La cifras en descenso de muertes y casos por contagio son alentadoras en España, es por eso que poco a poco y de manera cautelosa las actividades comerciales, sociales e incluso turísticas internas recobran su ritmo.
Esta semana el gobierno de Pedro Sánchez dio inicio a la fase 2 del desconfinamiento. No obstante, las restricciones definitivas -como la apertura de fronteras- terminarán definitivamente el 22 de junio, aunque las regiones de mayor conglomerado podrían mantener algunas medidas.
“Después de 72 días de confinamiento salir de encierro y poder caminar por las calles es un sensación inigualable. España está entrando en primavera, los días lindos acompañan y eso alienta a retomar las actividades sociales ", reconoce Manu Guija, argentino, periodista de viajes y residente en la capital española desde marzo de 2019.
El cambio de fase conlleva modificaciones, la principal es pasar del aislamiento al distanciamiento social. “Desde el inicio de la fase 2 ya no hay horarios restrictivos para circular. Podés ir a un restaurante cuando quieras o hacer ejercicio al aire libre en grupo de hasta 15 personas", detalló Guija.
Tampoco es obligatorio el uso del tapabocas ."Es una sugerencia para circular fuera de casa, a la hora de entrar a los comercios o lugares cerrados sí es indispensable. Lo que se percibe es que la gente cuando no te ve con un barbijo te esquiva por la vereda”, relata.
También los bares y restaurantes pudieron atender las mesas en el interior pero con el 50% de los clientes. “Es cierto que cada vez se ven más madrileños saliendo, incluso haciendo colas para restaurantes o para tomarse una caña o comer un bocadillo, como le dicen acá. También dedicándose a la actividad física o reunidos en los parques, e incluso haciendo visitas a museos como el de Prado, o el Thyssen y el Reina Sofía, pero siempre respetando el aforo. Madrid es una ciudad muy turística y aún no ve lugares aglomerados”.
En esa línea el presidente de España, Pedro Sánchez, anunció que habrá temporada turística este verano boreal, por lo que llamó a los españoles y a los visitantes extranjeros a planear sus vacaciones, una medida que beneficiará el sector.
Alejandro, gerente del icónica taberna Patio de Leones, con un menú tradicional de la geografía española, compartió con Infobae la alegría de volver a recibir público. “Estamos muy contentos porque la gente nos está apoyando. Hay medidas que han llegado para quedarse como el uso de barbijo... ahora la sonrisa se deja entrever por los ojos”, reconoce.
Las rutinas de higiene preventiva, tanto para empleados como para clientes, son más estrictas que nunca. "Para poder sentarse hay que pasar el control de temperatura. El uso de del alcohol en gel a toda hora. Siempre fue nuestra prioridad pero no se la mostrábamos explícitamente a los clientes, hoy es una manera de transmitirles la confianza”.
“Hay bastante demanda en los restaurantes, en ciertos horarios hasta filas, la gente extrañaba poder sentarse a comer algo”, cuenta.
Al perder capacidad -debido al distanciamiento social- instalaron pequeños invernaderos para para ofrecer a los futuros clientes de su restaurante un comedor privado. A su vez este local, al igual que varios de la zona, adoptó las cartas digitales que se acceden escaneando con el teléfono el código QR. “Es ecológico, sustentable y evita estar tocando la superficie de un menú”.
Mientras no se pueda viajar al exterior, Manuel Guija le propone a Infobae un recorrido por los símbolos de la ciudad para mostrar cómo lentamente recobran visitas . "Elegí Puerta de Alcalá, la Plaza de Cibeles y la Plaza Mayor porque son la tres postales donde transcurre la vida en Madrid”.
La Puerta de Alcalá, también conocida como el arco de entrada de bienvenida a la ciudad, fue construida por mandato de Carlos III en 1778. Pegado a esta se encuentra el famoso Parque de El Retiro, otro ícono turístico. “A esta altura del año tendría que estar explotado de gente pero aún hay cierta cautela”.
En menos de dos minutos a pie por la Calle Alcalá se llega a la Plaza de Cibeles, donde esta la famosa Fuente de Cibeles, en honor a la diosa, y rodeada por los edificios históricos Palacio de Linares (Casa de América), del Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Banco de España y Palacio de Cibeles (actualmente del Ayuntamiento de Madrid).
“El 15 de mayo se inauguró un pebetero en la calle de Alcalá, frente a la fuente de Cibeles y el Palacio de Cibeles. Con una llama eterna serán recordadas las víctimas de la pandemia en la capital. Al pie, una placa donde podrá leerse ‘Vuestra llama nunca se apagará en nuestro corazón. En homenaje a los fallecidos durante la pandemia’”.
En más de un momento se rinde homenaje a los más de 27,136 muertos que dejó la pandemia.
El recorrido concluye en la popular Plaza Mayor de Madrid. Arquitectónicamente no solo es un lugar para admirar por su estilo barroco y sus terrazas sino un “punto de orientación para visitar otros barrios”.
“En temporada alta previo a la pandemia es un punto clave y convocante, lleno de turistas o de gente que va a trabajar. Hay un gran ambiente y movimiento casi las 24 horas".
De un lado están las boutiques, muchas aun siguen sin abrir y las que sí lo hicieron siguen un estricto protocolo. “No se ven largas colas de gente comprando, está bastante tranquilo”.
En esta zona donde también hay una variada oferta gastronómica, la pandemia impactó de lleno a nivel económico. “Los locales no están obligados a abrir sus puertas, y muchos de ellos decidieron no hacerlo porque no es redituable”.
“Se vive el cambio pausado y lento, pero hay buen ánimo”, reconoce Manu. "Se vivieron meses muy duros. Creo que viviendo esta experiencia de antemano, solo le puede decir a los argentinos que falta menos para salir. Hay que aguantar un poco más”.
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