Alberto Fernández se prepara para dar un paso crucial en su Presidencia. A pocos días de cumplirse los 100 días de la cuarentena, tomó la decisión de anunciar hoy mismo una vuelta de tuerca al aislamiento obligatorio, una medida que sabe arriesgada pero que considera inevitable desde el punto de vista epidemiológico y -a un tiempo- político. El anuncio lo realizará hacia la noche, después de una agenda cargada que concluirá con la reunión que tendrá con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, con quienes afinará la decisión que ya tomó.
Es que el Presidente tiene el pulso local, donde las opiniones están divididas en torno a su manejo de la pandemia, pero también está atento con las repercusiones internacionales. La poca cantidad de contagios y de fallecidos por la pandemia en la Argentina genera elogios en el exterior, lo que se reproduce en destacados medios internacionales como Financial Times o Bloomberg. La comparación con su par brasileño, Jair Bolsonaro, es inevitable.
Lo que aquí muchas veces se hace inexplicable, tal vez por la falta de voceros creíbles y bien argumentados, en los organismos internacionales, los países vecinos y aún en los avanzados, se comprende muy bien. Fernández decidió una cuarentena anticipada y eso evitó muertes, números concretos que son valorados en el exterior, aunque exige a los argentinos un esfuerzo descomunal en términos económicos y psicológicos, que el Presidente espera saldar en su anuncio con un discurso más empático.
Ambas cuestiones son las que tuvo la oportunidad de conversar ayer con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quien le resumió las incógnitas que su gestión genera entre en el exterior, bien en pandemia y mal en economía, por los peligros populistas que se exhibieron ante el anuncio de expropiación y las demoras por cerrar el acuerdo con los bonistas.
A las 12, el Presidente tiene previsto inaugurar por videoconferencia una planta de Pampa Energía en Marcos Paz y el almuerzo lo va a compartir con Béliz, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi. Seguramente se sumará el asesor presidencial Alejandro Grimson, que estuvo trabajando con su equipo en torno a líneas discursivas para el anuncio de la noche.
Por la tarde, escuchará a los infectólogos, que lo visitarán acompañados por el ministro de Salud, Ginés González García, y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti. Y, seguramente a las 19, se encontrará finalmente con Kicillof y Rodríguez Larreta.
Un rato después, acompañado por ambos, dará el anuncio en el salón de conferencia de la Residencia de Olivos. En principio sería a las 20, pero nadie quiere arriesgar la hora, que podría ser todavía más tarde, quizás a las 21. De todos modos, trascendió, el Presidente quiere salir de esa sensación de tener a la opinión pública en vilo, colaborando en la ansiedad que provoca la incertidumbre, lo que provoca tensión en las familias.
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