Felicia Croft es una enfermera del Willis-Knighton North, una unidad hospitalaria en Shreveport, Louisiana, Estados Unidos. Trabaja en el ala de terapia intensiva reservada para pacientes con COVID-19, y decidió contarle al mundo la tragedia que se está viviendo de manera diaria en los centros de salud.
Grabó un video que se volvió viral y que ya lleva cientos de miles de vistas desde su posteo el 30 de julio: “Mi nombre es Felicia Croft, trabajo como enfermera en la Unidad de Terapia Intensiva de COVID del Willis-Knighton North. He trabajado en una UTI de COVID casi toda la pandemia, así que hace casi dos años ahora”.
“Puedo decir que hoy quizás haya sido uno de los días más difíciles a nivel emocional desde el inicio de la pandemia”, confesó. “La ola Delta que estamos viendo ahora... La gente es más joven y está más enferma. Estamos entubando y perdiendo a personas de mi edad o más jóvenes. Gente con hijos de la edad de mi hija que nunca van a ver a sus hijos graduarse. Nunca van a conocer a sus nietos”.
“Anoche mi hija vino a mí, mi hija de 14 años Macy. Vino a mí y dijo: ‘Mamá, tenemos que rezar por los padres de mi amigo’. Los padres de su amigo están en mi UTI, y uno quizás no regrese a casa, y el otro está también muy, muy enfermo”, contó entre lágrimas. “Como enfermera, saber que si no logras que estas personas vuelvan a casa sus hijos serán huérfanos, su hijo de 14 años será huérfano, y saber que mi hija va a venir a mí cuando reciba esa llamada y diga: ‘Mamá, ¿por qué no los salvaste?’. No puedo ni siquiera explicar cómo se siente como enfermera y como mamá”.
Y finalizó, emocionada: “Tantas de las personas que estamos recibiendo no han sido vacunadas y saber que hay algo que puede ayudar y que la gente no está aprovechándolo”.
Actualmente, Louisiana es el estado más duramente golpeado por la pandemia en Estados Unidos. Más de 1.400 personas se encuentran hospitalizadas debido al virus. Según el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 60,6% de los adultos y el 49,7% de la población total de Estados Unidos han sido vacunados por completo.
La caída de las tasas de vacunación, particularmente en las regiones políticamente conservadoras del sur y el centro oeste, así como entre grupos como los más jóvenes, aquellos con ingresos más bajos y minorías raciales, preocupa a las autoridades sanitarias.
Este retraso, combinado con la propagación de la variante Delta, mucho más contagiosa que otras, ha provocado que el número medio de casos diarios se dispare hasta superar los 70.000. Un promedio de 6.200 pacientes es hospitalizado diariamente por COVID-19, y más de 300 personas mueren por esta enfermedad. “Estos casos se concentran en las comunidades con menores tasas de vacunación”, dijo a la prensa Jeff Zients, coordinador de la Casa Blanca para la pandemia.
El mensaje de la enfermera se volvió viral y recorrió el mundo. Y no es la única profesional de la salud de Louisiana que está contando la realidad de lo que se ve a diario.
Durante una conferencia de prensa el lunes, la directora médica del Centro Médico Regional Our Lady of the Lake, Catherine O’Neal, dijo: “Hay personas con dolor en el pecho sentadas en una sala de emergencias en este momento, mientras sus familias se sientan en la sala de espera, se retuercen las manos y llaman a todos los que conocen, para ingresarlos a una UTI”.
Hace unas semanas, el hospital de Baton Rouge tenía 36 pacientes con coronavirus. Ahora son 155. “Ningún diagnóstico debería ocupar una cuarta parte de tu hospital”, señaló O’Neal. “Ya no creemos que estemos brindando la atención adecuada a nadie, porque estos son los días más oscuros de la pandemia”.
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