Cuando se cumple un mes de las restricciones que anunció el presidente Alberto Fernández para contener a la segunda ola de coronavirus, todo indica que las medidas para aminorar los contagios tuvieron incidencia en el promedio de nuevos casos diarios, que pasaron de 23.718 el 23 de abril a 20.110 ayer.
Tras la confirmación de que el viernes se registraron 22.552 nuevos casos, si se toma una secuencia de siete días, el promedio de contagios bajó un 15%, por lo que se confirma lo que viene advirtiendo la ministra de Salud, Carla Vizzoti, en los últimos días: “El aumento exponencial de casos de coronavirus se ha detenido, se ha estabilizado, pero en un número alto”.
En una conferencia de prensa esta semana, Vizzotti además resaltó: “Es una tendencia que es una buena noticia, porque si seguíamos aumentado con esta velocidad, la situación iba a ser muy, muy compleja. Pero necesitamos trabajar para que los casos desciendan más rápido, porque el sistema de salud sigue en tensión”.
De todas formas, el optimismo en torno al amesetamiento de los nuevos contagios contrasta con el hecho de que en las últimas dos semanas aumentó un 44% el promedio de muertos diarios: el 23 de abril esa cifra era de 299 y tras la confirmación de que ayer se registraron 611 fallecidos, ese número pasó a 430.
El objetivo de utilizar el promedio de los siete días anteriores es evitar que un salto importante en un registro altere el análisis de la curva de muertes y contagios. Por ejemplo, el jueves se informó un récord de fallecidos, pero más de 100 de esos casos eran de dos provincias (Catamarca y San Juan) que tenían demorada la carga de datos.
Ante este panorama, en el Gobierno saben que esa cifra va a seguir en aumento, ya que la gente que está falleciendo en estos días es la que ingresó a Unidades de Terapia Intensiva (UTIs) entre 15 y 20 días antes, es decir, cuando Argentina transitaba el pico de la segunda ola entre mediados y fines de abril.
En ese sentido, Vizzotti reconoció que hay “un aumento en la curva de mortalidad”, aunque afirmó que “era esperable” tras el incremento en la cantidad de contagios. “No es el indicador que estamos viendo para ver si las medidas tienen impacto o no”, añadió.
Esta madrugada partió un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentina rumbo a Moscú para traer más dosis de la vacuna Sputnik V. Se prevé que estas vacunas -no se precisó qué cantidad será- producidas por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya lleguen a la Argentina este domingo a las 19:30, en el marco del decimocuarto vuelo que concurre a Moscú a buscar dosis.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández se refirió este viernes a la situación de la compra de vacunas: “Acá se escribe mucho, se habla mucho de negociaciones perimidas que nunca perimieron. Siguen hasta el día de hoy tratando de encontrar alguna solución para que esas vacunas lleguen. Pero en un momento dijimos `vamos a dedicarnos a buscar las vacunas y no a responder ´”, sostuvo en un acto. Y remarcó: “Seguimos buscando en laboratorios de Estados Unidos. Nunca hemos cerrado ninguna puerta a la hora de buscar vacunas. Nunca”.
El 30 de abril pasado había llegado al país el último cargamento de vacunas rusas, en aquella oportunidad con 765.545 dosis del componente 1 de la Sputnik V.
El último fin de semana, el Gobierno distribuyó en todas las jurisdicciones del país, 650.400 dosis del componente 1 de la vacuna Sputnik V con la finalidad de dar continuidad al plan de vacunación contra el COVID-19.
Según el Monitor Público de Vacunación, el registro online que muestra en tiempo real el operativo de inmunización en todo el territorio argentino, hasta ayer por la mañana habían sido distribuidas 11.324.974 vacunas de distintos laboratorios y las aplicadas totalizan 8.820.691: 7.555.386 personas recibieron la primera dosis y 1.265.305 ambas.
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