Tras los anuncios del presidente Alberto Fernández sobre la extensión de la cuarentena, el gobernador bonaerense Axel Kicillof aseguró que la reapertura de industrias en el principal distrito productivo del país se realizará “con estrictos protocolos” y regulaciones. Entre ellos, ratificó que el traslado de los trabajadores a los establecimientos deberá ser provisto por las empresas.
“Como la provincia de Buenos Aires es el principal distrito industrial del país, vamos a focalizar en que vuelva la industria con estrictos protocolos”, sostuvo el mandatario provincial sobre la medida que busca flexibilizar el aislamiento obligatorio, que se extenderá hasta el 24 de mayo.
Desde el lunes, comenzarán a aprobarse desde la administración bonaerense las solicitudades de reapaertura de las fábricas. “Estamos hablando de 400 a 500 empresas”, expresó Kicillof en diálogo con radio Continental. Según precisó, las compañías que serán alcanzadas pertenecen a “industrias de tamaño mediano y grande”, entre las que se incluyen “tabacaleras, metalmecánica, plástico, metalurgia liviana".
En relación a cómo se implementarán los permisos, el gobernador aclaró en la entrevista radial que la aprobación de los protocolos se basará en los pedidos que suministre la propia empresa junto a los municipios. Luego, los procedimientos con las medidas preventivas sugeridas tendrán que contar con el aval de la Provincia y de la Nación.
“Lo principal es la prohibición del uso del transporte publico para todos aquellos que no sean trabajadores esenciales”, resaltó Axel Kicillof.
En relación sobre los posibles contagios que pudieran devenir de la reapertura fabril, el gobernador ejemplificó: “Todo este tiempo la industria alimentaria y de medicamentos siguió funcionando y no tuvimos contagios masivos porque se utilizan protocolos muy estrictos aprobados por la Provincia".
Según las nuevas regulaciones, los establecimientos tendrán que proporcionar detalladamente la organización de los horarios, las medidas de distanciamiento, los mecanismos de seguridad y el transporte privado que contará cada empresa para el traslado de los operario. Sobre ese último punto, Kicillof fue enfático y dijo que “sino, cargamos el transporte público y es un peligro” el riesgo de propagación masiva de COVID-19.
Por otro lado, el gobernador puntualizó que en la provincia de Buenos Aires “hay situaciones muy distintas” en relación a la evolución de la pandemia y las medidas sanitarias consiguientes, por lo que dependen de "las características de cada municipio y de la situación del avance de los contagios”.
“Hay muchísimos municipios donde lo que se ha hecho es un control muy estricto de ingresos y salidas para evitar contagios. Al interior de esa localidad ya hay autorizaciones para el comercio y la producción con determinadas reglas”, concluyó el mandatario.
Durante la semana, Axel Kicillof se reunió con el comité provincial de expertos para evaluar las excepciones a otorgar a las industrias y comercios. En esas conversaciones se analizó el impacto epidemiológico y sanitario que generaría el aumento de personas que irían a trabajar cuando finalice la etapa vigente de la cuarentena y se ingrese en la provincia hacia la "fase 4″, a excepción de la zona metropolitana.
En la residencia de Olivos, junto al presidente Alberto Fernández y a su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador advirtió que "la enfermedad está contenida, pero no controlada”. Según su presentación, la provincia relevó 60 municipios donde no ha llegado el coronavirus y que, a partir de la disposición nacional para zonas de baja peligrosidad y baja densidad poblacional, ya han sido autorizadas actividades comerciales y productivas pero con un “estricto control en la circulación”, a diferencia de lo que ocurre con el conurbano bonaerense donde todavía regirá el confinamiento. “No podemos confiarnos”, subrayó el gobernador.
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