Después del escándalo en Olavarría por el descarte de 400 dosis de vacunas contra el COVID-19, una nueva denuncia con irregularidades alcanzó a otro municipio bonaerense en manos de la oposición de Juntos por el Cambio. En San Miguel, una médica denunció a Infobae que se presentó al hospital municipal con su turno asignado para vacunarse y se sorprendió ante la falta de dosis disponibles de la Sputnik V.
“En el Hospital Larcade de San Miguel todo el personal de salud que tenía el turno asignado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires se quedó sin vacunas porque se terminaron”, denunció la médica Laura Raiti, con matrícula 55.245. En conversación con Infobae, Raiti contó que se presentó ayer ante la institución sanitaria junto a su esposo - profesional de salud en la primera “línea de fuego” contra el COVID-19 que tenía otro turno asignado-. Ninguno de ellos pudo inocularse contra el virus.
“Hace más de un mes nos inscribimos al programa “Vacunate” con el sistema de turnos online de la provincia de Buenos Aires. Nos llegó un correo electrónico con la confirmación de los turnos y fuimos a presentarnos al hospital Larcade con mi marido. Cancelé mi mañana de trabajo para ir y cuando nos acercamos al hospital, la gente del vacunatorio nos dijo que se habían quedado sin vacuna el día previo y que íbamos a ser avisados cuando lleguen nuevas”, agregó Raiti, que atiende en su consultorio privado.
Según el mecanismo adoptado por el gobierno bonaerense, para aplicarse la vacuna contra el coronavirus hay que inscribirse de manera online en el sitio web oficial. Los primeros que se vacunarán pertenecen al personal sanitario, pero para ello se les exige solicitar el turno. Ese mecanismo permite ordenar las prioridades en el dispositivo sanitario.
La denuncia llamó la atención en la sede de la Gobernación en La Plata. Nuevamente, al igual a lo ocurrido con Olavarría, desde la gestión de Axel Kicillof apuntaron contra un intendente opositor local. En San Miguel gobierna Jaime Méndez, un dirigente del peronismo que milita en Juntos por el Cambio. Se supone que todo turno asignado debe contar con su respectiva vacuna reservada. Y en el caso del municipio señalado, la distribución de la inmunización depende de las autoridades comunales.
“Vamos a investigar lo que pasó con este intendente de Cambiemos, porque ese hospital es municipal y ellos administran las vacunas. Cada turno que se da por sistema tiene una vacuna, no pueden faltar”, señalaron a Infobae desde el ministerio de Salud bonaerense.
Ante la falta de respuestas en el hospital Larcade, Raiti continuó con su reclamo en el municipio de San Miguel. “Hablamos con el infectólogo Alejandro Ameal de San Miguel, que nos dijo que nos iba a dar una solución y que averiguaría en el Hospital Central de San Isidro iban si “había un hueco” para vacunarnos. Nosotros le dijimos que no teníamos problema en trasladarnos a otros hospitales”, contó la médica a este medio.
La pareja de médicos no esperó y habló con otros colegas para ver si existía la posibilidad de vacunarse en otro hospital. “Llamé al ministerio de Salud provincial y me aconsejaron, extraoficialmente, que si sabíamos de algún hospital que estuviera vacunando que vayamos ahí”, indicó Raite.
De acuerdo al testimonio de Raiti, el relato coincide con una práctica que se estaría llevando adelante en el territorio bonaerense y que consiste en la demanda “espontánea” de la vacuna contra el COVID-19 de parte de los profesionales de la salud. Es decir, aquel médico que se presente voluntariamente y sin turno en una institución sanitaria puede obtener su vacuna. Lo cierto es que en La Plata aclaran que la inoculación debe efectuarse con una cita previa y no corresponde seguir esa metodología discrecional. De hecho, la propia médica Raite no pudo vacunarse cuando se dirigió por motu proprio a un centro de salud del municipio de Malvinas Argentinas, ya que le aclararon que debe respetarse la nómina oficial del personal sanitario consignada en el distrito.
Finalmente, la pareja de médicos no tuvo su dosis Sputnik V y tampoco consiguió una respuesta precisa sobre cuándo recibirían sus dosis comprometidas.
El secretario de Gobierno de San Miguel, Cristian Méndez, minimizó estos inconvenientes con la gestión de las vacunas. “Los turnos los otorga la Provincia de Buenos Aires, pero nosotros vacunamos al personal sanitario que se presentó como “demanda espontánea” sin turno. De hecho, hubo muchos turnos que la gente no iba”, aclaró a Infobae.
El funcionario municipal corroboró que el distrito inmunizó a personal sanitario que no se inscribió en el programa Vacunate y que se acabaron las 450 vacunas adjudicadas. Además, reconoció que hay una “falta de coordinación” con el gobierno bonaerense sobre cómo administrar las dosis. Sobre los inconvenientes con los turnos asignados, Méndez indicó que pudo haber ocurrido un problema en el tablero de control del hospital municipal desde el punto de vista de la carga de información.
“Pedimos más usuarios para acceder al sistema porque era un despelote, y nos dieron solo uno. Era algo que podía pasar, en otros municipios también sucede lo mismo”, apuntó Méndez.
El incidente revela los cortocircuitos entre la burocracia sanitaria que lleva el control de las dosis de la Sputnik V, el sistema de turnos oficial dispuesto por Axel Kicillof y los propios centros de salud que distribuyen la vacuna. A través del sitio web oficial, el programa “Vacunate” fijó como método la asignación virtual turnos para cinco grupos: el personal de salud, docentes, personal de seguridad, mayores de 60 años y adultos entre 18 y 59 años con enfermedades preexistentes. El procedimiento garantiza a quien tiene un turno asignado y confirmado pueda inmunizarse contra la pandemia, sobre todo si es personal crítico que trata pacientes con coronavirus.
“Solo se está vacunando personal sanitario, no hay distinción. Se asignaron algunas dosis a algunos intendentes que quisieron vacunarse”, aclaró un vocero del ministerio de Salud.
Lo concreto es que existe un desfasaje en la gestión municipal y el sistema del gobierno bonaerense. Y la dificultad no sería exclusiva de San Miguel, ya que se detectaron algunos incidentes con faltantes de vacunas y turnos asignados en otros distritos, como San Pedro o José C. Paz. La incongruencia puede implicar ineficacias en la distribución de vacunas hacia la población objetivo que tiene prioridad para inmunizarse, como los profesionales que atienden de manera directa a personas contagiadas de COVID-19.
“¿Acaso se vacunó quien no tenía prioridad? Hay mucha gente que trabaja en San Miguel que no quiere hacer la denuncia pública porque tienen miedo a ser echados de su trabajo. Hasta el lunes al mediodía con seguridad estuvieron vacunando en el Larcade y colegas me contaron que a las 2 de la tarde ya no había más vacunas. Pero siguen dando turnos, por ejemplo, para el viernes. ¿Cómo puede ser que lo hagan si ya no hay más vacunas?”, se preguntó Raiti.
“Pongamos que se quedaron sin vacunas un día antes de nuestro turno. Si tienen nuestros datos, ¿por qué no nos avisaron y evitábamos para perder la mañana de trabajo? Fue todo muy desprolijo. Estoy un poco asqueada por cómo nos vienen maltratando al personal de salud, nos estamos muriendo con lo poco que cobramos y pasa esto con la vacuna. Somos ninguneados desde todo punto de vista”, lamentó la médica.
En el municipio de San Miguel insistieron en que no discrecionalidades ni preferencias clientelísticas. “El intendente no se dio la vacuna ni los secretarios de su gabinete. Y tampoco es que hay un furor por conseguirla, diría que es todo lo contrario”, apuntó Cristian Méndez. “No es fácil armar toda una logística para vacunar en tan poco tiempo. Sí creo que tendría haber una mayor coordinación entre los municipios y la provincia”, completó el dirigente de San Miguel.
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