Luego de que la Ciudad de Buenos Aires pusiera en marcha gran parte de su actividad comercial e industrial, varios intendentes del conurbano bonaerense mostraron su disconformidad con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por el riesgo de contagio comunitario ante el aumento de circulación entre Capital y Provincia.
De acuerdo a estadísticas oficiales, más del 50% de los puestos de trabajo de CABA son ocupados por gente que vive en el conurbano. Eso equivale a 1,3 millones de bonaerenses.
Alerta por esta situación, una de las más críticas hacia la postura adoptada por Larreta fue la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien alertó que “habilitar comercios es poner en riesgo a la población”. Además, hizo hincapié en que “muchas de esas personas que deben trasladarse desde el conurbano hacia la ciudad para trabajar deben utilizar el transporte público”, lo que generaría exponerlos a un riesgo mayor teniendo en cuenta que en ese distrito “hay circulación comunitaria” y es el que más casos tiene en todo el país.
“Es un riesgo que hay que consensuar antes de decir ‘abrimos todo’. No es basarse en críticas a la ciudad sino tomar una postura para cuidar a nuestros vecinos y a las personas mayores. Es poder plantear con seriedad y responsabilidad lo que debe suceder para cuidar a la población y controlar la curva”, remarcó.
Ponderó la construcción de 11 nuevos hospitales a nivel nacional, uno de los cuales estará en su municipio y tendrá 74 camas, y dijo que en Quilmes “se está trabajando para poder responder desde el sistema de salud público y no tener que elegir a quién ponerle un respirador, como vemos en Europa, Guayaquil o EEUU”.
Aunque sabe que Rodríguez Larreta tuvo conversaciones con el presidente Alberto Fernández y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, antes de decidir flexibilizar la cuarentena, Mayra Mendoza dijo que ella se guía por el discurso que dio el Jefe de Estado el viernes pasado. “Hay que cuidar lo logrado”, recordó al ser entrevistada en Radio Rivadavia.
Al igual que Mendoza, otros jefes comunales peronistas criticaron la decisión del Gobierno porteño. Ellos son el intendente de Berazategui, Juan José Mussi; de Florencio Varela, Andrés Watson; y de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
Si bien la intendenta, por el momento, no anunció ninguna medida específica al respecto, su par de Berazategui propuso cerrar “los accesos” entre el conurbano y la Capital. Mendoza sostiene que es imposible controlar si los trabajadores del conurbano van a la Capital, aunque eso esté prohibido, salvo para los que se desempeñan en actividades esenciales
En respuesta; el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, dijo este sábado en diálogo con radio Mitre que la movilidad entre la Ciudad y la provincia sólo aumentó entre 3 y 4 puntos esta semana. “La movilidad habitual entre ciudad y provincia es de 6,3 millones de personas y hoy estamos en un 30 por ciento con 1.800.000 personas. La semana pasada era del 25 por ciento y esta semana, con las nuevas actividades, subió sólo 3 puntos el martes y 4 puntos el miércoles”, precisó el funcionario.
“Hay un aumento pero no mucho más de lo que venía sucediendo”, minimizó Santilli y explicó que el incremento de casos que se registró en los últimos días en la ciudad “tiene que ver con una situación de 10 días atrás, nada que ver con lo que pasó esta semana”.
En ese sentido, si la población de la Capital se ha tornado contagiosa, algo que es muy discutible a esta altura, no es por los efectos de la medida que critican Mendoza y Mussi, ya que esos datos aún se desconocen.
Con respecto al cierre abrupto de negocios que provocó la pandemia por coronavirus, Mendoza contó que en su distrito habilitaron el sistema “Quilmes compra en casa”: la gente hace los pedidos por teléfono y luego los pasa a buscar por el local en cuestión. “Eso ayudó mucho a los comerciantes a sostener sus costos fijos y a fomentar las ventas”, dijo.
En cuanto a las fábricas -en su municipio hay muchas textiles-, contó que pusieron en contacto a los propietarios de las mismas con los dueños de transportes escolares para que se pusieran de acuerdo en el traslado de los trabajadores sin sobrecargar el transporte público.
Si bien admitió que en estos dos meses de cuarentena bajó considerablemente la recaudación, se mostró agradecida por la ayuda económica que viene recibiendo del gobierno nacional y del provincial. “Por el momento no se ha puesto en riesgo el pago de salarios de ningún municipio”, aseguró.
Mayra Mendoza también evocó un pedido que había hecho meses atrás la vicepresidenta Cristina Kirchner de hacer un nuevo contrato social de ciudadanía responsable. “No alcanza con que pongamos a todos los policías y agentes de tránsito en la calle para controlar, necesitamos que todos sigan cumpliendo con las medidas preventivas para evitar el contagio”, concluyó, mientras ponía como ejemplo que ya hay que dejar compartir el mate o saludar con un beso.
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