Desde el próximo martes varias actividades económicas -que estuvieron cerradas al público por la cuarentena obligatoria- serán permitidas en la Ciudad de Buenos Aires. Según comunicó el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la próxima semana abrirían librerías, jugueterías, perfumerías, casas de música, decoración, bicicleterías, concesionarias, mueblerías y joyerías. Esto, si el gobierno nacional da su aprobación final, aunque se descuenta que así será.
Sin embargo, las autoridades porteñas aún no consideraron la reapertura de otro tipo de actividades ya que creen que no están dadas las condiciones sanitarias para hacerlo, a pesar de que algunas podrían ser un gran motor de reactivación para la economía.
Una de ellas es el rubro de la indumentaria (ropa) y el de la venta de calzado. El jefe de gobierno porteño aclaró que sí está contemplada su apertura, aunque no en esta fase. Se calcula que esta actividad emplea a unas 38 mil personas. “Está previsto para la tercera etapa de la incorporación de actividades comerciales”, adelantó el funcionario en la conferencia de prensa.
La fecha va a depender de que se cumplan los dos criterios planteados por el jefe de Gobierno: que la curva de contagios se mantenga en los niveles actuales y que la población cumpla con las normas de distanciamiento ya establecidas desde el inicio de la pandemia.
Otro de los rubros que concentra muchas consultas y reclamos, tanto de los clientes como de los empresarios, es el de las peluquerías, manicurías, spa, pedicurías, salones de belleza y de masajes. Pero, a pesar de los protocolos de salud y prevención propuestos por el sector, el gobierno porteño todavía no dio el visto bueno. En el interior del país, en los lugares donde la circulación del virus es muy baja o nula, esta actividad sí fue permitida.
Los lugares que congrega a una gran cantidad de personas y en los que el contacto físico es casi inevitable, como los de deportes y esparcimiento, gimnasios, polideportivos, salas de entrenamiento, salones de baile, milongas y boliches también seguirán con las persiana bajas.
Una de las actividades que mencionó el propio Larreta fue la del servicio doméstico. En ese sentido fue tajante y aseguró que todavía no estará permitida. “En esta etapa no está contemplada esa actividad”, dijo el mandatario. El motivo, esencialmente, es evitar la congestión en el transporte público, hoy reservado en prioridad a los servicios esenciales.
Finalmente, los paseos de compra como shoppings, grandes tiendas, galerías comerciales y centros mayoristas tampoco estarán reabiertos a la población en general.
Los locales gastronómicos, por su parte, quedaron en un término medio. Sus salones permanecerán cerrados al público pero se autorizó a que desde el martes puedan ofrecer la opción del “take away”. Es decir, que el cliente pida la comida y sea él mismo quien retire el pedido. Este mecanismo se suma a la opción de las aplicaciones de delivery.
En cuanto a las profesiones liberales, Larreta dijo que promoverán el teletrabajo. “Vamos a trabajar con los colegios de contadores y abogados para ver cómo facilitar el trabajo a distancia. Porque ellos nos decían que hay trámites que exigen presencia; entonces vamos a ver la posibilidad de cambiar las normas para algunos trámites a fin de facilitar el trabajo remoto. En la gradualidad, estarán contempladas, pero estas actividades no son prioritarias”, dijo.
Seguí leyendo