digitales crudos, y tokens (criptotokens), que representan bienes y servicios digitales.
Para Burniske, bitcoin es más que dinero. La tecnología subyacente a la criptomoneda, blockchain, puede aplicarse a otros sectores de la economía. Es importante destacar que las criptomonedas no agotan la definición de criptoactivos para no perder noción del epicentro de la revolución cripto: las redes de información; o en otras palabras, el internet.
"Podemos pensar en estos criptoactivos como la clase de activos nativa de las redes de información", sugiere Burniske. "Lo que cripto está haciendo es proporcionar un activo nativo para incentivar estas redes de información sin necesidad de una empresa centralizada, sin necesidad de un sistema para sacar provecho de ella. Entonces eso se convierte en un mecanismo de capitalización y de monetización mucho más natural".
En este sentido, reducir el significado de criptoactivos al concepto de una criptomoneda es un modismo lingüístico que aleja a las personas de las ideas importantes."Esa fue realmente la primera vertical que despegó, y por eso es que la gente usó el término criptomonedas por tanto tiempo, porque eso era todo lo que había", justificó Burniske.
El punto realmente importante es que más allá de ser una criptomoneda, Bitcoin es, ante todo, el activo nativo de internet, y que, como tal, los criptoactivos no se limitan a revolucionar el dinero, que es una sola de las aplicaciones posibles (aunque, cabe destacar, probablemente la más determinante) de las redes de información, sino todo sistema, mercado o industria que de alguna manera depende de la red informática para su funcionamiento y que por primera vez en la historia puede transferir valor de forma descentralizada a través de internet.
Así como el valor tiene distintas manifestaciones en el mundo físico (dinero, commodities, bienes y servicios), es normal que los criptoactivos -la clase de activos que representan estos objetos digitalmente- tenga sus propias clasificaciones. "Esta es una tendencia inevitable dado el cambio de offline a online, físico a digital" que está atravesando el mundo, afirmó el entrevistado, quién explicó que los criptoactivos pueden dividirse en tres categorías: criptomonedas, criptocommodities y criptotokens.
Monedas
"Las criptomonedas con cosas que pretenden ser un medio de cambio universal, un depósito de valor y una unidad de cuenta, y esa definición proviene de la economía", explicó Burniske a Cripto247. "Entonces serían cosas como Bitcoin, Litecoin, Ripple, Monero, Dash, Zcash".
Commodities
Los tipos de commodities pueden variar, pero suele llamarse así a la materia prima que sirve como insumo en la producción del producto final. El petróleo, trigo o cobre son ejemplos de commodities de larga data. Sin embargo, asumir que una materia prima debe ser física para ser un commodity ignora la transición "offline-a-online" que está ocurriendo en todos los sectores de la economía. En un mundo cada vez más digital, sólo tiene sentido que dispongamos de commodities digitales, como el poder de procesamiento, la capacidad de almacenamiento y el ancho de banda de la red.
Tokens
Más allá de las criptomonedas y los criptocommodities -y también creados a través de una blockchain- están los bienes y servicios digitales acabados, como los medios de comunicación, las redes sociales, los juegos y otras aplicaciones, que son impulsados por criptotokens. Al igual que en el mundo físico, donde las monedas y los commodities alimentan una economía para crear bienes y servicios acabados, también en el mundo digital las infraestructuras proporcionadas por las criptomonedas y los criptocommodities se están uniendo para dar soporte a la producción de bienes y servicios digitales.
De las tres clases, los criptotokens están en la etapa más temprana de desarrollo, y probablemente serán los últimos en ser adoptados de forma masiva ya que su construcción requiere de una robusta infraestructura de criptomonedas y criptocommodities antes de que puedan funcionar de manera confiable.
En síntesis, las monedas, los commodities y los tokens digitales son las tres verticales de la nueva clase de activos que Bitcoin y Ethereum introdujeron al mundo: los criptoactivos. La tecnología blockchain es el protocolo que facilita la distribución de estos recursos digitales bajo una lógica de mercado.
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