El mostrador de la agencia de Gustavo O’Connor cuenta con un vidrio que funciona como barrera de protección, el piso está señalizado con una cinta que indica que el apostador debe permanecer a 0,50 metros de la persona que ingresa las apuestas y a 1,5 metros de los demás clientes, en la puerta se exhibe un cartel que indica que no pueden ingresar más de 6 personas a un mismo tiempo al local y el alcohol en gel está a disposición del público.
O’ Connor, un agenciero oriundo de la localidad bonaerense de San Andrés, trabajó contra reloj para adaptar su comercio de acuerdo al protocolo sanitario de COVID-19 que le exigió la Lotería de la Provincia de Buenos Aires con la esperanza de poder reabrir el jueves 14 mayo.
Después de permanecer casi dos meses con las persianas bajas, le informaron que la vuelta a la actividad sería de lunes a viernes, a partir de las 11 horas y con tres sorteos diarios: matutino (a las 14 horas), vespertino (17.30 horas) y nocturno (21 horas). Pero dos horas después de la habilitación del sistema, le llegó un aviso on line que advertía que se volvía a postergar la apertura hasta nuevo aviso por “razones sanitarias”.
“Fue un papelón, jugaron con nuestra salud mental. Estábamos felices de volver a trabajar pero decidieron cortar el sistema sin previo aviso. Y la gente que ganó con sus apuestas tampoco pudo cobrar su premio”, contó a Infobae O’ Connor, que se dedica al rubro desde hace 30 años en el partido de San Martín. ¿El número más jugado de la jornada? El 19, por el COVID.
Como la suya, hay otras 4300 agencias de loterías distribuidas por toda la Provincia que se quedaron sin ingresos a raíz de la cuarentena obligatoria. “La mayoría somos emprendimientos familiares, hay otras que tienen que enfrentar los gastos que generan los empleados y están las que tienen que pagar un alquiler. Después del primer mes, la situación económica se volvió difícil y estábamos muy expectantes con este regreso”, admitió O’ Connor con indignación.
¿A qué se debió esa marcha atrás? Para Marcelo Iglesias, presidente de la Cámara de Agentes Oficiales de Lotería y Afines Bonaerenses (CAOLAB), fue una medida que se puso en práctica “sin ninguna reglamentación, motivada por la presión de los dueños de las agencias y Lotería”.
“Fue una decisión apresurada y faltó la comunicación oficial del gobierno bonaerense a los municipios. La resolución nunca fue publicada en el Boletín Oficial y los agencieros nos enteramos por el boca a boca de que estábamos autorizados a abrir a última hora del miércoles 13. Incluso a los propios intendentes les llegó un aviso de la gobernación ese mismo jueves a la mañana, y como ellos no habían sido consultados pidieron que se reviera la medida”, explicó Iglesias a Infobae.
Mientras las agencias levantaban las jugadas, los jefes Comunales estaban reunidos con el gobernador Axel Kicillof analizando los avances de las pandemia y las medidas implementadas en cada distrito. Sorprendidos por la habilitación de esos comercios no esenciales en momentos donde los casos van en aumento y se acerca el pico de curva, se decidió aplazar su apertura.
“Los intendentes dijeron que, dado el contexto epidemiológico, no quieren que haya más gente en la calle de la que ya hay. Pero desde la Cámara planteamos que se trata de negocios de paso. Es decir, los que van a comprar al almacén o la carnicería, pasan por acá y se juegan un número. No es que los clientes tienen que tomarse un colectivo para llegar a la agencia. Somos comercios de proximidad”, remarcó Iglesias ante la preocupación de los municipios.
Ante esta situación, los intendentes del conurbano -principalmente Quilmes, Berazategui y Florencio Varela- dejaron bien en claro que evaluarán el tema de los permisos cuando ellos consideren que estén en condiciones de hacerle frente al pico de demanda del sistema sanitario; que está previsto para fines de mayo o principios de junio.
Pero también fueron varios los mandatarios del interior de la Provincia que elevaron un pedido al gobernador para habilitar este rubro. “General Pueyrredón, Tornquist, Tres Arroyos, Puán, Lobería, Coronel Suárez, Tandil y Olavarría le enviaron cartas a Kicillof para que considere la reapertura de estos comercios siguiendo los protocolos vigentes”, contó el representante de los agencieros.
Frente a esta disparidad de posiciones y viendo que el virus se propaga con más fuerza en el área metropolitana, desde la Cámara de Agencieros propusieron que la apertura de estos comercios se vaya autorizando de manera gradual en aquellos distritos donde no hay infectados, ni circulación comunitaria ni casos en los últimos 15 días.
“En San Nicolás de Los Arroyos no se registran casos desde hace un mes. El intendente extendió el horario comercial hasta las 21 horas, permitió que los locales también abrieran los sábados, este fin de semana volvieron las salidas recreativas y a partir del martes las empleadas domésticas volverán a trabajar”, contó Ignacio Váquez a Infobae, quien inauguró su local el 1º de marzo y solo pudo trabajar 19 días.
De profesión abogado, decidió invertir sus ahorros en una agencia para que su mujer se hiciera cargo del negocio. “Estoy desesperado. Tengo 50 mil pesos de gastos fijos con el alquiler, la empleada y los servicios; y hace dos meses que estamos cerrados”, se lamentó, mientras observa cómo la quiniela clandestina va ganando terreno en su barrio.
“Yo sigo sin facturar, tuve que invertir 20 mil para readecuar la agencia de acuerdo al protocolo sanitario y veo cómo todos los días pasa un hombre en bicicleta sin ninguna protección levantado quiniela. Es una burla”, resaltó.
La proliferación del juego ilegal en medio de la cuarentena es otro de los temas que más preocupa a los agencieros ya que todos los sorteos del país siguen vigentes (Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Montevideo), excepto Buenos Aires y Neuquén.
“El juego clandestino volvió a resurgir y está en su mejor momento. Y si nosotros no trabajamos, el gobierno provincial y los municipios dejan de percibir los ingresos que son destinados a acción social, salud y seguridad”, alertó Iglesias.
Mientras los agencieros insisten con su reclamo, la problemática de este rubro no esencial volvió a quedar en stand-by, al menos hasta después del 7 junio, porque cuando el gobernador Kicillof anunció la extensión de la cuarentena se negó a habilitar nuevas actividades. Por el contrario, dijo que el transporte público solo podrá ser utilizado por los trabajadores esenciales y que el comercio habilitado seguirá siendo el barrial y esencial.
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