Profesores de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata emitieron un comunicado en el que expresaron su “preocupación por la situación actual” y advirtieron que el personal de la salud “está perdiendo la batalla contra la pandemia” de coronavirus, por lo cual pidieron a la sociedad “no salir más que lo imprescindible”.
“Parece haber dos realidades. Una es la de los hospitales con la lucha brutal y desigual contra la enfermedad y la muerte. Otra, la de las calles y plazas, con cada vez más gente que quiere disfrutar, que reclama sus derechos. La gente que se siente bien por ahora, que no guarda distancias y no se protege. Parecen ignorar el riesgo que existe para ellos y sus familias. La enfermedad acecha. Mañana, ellos podrían ser nuestros pacientes”, se lee en el escrito difundido en las redes sociales del establecimiento educativo.
La carta está firmada por la profesora en Microbiología y Parasitología Judith Bernstein y el profesor en Farmacología Aplicada y cátedra de Terapia Intensiva Arnaldo Dubin. En ella, se hace un diagnóstico dramático de la situación actual.
“Sentimos que los médicos, enfermeros, kinesiólogos y todos los integrantes del equipo de salud están perdiendo la batalla contra la pandemia. El colapso del sistema sanitario está cercano. Los recursos para tratar a los pacientes con coronavirus se están agotando. La mayoría de los hospitales, y en especial las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación. Hay una enorme ansiedad por el número de camas libre de Terapia Intensiva. Los recursos físicos y tecnológicos, como las camas con respiradores y monitores, son cada vez más escasos”, manifestaron.
No obstante, aseguraron que su “mayor angustia” es el recurso humano, “que, a diferencia de las camas y los respiradores, no puede multiplicarse”. Así, en el texto sostuvieron que los intensivistas “se hallan al límite de sus fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos física y anímicamente por el trabajo continuo e intenso”. En estas condiciones, explicaron, son propensos a “cometer errores, que llevan a enfermar y a morir”.
Tras reiterar que el sistema de salud está al borde del colapso, los profesores de la unidad académica subrayaron: “Debemos insistir en explicar a la población, que el aislamiento ha salvado decenas de miles de vidas en nuestro país y en el mundo. Los trabajadores de la salud no podemos derrotar solos a la pandemia. Necesitamos la ayuda del conjunto de toda la sociedad”.
En ese sentido, le pidieron a la sociedad “que reflexione y cumpla con medidas simples pero importantes”, como el distanciamiento social, uso de tapabocas o lavado frecuente de manos. También solicitaron evitar realizar reuniones. “No debemos salir más que lo imprescindible”, concluyeron.
En el parte matutino del Ministerio Salud de la Nación, hoy se indicó que el total de casos confirmados en Argentina es de 417.735 (49,1% mujeres y 50,9% hombres). Desde el último reporte emitido, se registraron 70 nuevas muertes. Hasta el momento, la cantidad de personas fallecidas asciende a 8.730, mientras que el total de altas es de 308.376 personas.
Por otra parte, se informó que 2.273 personas cursan la enfermedad en unidades de terapia intensiva en todo el país, el 69% de ellos en establecimientos de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires, un 8,6% en Córdoba y 3,2% en Mendoza. La ocupación de camas de cuidados intensivos, más allá de la dolencia que explique la internación del paciente, a nivel nacional promedia el 60,6%, mientras que en el AMBA llega al 68,8%.
El comunicado completo de la Facultad de Medicina de La Plata
En el contexto dramático de una de las crisis sanitarias más graves de la historia argentina, profesores de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata quieren expresar su extrema preocupación por la situación actual. Sentimos que los médicos, enfermeros, kinesiólogos y todos los integrantes del equipo de salud están perdiendo la batalla contra la pandemia. El colapso del sistema sanitario está cercano. Los recursos para tratar a los pacientes con coronavirus se están agotando. La mayoría de los hospitales, y en especial las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación. Hay una enorme ansiedad por el número de camas libre de Terapia Intensiva. Los recursos físicos y tecnológicos, como las camas con respiradores y monitores, son cada vez más escasos.
Nuestra mayor angustia, sin embargo, es el recurso humano; la situación en la que se encuentra el personal sanitario que, a diferencia de las camas y los respiradores, no puede multiplicarse. Los intensivistas, en particular, que ya eran pocos antes de la pandemia, hoy se hallan al límite de sus fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos física y anímicamente por el trabajo continuo e intenso, atendiendo cada vez más pacientes. Con el agotamiento físico y mental es más probable que se cometan errores, que llevan a enfermar y a morir, como también ha ocurrido con muchos otros trabajadores de la salud. Estas cuestiones están deteriorando progresivamente la calidad de la atención que habitualmente brindan. Además, el personal sanitario necesita más de un trabajo para vivir y los sueltos están muy lejos de la remuneración que por la enorme dedicación y responsabilidad de su tarea, merecen. Pese a todos estos problemas siguen adelante con un compromiso irrenunciable.
Ahora sentimos que los trabajadores de la salud se van quedando solos, se los está dejando solos. Parece haber dos realidades. Una es la de los hospitales con la lucha brutal y desigual contra la enfermedad y la muerte. Otra, la de las calles y plazas, con cada vez más gente que quiere disfrutar, que reclama sus derechos. La gente que se siente bien por ahora, que no guarda distancias y no se protege. Parecen ignorar el riesgo que existe para ellos y sus familias. La enfermedad acecha. Mañana, ellos podrían ser nuestros pacientes.
Llamamos a la sociedad a que reflexione y que cumpla con medidas simples pero importante, avaladas científicamente: distanciamiento social (permanecer a más de 1,5 metros), uso de tapabocas (cubriendo nariz y boca), lavado frecuente de manos (con agua y jabón o alcohol en gel), no aglomerarse, no hacer reuniones. No debemos salir más que lo imprescindible.
El personal sanitario y el sistema de salud están al borde del colapso. Y si esto ocurre, puede repetirse el escenario que hemos visto en otros países. Debemos insistir en explicar a la población, que el aislamiento ha salvado decenas de miles de vidas en nuestro país y en el mundo. Los trabajadores de la salud no podemos derrotar solos a la pandemia. Necesitamos la ayuda del conjunto de toda la sociedad.
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