Las primeras imágenes que sorprendieron al mundo salieron de Estados Unidos, donde implementaron círculos de distanciamiento social en sus parques para que la gente pudiera disfrutar al aire libre sin temor a contagiarse el COVID-19. Fue así como el Dominó Park, situado en el bohemio barrio neoyorquino de Williamsburg, y el Dolores Park, una de las zonas verdes más icónicas de la urbe californiana, se vieron inundados por estas delimitaciones blancas sobre el césped.
A diferencia de Nueva York, la ciudad de San Francisco, con 881.000 habitantes, fue la primera gran urbe estadounidense en decretar medidas de confinamiento y los expertos epidemiológicos coinciden en apuntar a esta decisión como una de las claves del impacto reducido que ha tenido el coronavirus dentro de sus límites.
Así, cada una de las familias, parejas o grupos de amigos que se congregaban en ambos parques tenían la sensación de estar sentados sobre una alfombra estampada con figuras geométricas. Las mismas estaban dibujada en tiza, tenían tres metros de diámetro y se repetían cada dos metros y medio.
Dentro de cada espacio está permitido todo aquello que se quiera siempre y cuando no implique entrar en contacto con los ocupantes de otros círculos (no se puede, por ejemplo, pasarse una pelota de uno a otro círculo), pero se puede tomar el sol, leer, hacer estiramientos, malabares o charlar con los vecinos de los otros círculos.
Seducidos por esta iniciativa, que también se extendió a varios países europeos, una concejala del Frente Progresista Cívico y Social impulsó su implementación también en Rosario y el proyecto fue aprobado este viernes pasado el mediodía. “Es una propuesta basada en la necesidad de repensar el uso del espacio público”, dijo la concejala Mónica Ferrero, que integra ese espacio político, antes de ingresar al recinto para tratar el tema.
“La medida consiste en la demarcación del suelo con círculos que ordenen y organicen el espacio verde atendiendo al distanciamiento para minimizar la posibilidad de contagio”, explicó Ferrero a Radio Mitre Rosario. Rosario atraviesa actualmente la fase 5 del aislamiento social, que se presupone una movilidad de la población mayor al 75 por ciento.
La idea busca promover el uso seguro de los espacios públicos para disfrutar de un picnic en grupo, sentarse a tomar sol o poner en práctica una rutina de gimnasia. “La medida tuvo una buena recepción por el Ejecutivo ya que atiende al potencial que tiene la ciudad en relación a los espacios verdes”, indicó el concejala. Según explicó, en Rosario es posible “porque debemos recordar que contamos con 12 metros cuadrados de espacio verde por habitante, cualidad que en su momento la llevó a ser reconocida por el Banco Interamericano de Desarrollo como la más verde de Argentina”.
En esa ciudad santafesina, el 6,3 por ciento de la superficie total de la ciudad pertenece a espacios verdes, entre los que se cuentan: 24 parques y paseos, 121 plazas, 51 plazoletas y 228 espacios verdes menores.
Además, la concejala recordó que el fin de semana pasado, “se observó una gran cantidad de personas que acudieron a los parques y plazas de la ciudad” e hizo hincapié que con esta medida se evitará la aglomeración de gente. “Se trata de un gran aporte para respetar los protocolos sanitarios”, concluyó.
Después de un día sin casos, Rosario volvió a registrar un paciente de coronavirus este jueves por la noche. En tanto, hubo otros dos en la ciudad de Venado Tuerto para totalizar tres en la provincia de Santa Fe en las últimas 24 horas, de acuerdo a la información brindada ayer a la noche por el gobierno provincial, en base al informe presentado por la Dirección Provincial de Epidemiología.
De este modo, la ciudad de Rosario registró su segundo caso en los últimos tres días, y en ambos casos están ligados al baby shower en el que se contagiaron la mujer que lo organizó y que estaba embarazada y ahora cuatro amigas de ella.
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