Dos llamados realizados al 911 alertaban sobre una reunión con música a todo volumen y detonaciones de armas de fuego en una casa del partido bonaerense de Merlo. Uno de los vecinos incluso aseguró que un disparo había impactado en la luneta de su Volkswagen Fox estacionado en la calle.
El hecho ocurrió este jueves por la madrugada y para sorpresa de los efectivos policiales, al concurrir a la vivienda denunciada, se encontraron con que ese lugar se estaba llevando a cabo una fiesta y los protagonistas eran colegas de la Bonaerense.
Al ingresar al domicilio los policías identificaron al dueño de casa, un oficial del Comando de Patrullas de Moreno, quien estaba junto a otros seis policías y dos civiles participando de una fiesta a pesar de la prohibición decretada ante la pandemia de coronavirus.
Tras secuestrar el arma reglamentaria del dueño de casa, una pistola Bersa Thunder con cargador y 17 proyectiles, dispusieron el traslado de todos los presentes a la seccional local para iniciar las actuaciones de rigor, aunque luego cada uno retornó a su domicilio.
Un jefe policial reveló a Télam que los peritos que trabajaron más tarde en ese domicilio, situado en Azopardo e Independencia, hallaron al menos diez impactos de bala en paredes de viviendas contiguas.
Los siete policías fueron sumariados y quedaron imputados en una causa federal por violación al artículo 205 -referido al incumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el coronavirus- al determinarse que participaban de una reunión de amigos que se salió de control y terminó a los tiros. Además, al policía dueño de la casa se le abrió una causa por averiguación de ilícito.
En tanto, Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires inició un sumario para evaluar la conducta de los efectivos y disponer eventuales sanciones, al tiempo que ordenó el apartamiento de sus funciones del policía dueño de la vivienda mientras sigue adelante la investigación.
No es la primera vez que policías se ven involucrados en un escándalo de este tipo. Días atrás, unos seis efectivos de La Pampa se juntaron en una zona rural para festejar el cumpleaños de uno de ellos y comer un asado. Todos ellos fueron demorados y posteriomente sancionados.
En Catamarca, también se produjo un hecho similiar que involucró a cuatro uniformados que realizaron una fiesta privada. Pero a diferencia de La Pampa, los policías catamarqueños -un oficial inspector, un oficial ayudante, un cabo primero y un agente- ofrecieron resistencia y terminaron arrestados, según informó la agencia T
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