La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, no descartó algún tipo de reglamentación o penalización para los “anti vacunas” que realicen trabajo presencial durante la pandemia, como ocurre en países como Francia o en la provincia de Jujuy, donde el gobernador Gerardo Morales estableció ese requisito como obligatorio para los empleados públicos.
Consultada sobre si habrá alguna medida -con caracter de sanción u obligatoriedad- en el sector privado para este tipo de situaciones problemáticas, la ministra de Salud de la Nación aclaró que actualmente “no estamos en una instancia para tomar una decisión porque todavía hay mucha gente que quiere vacunarse”.
Sin embargo, aclaró su postura: “Sin lugar a dudas, quienes se vacunan obtienen un beneficio individual y aportan a un beneficio colectivo, ellos tienen que tener una ventaja con respecto a quien decide no vacunarse. Pero en esta etapa no es la mayoría ese grupo”.
“Es una opción que siempre preferimos no utilizar, pero se evalúa permanentemente. No estamos en esa instancia, pero no la descartamos”, concluyó en diálogo con el programa “Toma y Daca”, por AM 750.
Esta semana, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, ordenó la vuelta de todos los empleados públicos del Estado provincial a la presencialidad. Para asistir al trabajo, tendrán que contar con al menos una dosis de las vacunas contra el coronavirus, por lo tanto, la inmunización pasará a ser obligatoria en el ámbito de la administración pública local. Mismo requisito necesitarán todos aquellos que usen el transporte público local, ya que deberán presentar carnet digital o impreso de inmunización contra la COVID-19.
Sin embargo, desde la perspectiva de Vizzotti, por el momento “la mirada del Estado nacional es seguir trabajando para fortalecer la conciencia”. “Algunas provincias como Jujuy ya han definido que quien no se vacunó tiene que volver a trabajar, y en caso no de no hacerlo, tendrá un impacto en su salario. Responde a nuestro sistema federal”, sostuvo la titular de la cartera sanitaria. Ahora bien, confía que este grupo de personas “anti vacunas” serán “una excepción” en los próximos meses y que no será lo mismo a que en Europa, donde existe una “desconfianza muy alta”.
Nuevos parámetros de alerta
Acerca sobre la peligrosidad de la llegada de nuevas variantes, la ministra de Salud reiteró que “hay un punto de inflexión gracias al avance de la campaña de vacunación”, donde más del 50% de los mayores de 60 años tienen el esquema de vacunación completo. Desde ese punto de vista, se justifica el decreto del presidente Alberto Fernández de un retorno paulatino a la normalidad, con nuevas aperturas de actividades y otro sistema a la hora de establecer restricciones para la circulaciones.
“Con el nuevo DNU cambiamos los indicadores: el parámetro de alerta estará vinculado a las internaciones en Terapia Intensiva y la tensión del sistema de salud. Si logramos avanzar en la vacunacion la expectativa es que esto no suceda, o suceda en muy pocos lugares durante muy poco tiempo. Por supuesto tenemos que ser sosteniendo los cuidados”, advirtió.
En retrospectiva, Carla Vizzotti defendió el cupo de ingresos de viajeros al país, ya que “retrasó la llegada de la variante Delta”, y se referió a la decisión de que paulatinamente haya una mayor cantidad de vuelos hacia Argentina. “La intención es aumentar a 2300 el límite de ingresos diarios al país, sin disminuir los controles y los esfuerzos para contener la cepa Delta””, concluyó.
Por medio de la decisión administrativa 793/2021, firmada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y publicada hoy en el Boletín Oficial, se prorrogó el cierre de las fronteras vigente y se fijó el cupo semanal de 11.900 plazas para el ingreso de argentinos residentes y extranjeros no residentes autorizados con excepcionalidad hasta el 1 de septiembre. Después de esa fecha, el cupo se eleva a 16.100 plazas si se establecen nuevos corredores seguros aéreos.
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