Los pasillos semi vacíos del tercer piso del hospital de Clínicas son un indicador del efecto del Covid-19 sobre otras enfermedades. Allí se atienden hoy el 40 por ciento de las personas que lo hacían antes de la cuarentena. En marzo,esa cifra era aún menor: apenas el 20. Lo mismo sucede con el departamento de hemoterapia que dirige la doctora Alejandra Vellicce, tucumana, recibida en la Universidad Nacional de su provincia, que tiene 52 años y 20 en entre los azulejos celestes del Clínicas. De tener una lista de requerimiento de sangre para unas 25 personas diarias, cayó a 10.
En el fondo de la habitación, un aparato ostentoso espera entre dos camas a los pacientes recuperados de Covid-19 que puedan donar plasma. Es una de las esperanzas más firmes en la lucha contra la enfermedad. O, por lo menos, contra el estadío más grave de la infección. Lo que podría aliviar el gran temor de una saturación de los respiradores del sistema de salud. la doctora Vellicce es una de las promotoras de esta donación, pero se encargará de bajar un poco el entusiasmo. Es médica, realista.
Bajo su dirección trabajan 45 personas. “Estamos las 24 horas los 365 días del año -cuenta-. Ahora hay diez personas con licencia epidemiológica porque tienen factores de riesgo y no pueden venir a trabajar. Nos dividimos en grupos. Si alguno se infecta, evitaremos que el banco de sangre se afecte en forma completa, porque es un servicio esencial. Seguimos haciendo transfusiones en general con grupos oncológicos, cardíacos y de otras afecciones”.
Por fortuna, o mejor dicho, porque aplican a conciencia los protocolos de protección, nadie del equipo de hemoterapia se contagió con éste coronavirus. Hubo un aislado porque tuvo contacto con un infectado en otro centro de salud, pero dio negativo. En todo el Hospital de Clínicas (que depende de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires) un sólo profesional de la salud se contagió allí. Hubo otros médicos que dieron positivos, pero adquirieron el virus estando de viaje. Tienen reservadas 200 camas para enfermos de Covid-19. Hasta el momento, el 50 por ciento de ellas están ocupadas entre pacientes positivos y sospechosos. Y en terapia intensiva hay 50 respiradores de los que 20 están en uso. Como la curva de contagios va en aumento, la próxima semana recibirán 25 respiradores más, les prometieron.
Para llegar a recostarse en la cama y que le extraigan plasma, los pacientes deben pasar por un estricto protocolo. Primero, cumplir con las consignas comunes a cualquier donación de sangre: “Por ejemplo, no haber tenido una cirugía en el último año, ni tatuajes, o si es hipertenso dependerá de la medicación con que se controlen la presión. Si toman betabloqueantes quedan descartados, porque baja mucho la frecuencia cardíaca. Si una mujer es multípara, con más de dos o tres embarazos, también, porque generan anticuerpos contra un sistema de glóbulos blancos llamados HLA, y esos anticuerpos pueden generar complicaciones a nivel respiratorio. Y si vamos a tratar a pacientes con problemas precisamente respiratorios, no podemos correr ese riesgo”.
Otro filtro es la edad: hay que tener entre 18 y 65 años. Luego se pueden contactar a través del mail plasmacovid@hospitaldeclinicas.uba.ar o del teléfono 113614-2839 de lunes a viernes de 9 a 13 horas. Allí les preguntarán qué síntomas tuvieron y si ya tienen todos los estudios realizados. “El objetivo es cuidar tanto a la persona que va a donar el plasma como a quien lo va a recibir. Esto es una transfusión y se pueden transmitir infecciones. No es 100 % segura si no se toman recaudos”.
Una vez allí, se constara que no tengan otra enfermedad que les impida donar y se evalúa si se hicieron un hisopado y el análisis PCR en busca del virus. “Nosotros puntualmente pedimos dos hisopados negativos. Una vez que los tiene, le tomamos una pequeña muestra de sangre y buscamos anticuerpos, porque no todo el mundo los genera”.
Primer golpe: “sólo siete de cada diez personas que tuvieron Covid-19 van a generar anticuerpos, el resto no”, explica Vellicce.
-¿De qué depende eso?
-No lo sabemos.
-En el reporte del jueves por la mañana se hablaba de 5.993 personas recuperadas de Covid-19. ¿Quiere decir que el 70 por ciento de ellas, menos quienes tengan otra característica que les impida donar, están en condiciones de hacerlo?
-Con nosotros se comunicaron 200 personas, de las cuales 100 hicieron la entrevista de calificación. De esas tenemos 50 en estudio y 30 son potenciales donantes. tienen anticuerpos.
-¿Y cuantos donaron efectivamente?
-Sólo 4. Es muy poquito, sí. Pero pensemos esto. En la Argentina, los contagios empezaron en marzo. Para donar plasma tienen que pasar, mínimo, 30 días de estar recuperado. Si fuera sangre, serían 90. Después llega la etapa de evaluación, que lleva prácticamente un mes más. Y hay gente a la que le repetimos los estudios, porque como pedimos dos, uno puede dar negativo y el otro positivo. Eso los pone otra vez en la primera etapa. Y algo importante: hace 30 días, el número de recuperados era de 1.442 personas.
-¿Esperan que se incrementen los donantes?
-Si. Hace un mes que venimos trabajando en la convocatoria. Empezamos con muy poca gente que se contactó, por eso es importante difundirlo y que sepan que cuando están recuperados. potencialmente pueden donar.
-¿Con qué frecuencia pueden donar?
-Se puede dos veces por semana y no más de 24 veces al año. Pero tienen que tener cuidado, porque en el plasma tenemos proteínas y la más importante es la albúmina. Entonces, cuando alguien dona habitualmente plasma, se deben hacer controles de los valores a los que está esa proteína.
-¿Los pacientes recuperados son receptivos o reacios a hacerlo?
-Los que vinieron de viaje o fueron repatriados se sintieron muy discriminados. Y el hecho de venir a donar los hace sentir mejor, porque la pasaron bastante mal, fueron estigmatizados. Por suerte, la gente se está contactando más.
-¿Como se separa el plasma?
-Se hace por centrifugación. La sangre tiene distintos componentes: glóbulos rojos, plasma, plaquetas, globulos blancos, y cada componente tiene un peso. La fuerza centrífuga actúa sobre ese peso específico, los separa. Con el separador celular extraemos sangre; con un anticoagulante se separan los componentes, nos quedamos con una parte del plasma y el resto de la sangre se devuelve por otra vena.
-Así como hay personas que son “super contagiadoras”, ¿también los hay “super donantes”, que pueden dar más cantidad de anticuerpos, o todos generan más o menos los mismos?
-Hay distintos “títulos” de anticuerpos, como se los llama. Unos tienen 310, otros 640 por ejemplo. Algunos tienen mayor cantidad, sí.
-¿Qué significa eso para el receptor?
-A más anticuerpos se espera una mayor respuesta. pero todavía no hay resultados precisos qué sucedió con los pacientes que recibieron plasma. No se sabe exactamente ni la dosis que se debe administrar ni la cantidad de anticuerpos que se necesitan. Una persona dona entre 200 y 600 mililitros de plasma. Si dona 600, se fraccionan en unidades de 200 cada una. Y la dosis que recibirá un paciente serán dos de esas unidades de 200 mililitros. El objetivo, además, es que sea de dos personas distintas.
-¿Por qué?
-Porque no conocemos exactamente las características de los anticuerpos.
-Pero hasta el momento, por lo que se lee y escucha en otros países e incluso en pacientes que recibieron acá, el plasma es lo más efectivo contra el Covid-19...
-Todavía no se terminaron los estudios para saber si es efectivo. Esto es un proyecto de investigación, donde uno de los objetivos es verificar la eficacia. del plasma y su seguridad. Nosotros vemos que a las 24 horas de transfundirse la primera unidad, según reportes, los pacientes tienen mejoría en la fiebre o dejan de tenerla. Pero no sabemos si alcanza para que se curen. Eso se podrá estudiar cuando haya una gran cantidad de pacientes. Lo ideal sería comparar este tratamiento con otro, o con lo que se llama un grupo de control, a los que no se les debería dar ningún tipo de tratamiento. Pero se imagina que en este caso es imposible que a pacientes graves o moderadamente graves no se los intente salvar con todo lo que haya a mano.
-Lo concreto entonces, más allá de la incógnita de la cura total, con el plasma hay una mejoría.
-Si, pero tenemos que evaluar ciertos parámetros. Porque los pacientes que reciben plasma también reciben otro tipo de tratamiento. Entonces, ¿a qué le atribuimos la mejoría? ¿Al plasma o al otro tratamiento? No hay nada específico contra el Covid-19. Entonces, de vuelta: deberíamos estudiar a una personas con el tratamiento disponible y a otro con el mismo, mas el plasma.
-Entiendo. Pero si hay una mejoría, se conseguiría uno de los objetivos que hoy dependen de la cuarentena: evitar que se ocupen las camas de terapia intensiva.
-Si, pero en esta enfermedad no sabemos con exactitud porqué la mayoría de los contagiados son leves, y porqué hay otros que se infectan y tienen una evolución más rápida y un mayor compromiso que otros. La idea de la cuarentena es evitar eso, exacto, porque si todos enfermamos en forma moderada o grave, vamos a estar internados y vamos a necesitar respiradores. El Covid-19, provoca que el organismo genere una sustancia llamada citoquina. En los pacientes críticos se produce una “tormenta de citoquina”, que provoca una inflamación generalizada que compromete muchos órganos.
-¿Y qué efectos tendrían los anticuerpos al inyectarse en un paciente?
-Son anticuerpos neutralizantes. Lo que esperamos es que inactiven el virus para que, precisamente, no genere la liberación de citoquina.
-Por último, ¿cómo le cayó la solicitada donde se dice que estamos en una “infectadura”?
-Esa calificación fue muy desafortunada. La pandemia no distingue. Esto tuvo un gran impacto, y gracias a tener un ministerio de Salud pudimos organizarnos, trabajar y evaluar la situación de los pacientes para armar un banco de plasma, porque se está comenzando a incrementar la cantidad de infectados y los potencialmente graves.
Donde donar:
Para contactarse con el servicio de hemoterapia del Hospital de Clínicas: a través del mail plasmacovid@hospitaldeclinicas.uba.ar o all teléfono 113614-2839 de lunes a viernes de 9 a 13 horas.
Otros centros de extracción de plasma para luchar contra el Covid-19
CEMIC: (011) 52991500 o escribir un mail a donacionplasmacemic@gmail.com
CUCAIBA: comunicarse al 08002220101 (
Hospital El Cruce (Florencio Varela): clubdedonantesvoluntarios@hospitalelcruce.org
Hospital Durand (CABA) durand_hemoterapia@buenosaires.gob.ar
Fundación Hematológica Sarmiento: plasmacCOVID@fuhesa.org.ar
Hospital Alemán: (011) 4827-7283
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