La pandemia de COVID-19 ha llevado a todos los destinos del mundo a introducir restricciones a los viajes, según muestra un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Se trata de las restricciones más rigurosas sobre los viajes internacionales de la historia y a medida que el brote continúa afectando fuertemente a los mercados bursátiles, la industria de viajes está sufriendo su peor crisis en más de 18 años.
El sector turístico, más que ninguna otra actividad económica con impacto social, se basa en la interacción entre las personas. Es por eso que actualmente es uno de los sectores más afectados, con repercusiones tanto en la oferta como en la demanda de viajes. La situación plantea un riesgo negativo adicional en un contexto de debilidad de la economía mundial, tensiones geopolíticas, sociales y comerciales, así como un comportamiento desigual de los principales mercados emisores de viajes.
Dando continuidad a investigaciones previas, los últimos datos del organismo especializado de las Naciones Unidas para el turismo muestran que el 100% de los destinos ha impuesto ya restricciones, de los cuales un 83% lleva aplicando las restricciones vinculadas a la COVID-19 desde hace cuatro semanas o más.
Sin embargo, varios países, desde Italia hasta Nueva Zelanda, consideran la reducción de los bloqueos por coronavirus ante la reducción de las tasas de infecciones y el miedo a una crisis económica. Y si bien es cierto que hay cuestiones más urgentes para resolver como cuándo saldremos de la cuarentena o cuándo habrá un medicamento o una vacuna para combatir el virus, las personas no pueden evitar preguntarse cuándo van a poder viajar para planificar sus próximas vacaciones.
“No pierdo las esperanzas de que en vacaciones de invierno podamos empezar a viajar. Sé que son esperanzas casi infundadas, pero no quiero abandonar esa idea. Argentina es un país con tantos atractivos turísticos que tenemos la posibilidad de evitar las grandes concentraciones de turistas si nos repartimos por la enorme cantidad de opciones. Ojalá podamos llegar a esa fecha con la libertad de viajar y circular normalmente”, aseguró en diálogo con este medio Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo.
El Gobierno argentino extendió la prohibición de vuelos comerciales domésticos o internacionales desde el territorio nacional, así como la venta de tickets aéreos hasta el 1 de septiembre, fecha a partir de la que cual las compañías aéreas podrán regularizar su operación.
La resolución de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) publicada en el Boletín Oficial establece que “las líneas aéreas que operan servicios de transporte aéreo de pasajeros desde, hacia o dentro del territorio nacional podrán reprogramar sus operaciones regulares o solicitar autorizaciones para operaciones no regulares a partir del 1 de septiembre de 2020”.
La entidad oficial autoriza asimismo a las aerolíneas a comercializar pasajes aéreos con fecha de inicio de operaciones en septiembre. La ANAC advierte sin embargo que la reprogramación de operaciones estará supeditada al “efectivo levantamiento de las restricciones impuestas al transporte aerocomercial y a las modalidades de operación que oportunamente se pudieren establecer en función de la salida ordenada de la emergencia generada por el nuevo coronavirus COVID-19”.
“Si bien todos estamos muy ansiosos por el retorno de la actividad turística -que es una de las principales fuentes de ingresos tanto para las provincias como para el país y que genera más de un millón de puestos de trabajo- debemos ser responsables y esperar a que se den las condiciones sanitarias, autorizados por el Estado Nacional, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación”, explicaron en diálogo con este medio desde el Ministerio de Turismo de la Nación.
Y continuaron: “Sabemos que la actividad área comercial estará habilitada a partir del 1 de septiembre y presuponemos que el transporte terrestre retornará antes, por lo que ya estamos estamos trabajando en protocolos sanitarios para que el regreso de la actividad sea segura para todos”.
Dos cosas que deben suceder antes de que los viajeros regresen al cielo, al mar y a los hoteles:
- El Estado debe levantar las restricciones. A principio de marzo, el gobierno emitió una advertencia para evitar todos los vuelos internacionales provenientes de zonas afectadas por el coronavirus. Ahora, la Argentina prohíbe todos los vuelos comerciales hasta el 1 de septiembre. Tendrá que rescindir la advertencia para que los viajeros se sientan cómodos reservando cualquier tipo de viaje nuevamente.
- La Organización Mundial de la Salud debe dar el visto bueno a los viajes. El significado de las advertencias altamente técnicas de la OMS es claro: quédense en casa. Recientemente la OMT difundió su nuevo lema #ViajaMañana que apunta a la importancia de quedarse en casa hoy para viajar después.
Otras señales de que es seguro viajar
Cuando las escuelas y negocios reabran. Cuando se reanuden las clases y las personas puedan volver a sentarte en los restaurantes, las cosas estarán volviendo a la normalidad y podría ser seguro viajar. China ya lo hizo e Italia tiene programado reabrir sus instituciones a principios de abril.
Cuando los agente de viajes efectúen reservas de viaje. Los asesores de viajes harán casi cualquier cosa por sus clientes, pero más que nada desean que vuelvan a casa con vida. La salud y seguridad de sus clientes es su mayor preocupación.
Cuando puedas comprar un seguro de viaje. Muchas compañías de seguros de viaje dejaron de vender pólizas después del brote. Algunos agregaron nuevas restricciones, especialmente en las políticas de “cancelación por cualquier motivo”.
¿Cuándo sucederá todo eso? Al menos dentro de tres meses, según los modelos predictivos desarrollados por el equipo de evaluación de riesgos de viaje de G1G.com, una compañía de tecnología de seguros con sede en San José, California.
¿Cómo serán nuestras vacaciones en el futuro? Vamos a viajar menos, pero mejor
Por ahora, nos quedamos en casa. Pero volveremos a viajar. Y, cuando lo hagamos, lo haremos de manera más consciente, más sostenible y con un mayor sentido de la solidaridad que nunca. A medida que salimos de este letargo, ansiaremos experiencias que mejoren la salud, inmersiones restauradoras en la naturaleza, ejercicios de elevación del espíritu al aire libre y escapadas seguras para pasar un tiempo de calidad con nuestros seres más cercanos y queridos.
Tendremos que hacer la transición para aventurarnos de nuevo en el mundo en general a un ritmo nuevo y más lento. Pero es posible que al principio no queramos alejarnos tanto de casa, minimizando la cantidad de tiempo que pasamos en aeropuertos o aviones.
“Es un gran signo de pregunta, porque en gran medida va a depender del remedio para este virus. Si el remedio pasa por una vacuna, no va a haber grandes cambios, pero si por el contrario la cura llega a través de un tratamiento, seguramente esto traiga un retraimiento de los viajes grupales y un crecimiento de los viajes individuales”, indicó el presidente de la CAT.
Para Bryan Dove, CEO de Skyscanner, en poco tiempo el nuevo coronavirus ha cambiado nuestras vidas. "Esperamos que las próximas semanas sean aún más difíciles, pero creo que hay un caso de esperanza y optimismo sobre lo que está del otro lado. Exploraremos el mundo nuevamente. Y cuando lo hagamos, atesoraremos los recuerdos y las experiencias compartidas más que nunca”, aseguró.
Destinos naciones vs. internacionales
“No cabe duda de que el mundo cambió con esta pandemia, y cómo viajamos es una de las realidades que sufrirán transformaciones. Los viajes que primero se reactivarán serán los destinos cercanos, en primer lugar porque la coyuntura económica dictará presupuestos más acotados en el corto plazo; luego, porque el turismo internacional tardará más en normalizarse ya que seguramente las fronteras se abrirán progresivamente de forma distinta, según la situación de cada país; y en tercer lugar, porque la gente optará por destinos donde tiene mayor conocimiento de la situación sanitaria”, explicó consultado por Infobae Mariano Rocatti, gerente general de Despegar para Argentina y Uruguay.
Elías afirmó que “el eje de la recuperación de la actividad turística sin dudas va a ser la proximidad, entonces lo primero que se va a recuperar será el turismo interno, luego el regional y finalmente los de mediana y larga distancia”.
“De seguro la retomada empezará con viajes nacionales. Son la mejor apuesta para viajar más adelante aún este año, ya que no hay forma de predecir cuándo se abrirán las fronteras de otros países y cuánto costará el dólar cuando llegue ese día, además de así poder evitar los costos extras del impuesto país. Los viajes nacionales exigen trayectos más cortos, generalmente más baratos y no requieren tanta anticipación en la organización”, sostuvo en diálogo con este medio Luísa Dalcin, experta en viajes del metabuscador de ofertas de vuelos y hoteles Viajala.
Sobre los viajes internacionales, la compañía realizó una encuesta entre sus usuarios de la Argentina y casi la mitad de ellos aseguró que “no tiene idea de cuándo volverán a viajar”. “Hay muchos efectos colaterales del coronavirus además de la preocupación por la salud -continuó- y los problemas financieros son una de los más importantes entre los viajeros”.
¿Habrá un mayor miedo a volar?
Después de detenerse casi por completo debido al brote de coronavirus , la industria del transporte aéreo está volcando su atención colectiva a lo que se necesitará para que los pasajeros vuelvan a volar. El primer paso: hacer que los viajeros se sientan seguros en el espacio confinado de un avión con nuevas regulaciones a bordo.
Además del aumento de los procedimientos de desinfección, las aerolíneas de todo el mundo están cambiando sus protocolos de embarque, están asignando más espacio para los pasajeros a bordo de los aviones y han comenzado a exigir a los pasajeros y a la tripulación de vuelo que usen equipo de protección personal, como máscaras faciales y guantes.
Las máscaras faciales en particular han sido ampliamente respaldadas en toda la industria en las últimas semanas. La Asociación de Asistentes de Vuelo-CWA, que representa a 50.000 asistentes de vuelo en los EEUU, ha pedido al Departamento de Transporte y Servicios Humanos y de Salud que haga de las máscaras un requisito para todos los pasajeros aéreos en todo el país. Del mismo modo, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo y la Asociación de Viajes de EE. UU. Han publicado pautas para que los pasajeros y la tripulación usen máscaras, así como otros cambios en los procesos de facturación y embarque para permitir el distanciamiento social durante el viaje.
Desde Despegar, aseguran que si bien es previsible que las personas sean más cautelosas en general y que presten especial atención al establecimiento de medidas de seguridad sanitaria, la pasión y el hábito de viajar están bien instalados. Y que una vez que la industria y los operadores en general logren implementar todas las acciones sanitarias necesarias, la industria se reactivará progresivamente y será, como ha sucedido en otras oportunidades, un factor importante para la recuperación de la economía.
“Los aviones cuentan con un filtro especial que renueva el aire en cada pocos minutos, lo que es, en general, muy seguro. Lo importante es tener, en el avión, los mismos cuidados que en suelo: limpiar las manos, mantener la higienización, y eso las tripulaciones lo están haciendo pero los viajeros tienen que hacerlo también”, añadió Dalcin.
¿Qué pasa con los viajes de lujo y Europa?
Contener el virus, al menos por ahora, requiere un control de fronteras. Es la forma en que los países tienen que evitar que se infecten más desde el exterior. Por lo tanto, es probable que las fronteras de algunos países afectados, como las de Europa, permanezcan cerradas incluso después de controlar la situación interna, para evitar una segunda ola de la enfermedad.
En otras palabras: incluso si un país ya está declarado “seguro”, es posible que aún no podamos viajar allí. “Además de la cuestión de fronteras, hay una cuestión financiera: ¿cuál va a ser el valor del dólar y del euro cuando eso todo esto pase? ¿Va a ser mandatorio hacer tests de coronavirus para entrar a Europa? ¿Cómo va a estar la salud financiera de los viajeros para organizar un viaje internacional a destinos que son, generalmente, más caros? Todo eso va a afectar el turismo de los argentinos”, explicó la especialista.
La industria en su totalidad atraviesa un proceso de reinvención. Y según advierten los especialistas, el turismo de lujo probablemente será de los primeros en adoptar las mejores tecnologías en materia sanitaria, y eso será clave para su revitalización. “Hemos visto ya propuestas de cabinas con mayor distancia y posibilidad de aislamiento, aplicables a aviones, restaurantes y otros espacios comunes; innovaciones en materia de higienización de espacios, etc”, agregaron desde Despegar.
Seguramente se verá un crecimiento en la preferencia por: destinos poco explorados, más exclusivos y de mayor contacto con la naturaleza, por encima de aquellos más tradicionales. Esto aplica para el caso de Europa y otros grandes polos turísticos como Estados Unidos, hoy muy afectados por la pandemia. Estos son destinos que seguirán siendo demandados, pero está claro que en ellos la recuperación será a más largo plazo.
En Argentina avanzan las buenas prácticas para la recuperación del turismo
Representantes del sector público tuvieron un encuentro, en modalidad virtual, con el presidente y el secretario del Instituto de la Calidad Turística Argentina (ICTA), Aldo Elías y Marcelo García. Durante la reunión, fue analizado el nuevo escenario global ante la pandemia del COVID-19 y el impacto social y económico que sus consecuencias representan para la actividad.
En función de dar respuesta a esta situación, las autoridades avanzaron en proponer el desarrollo de un programa de “Buenas Prácticas Pos-Covid19”. “Esta iniciativa que proponemos elaborar desde el ICTA contendrá una guía de recomendaciones sanitarias y pautas de atención en las prestaciones turísticas, que estén en línea con las nuevas demandas globales”, expresaron los directivos de esta organización, integrada por el Ministerio de Turismo y Deportes, el Consejo Federal de Turismo y la Cámara Argentina de Turismo.
Para hacer frente a la crisis, el ICTA se encargará de brindar las guías de buenas prácticas que le permitan al sector turístico empezar a funcionar, una vez que comience el proceso gradual de apertura del aislamiento social obligatorio y preventivo. Estos protocolos deberán contar con una guía de recomendaciones homogéneas para toda la Argentina que pueda ser aplicada en colaboración con la autoridad sanitaria a la diversidad de realidades que presenta nuestro país.
En referencia al avance alcanzado en conjunto entre la CAT, el CFT y el Ministerio de Turismo y Deportes, Elías manifestó: “El desafío del Instituto de Calidad Turística es brindar herramientas que sean rigurosas desde lo técnico y realizables en todo el territorio nacional. Toda la cadena de valor de este importante sector productivo nacional tiene que estar preparada para poder funcionar cuando el control de la pandemia y las autoridades lo permitan”. Y agregó: “Tenemos este tiempo de trabajo que debe ser riguroso en cuanto a las propuestas y eficiente en la capacidad de respuesta para llegar con capacitación, comunicación e implementación en el momento que se requiera”.
Los servicios turísticos deben prepararse para la etapa pos-COVID-19, en donde la forma de viajar y hacer turismo y las conductas de consumo suscitarán una “nueva normalidad” y exigen revisar y actualizar, de manera integral, las gestiones operativas de cada prestación.
En ese sentido, la guía de “Buenas Prácticas pos-Covid19” reunirá diversas pautas de actuación con el propósito que las prestaciones turísticas garanticen -a través de su implementación-, las condiciones que demandará el nuevo escenario pos-pandemia de coronavirus.
Las buenas prácticas pondrán especial énfasis en las medidas preventivas, de limpieza y desinfección y de atención a visitantes que las organizaciones y servicios turísticos deberán contemplar. El programa tiene los siguientes objetivos fundamentales:
- Generar nuevos hábitos de conducta que garanticen mayor seguridad y confianza a visitantes y visitados.
- Introducir el valor de la seguridad sanitaria para el personal y los clientes.
- Evitar el quiebre del vínculo turístico/social.
- Promover espacios y tratos interpersonales amigables, solidarios y respetuosos, libres de discriminación.
- Contribuir a preservar las fuentes de trabajo del sector turístico.
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