Una renuncia imprevista cambia el valor de la moneda de un país. Hoy, en Argentina, la salida del presidente del Banco Central, Luis Caputo, implicó que la moneda nacional se depreció: pasó de cotizar $38,17 el lunes hasta tocar los $40. Al final del día la suba se relativizó a $39,10. Una decisión humana, supuestamente el funcionario se desligó por "motivos personales" moviliza la economía nacional. Bitcoin, en cambio, no requiere bancos centrales. La política monetaria de esta criptomoneda no está sujeta a las decisiones de una autoridad central y su emisión es completamente previsible.
El sistema que inventó Satoshi Nakamoto (aunque su identidad se deconoce en el mundo real) en 2008 es un sistema neutral y verificable que puede manejar datos de una manera que garantice la confiabilidad. Utiliza la tecnología blockchain: no solo es neutral, sino que también es seguro, incorruptible y no requiere permisos especiales. Es automático, global, inhackeable y abierto a cualquier participante del mundo entero.
Lo revolucionario de bitcoin es que es una red en la que podemos coordinar datos fuera del control de agencias centralizadas. Bitcoin es un registro inviolable, inmutable y resistente a la censura. No necesita gobiernos, bancos, una junta de directores o una corte suprema para existir.
El código de bitcoin está pautado en su documento fundacional: Se minarán (crearán) 21 millones de bitcoin totales. Hasta abril, se habían minado 17 millones, es decir, que quedan 4 millones de bitcoin (un 19 por ciento aproximadamente) por ser minados. De esta manera, el creador diseñó a la criptomoneda como una manera de introducir la escasez en la era digital.
El bitcoin, a diferencia del peso, tiene un límite: el último BTC se acuñará en 2140.
Bitcoin versus Banco Central
Rodolfo Andragnes de la ONG Bitcoin Argentina, le explicó a Cripto247 que el Banco Central tiene un rol de decisión de expansión y contracción de la oferta monetaria y esa decisión implica un grado de confianza sobre quiénes toman esa decisión y un grado de arbitrariedad sobre esa decisión.
“Eso es lógico y prudente en un Estado que quiere poder manejar esa política económica. En el caso de bitcoin, en realidad no se requiere esta situación porque lo único que se pretende es que haya una emisión monetaria predefinida. Por esto es que bitcoin no requiere un banco central, requiere simplemente la confianza en su política de emisión y su confianza está dada simplemente en un software inviolable”, explicó.
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Andragnes sostiene que las condiciones y las bases en las cuales se sustentan las decisiones del banco central dependen de la gente que lo administra. "En definitiva, un Banco Central va a responder a los intereses de un grupo, ya sea de una ciudadanía, de un gobierno y bitcoin no tiene que responder a los intereses de nadie sino que tiene que ser confiable a nivel global".
Ariel Aguilar, consultor independiente y conferencista de bitcoin desde sus inicios, precisó que la humanidad ahora tiene una opción para elegir "entre el dinero creado por políticos, economistas y burócratas (que siempre te van a mentir acerca de las crisis) y entre el dinero basado en las leyes de la matemática, criptografía y código abierto, donde los humanos no pueden manipular su emisión o las reglas monetarias".
“Es la elección entre un sistema basado en deuda e inherentemente inflacionario por diseño o un sistema basado en proof of work (prueba de trabajo)”, comentó.
El emprendedor tecnológico y fundador de la ONG Democracy Earth, Santiago Siri, se sumó a la explicación: "Bitcoin es un sistema económico soberano que no depende de ningún gobierno del mundo y cuya política monetaria es inmutable. Ni siquiera el FMI podría influenciarlo en el largo plazo. Su independencia a todo termina logrando que al final quien se vuelva soberano sea el propio usuario".
Indicó que el código que regula bitcoin -es decir, sus leyes- está protegido por la mayor cantidad de computo descentralizado del mundo. "Atacarlo requiere recursos que exceden los disponibles por un Google o cualquier gobierno del mundo", explicó sobre la imposibilidad de que la red de bitcoin sea hackeada.
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