La diputada nacional electa por el Frente de Izquierda (FIT) y delegada ferroviaria Mónica Schlotthauer dio positivo a las pruebas de hisopado por coronavirus.
Schlotthauer integró la Cámara de Diputados hasta diciembre de 2019, pero dejó el escaño en enero pasado. Miembro del partido Izquierda Socialista, volverá a ejercer el cargo de diputada en marzo de 2021 junto a Juan Carlos Giordano, cuando ambos reemplacen a los legisladores Nicolás del Caño y Romina del Plá, como parte del acuerdo de rotación de bancas entre los diputados electos del bloque del FIT.
Desde enero de 2020, Schlotthauer volvió a su trabajo habitual como empleada de limpieza en la estación ferroviaria de Once, donde es parte del personal ferroviario que presta servicios esenciales en el Ferrocarril Sarmiento.
Tras dar positivo a la prueba de coronavirus, la diputada electa se encuentra en aislamiento en su domicilio de Isidro Casanova, La Matanza.
“Entre los ferroviarios de todas las líneas ya hay más de 180 compañeros que estamos contagiados y 4 fallecieron. Es alarmante. Somos quienes todos los días prestamos los servicios esenciales y venimos dando pelea tras pelea contra la empresa, la gerencia y el Ministerio de Transporte del gobierno nacional”, indicó la delegada y legisladora electa del FIT.
Según sostuvo Schlotthauer, en el servicio ferroviario “faltan elementos de protección e higiene, licencias, guardias mínimas y también para que se cumplan los protocolos del Ministerio de Salud”.
“Somos los que garantizamos la desinfección de los trenes y estamos alarmados porque el régimen de reservas no garantiza el distanciamiento social en el transporte de pasajeros”, alertó.
Con el contagio confirmado, Schlotthauer se sumó a otros cinco diputados que contrajeron el coronavirus.
El primer caso que se detectó fue el del titular del gremio de curtidores, Walter Correa, que integra el Frente de Todos y ya se encuentra recuperado. Poco después se confirmó el positivo del dirigente social, Federico Fagioli, del Frente Patria Grande y de la CTEP.
No obstante, el caso que más preocupación generó a la Cámara de Diputados fue el que se desencadenó con el testeo del diputado nacional riojano Julio Sahad, quien estuvo presente en el recinto, lo que motivó una serie de medidas preventivas en el palacio legislativo como tareas de limpieza y desinfección en todos los espacios físicos donde pudo haber circulado el legislador.
En esa línea, las autoridades de la Cámara baja ofrecieron la realización del hisopado preventivo por COVID-19 a los diputados Silvia Lospennato, Fernando Iglesias, Facundo Suárez Lastra, Cristian Ritondo, José Luis Ramón y Romina del Plá, ya que todos habían estado en contacto con Sahad. Finalmente, ninguno de ellos contrajo el virus.
Otro de los dirigentes que causaron alarma con su contagio fue el diputado bonaerense Alex Campbell, del PRO. Campbell había estado en una reunión con otros referentes políticos de Juntos por el Cambio como la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, quien también contrajo la enfermedad.
Los últimos dos casos antes de Schlotthauer habían sido el de Miguel Bazze, de la UCR, y Carlos Selva, el ex intendente de Mercedes y miembro del bloque del Frente de Todos. Ambos habían estado en las sesiones parlamentarias en el Congreso y su hisopado se confirmó a comienzos de julio. Los dos dirigentes presentaron un buen estado de salud y un cuadro asintomático.
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