Namecoin fue la primera bifurcación relevante del protocolo de Bitcoin, por lo cual tendrá para siempre el prestigioso título de ser la primer altcoin, o criptomoneda alternativa, de la historia. Curiosamente, su propuesta no se trataba tanto de crear una nueva moneda sino de aprovechar la inmutabilidad de la blockchain, la tecnología detrás de bitcoin, para mejorar ciertos componentes de la infraestructura de internet, como el sistema de nombres de dominio (DNS, por sus siglas en inglés) y las identidades.
Un sitio web creado con Namecoin usa el dominio .bit (a diferencia del dominio .com) y proporciona seguridad y resistencia a la censura a los sitios registrados a su nombre.
El criptoactivo comenzó a desarrollarse a raíz de una idea publicada en 2010 en el foro sobre BitDNS de Bitcointalk. Finalmente, En 2013, se lanzó un servicio llamado NameID que utiliza la blockchain de Namecoin para autorizar la creación y el acceso a sitios web que tienen una identidad bajo su dominio.
Namecoin actúa como su propio servicio de DNS y aprovecha su estructura descentralizada para garantizar a los usuarios más control y privacidad en internet. En lugar de registrar sitios web a través de un servicio controlado por el gobierno como ICANN, el proceso habitual para este tipo de operaciones, un sitio que usa el dominio .bit se registra a través de un servicio distribuido en cada computadora de la red de Namecoin. El proceso mejora la seguridad, privacidad y velocidad del trámite.
Los tokens de namecoin sirven para comprar un sitio web .bit, de ahí la necesidad del activo nativo.
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