“La experiencia dice que hay que tenerle un poco de miedo a la cuarentena inteligente. Yo fui muy atacado por varios días porque no miraba las experiencias de Chile y de Suecia, pero se muestra que las cuarentenas inteligentes no eran tan inteligentes”, dijo el presidente Alberto Fernández en un diálogo que mantuvo por videoconferencia con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich.
Agregó: “El virus no diferencia entre inteligentes y menos inteligentes, entre peronistas y radicales, es para todos igual. Y cuando la gente circula, la circulación del virus crece. Yo tengo muy en claro la incomodidad que producen las restricciones, pero tenemos un problema muy serio de circulación”.
Rodeado por el ministro de Salud, Ginés González García, y el secretario de Equidad en Salud, Martín Savignoso, el jefe de Estado aseguró que “las cuarentenas administradas por la tecnología son muy riesgosas, porque el virus actúa con maldad”. “Les estamos pidiendo un esfuerzo adicional en Chaco y en el AMBA porque entró a través de viajes que vinieron desde el exterior y no hay nadie que sea más responsable que otro”, razonó.
“No nos va a perdonar la gente si hacemos de este espantoso momento que nos toca vivir una cuestión política. Sé el malestar que genera en la población, pero cuando hablo con los médicos a veces pienso que son curanderos de la Edad Media porque dicen que el único remedio es quedarse en las casas”, puntualizó Fernández. “El virus circula y cuando circula contagia, la tecnología no ayuda. El virus no nos busca, nosotros vamos a buscar al virus cuando salimos de nuestras casas”, enfatizó.
Se dirigió a Capitancich varias veces por su apodo “Coqui”. “Te conozco hace tanto tiempo, trabajamos en política hace tantos años, pero este es otro idioma. Esto no estaba en la letra chica cuando me dijeron que iba a ser candidato” a presidente, confesó. Y explicó que “en Chaco el problema es igual al que está viviendo el AMBA, y vamos a enfocarnos en la resolución como lo estamos haciendo en la zona metropolitana de Buenos Aires”. “Y vamos a sacarlo adelante, no lo dudes”, le transmitió al gobernador.
Capitanich le pidió “un esquema de Gendarmería nacional para el mes de julio, necesitamos más terapistas, más médicos clínicos y especializados, kinesiólogos y terapistas especializados para casos críticos”. Y reconoció: “Las provincias aledañas tienen menos casos que nosotros. Somos el peor del grado, hicimos el máximo por contener pero la verdad que estamos aquí firmes, apoyando la decisión suya de salvar vidas, estamos en el mismo sendero. Nos parecía muy importante que vengas, pero tu palabra es muy importante para los chaqueños y para este tiempo que viene”.
Media hora más tarde de lo esperado, el Presidente comenzó la videoconferencia con el gobernador Capitanich que necesitaba especialmente un respaldo político en medio de las críticas que vive en su provincia por su manejo de la pandemia, que ayer alcanzó 1.972 casos confirmados y 96 fallecidos.
Chaco anunció un plan de acción sanitario en Resistencia, donde se concentra la mayor cantidad de contagios, para el que obtuvo 73 millones de pesos que la Nación prometió girar como parte de un aporte no reintegrable del Programa de Asistencia Financiera para la Emergencia dispuesto por el Gobierno nacional, con “recursos provenientes de fuentes de financiamiento como el FONPLATA y la Corporación Andina de Fomento”, según precisó Capitanich a los medios locales.
El Gobernador informó que trabaja en el reintegro de la inversión que realizó la provincia por un monto cercano a los 300 millones de pesos en concepto de insumos, medicamentos y acciones para enfrentar la pandemia. En otra línea, mencionó que trabaja con el Ministerio del Interior en proyectos de financiamiento por 15 millones de dólares que incluyen iniciativas para el desarrollo de proveedores rurales, el fortalecimiento de electrificación rural, obras de fibra óptica y conectividad, entre otros que están en análisis, según el detalle que brindó el diario Norte.
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