En el marco de las actividades solidarias que se desarrollan en las cárceles dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) ante la pandemia de coronavirus, un grupo de internos de la unidad penitenciaria 48 de San Martín, confeccionó 2.800 tapabocas que serán donados a los vecinos de los barrios carenciados de la zona a través del Padre Pepe.
Los tapabocas, que son de tres talles distintos y de los cuales 1.000 son para niños, serán llevados a las parroquias Inmaculada Concepción, San Juan Bosco y San Cayetano de la localidad José León Suárez del partido de General San Martín.
Luego, la fundación Hogar de Cristo del cura José María Di Paola, más conocido como el Padre Pepe, referente de los curas villeros, se encargará de la distribución entre vecinos de la zona que los necesiten.
La elaboración de estos elementos de protección comenzó la semana pasada. Carlos, un detenido del lugar que tiene conocimientos básicos en el uso de la máquina de coser, es el encargado de un curso no formal de costura que ofrece una capacitación otros reclusos.
El curso, que se desarrolla de lunes a viernes de 10 a 16, cuenta con la participación de 15 internos. Con la llegada de los materiales provistos por la fundación mencionada, los trabajos de corte, confección, armado y empaquetado empezaron el 27 de mayo y se extenderán hasta el 30 de junio, con 150 horas de duración.
“Frente a la pandemia y con todas las medidas de bioseguridad que establece el protocolo, los internos cortaron y cosieron telas bajo el molde de tapaboca, con el fin de donar su producción para que los vecinos puedan tener elementos de protección y prevención del virus”, apuntaron desde el SPB.
El proyecto es impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense y coordinado por autoridades penitenciarias en conjunto con Hogar de Cristo.
“La actividad forma parte de las capacitaciones en oficio que se promueven desde la Subdirección General de Trabajo y desde Dirección General de Asistencia y Tratamiento del SPB, con el fin de brindar herramientas útiles a los internos para su reinserción social al tiempo que realizan una tarea solidaria en pos del bienestar de la sociedad”, indicaron las autoridades penitenciarias.
Una experiencia similar se desarrolla en la cárcel de Bárker, en la que los presos y agentes penitenciarios participan junto a otros ciudadanos de la ciudad de Tandil de un proyecto solidario con la producción de tapabocas que serán donados por la Asociación Civil Los Mirmidones.
Esta asociación tiene más de tres años de vida y está compuesta por ciudadanos de diferentes instituciones deportivas, judiciales y culturales de la localidad tandilense, integrando también a internos alojados en el pabellón N°1 de la Unidad 37.
Ante la propagación del coronavirus, las autoridades del SPB y de Los Mirmoidones acordaron la producción de tapabocas. Desde la asociación aportan tela, hilo, y máquinas de coser constituyendo un taller de costura en las instalaciones del centro de formación profesional con 16 internos y 4 funcionarios.
Hasta el momento, llevan confeccionados más de 6.000 barbijos donados a diferentes instituciones de la ciudad. Al igual que en el penal de San Martín, en Bárker también son 15 los detenidos, de diferentes pabellones, que participan en el proceso. Los barbijos que fabrican son doble capa y tricapa. Su horario de trabajo es de 9 a 16.
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