Organizaciones sociales y de izquierda se movilizaron esta mañana en la Avenida 9 de Julio hacia el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en reclamo de acceso a agua potable y asistencia económica a los barrios populares. Se trata de la primera marcha realizada en plena cuarentena obligatoria.
Cubiertos con tapabocas y alcohol en gel, los manifestantes infringieron el aislamiento social preventivo con protestas en todo el país para exigir un aumento en los recursos económicos destinados a la población más vulnerable.
A partir de las 11, los activistas comenzaron a llegar al cruce de la avenida Corrientes con la 9 de Julio en la Ciudad de Buenos Aires. Se ubicaron en las columnas manteniendo cierto distanciamiento social, pero lejos de las recomendaciones de no participar de actividades con aglomeración de personas como medida preventiva del coronavirus.
“A 15 días de la confirmación del primer caso de COVID-19 en el barrio, los contagios aumentaron en forma exponencial y ya hay que lamentar muerte en nuestro barrio”, señalaron decenas de organizaciones en un comunicado firmado por el Polo Obrero, MTR Histórico, MTR Votamos Luchar, C.U.Ba MTR, entre otras.
“El Polo Obrero, mediante pequeñas manifestaciones con distanciamiento y barbijos, reclama en todo el país por alimentos que siguen sin llegar ante una situación desesperante en los comedores abarrotados de gente. Ahora mismo en el Obelisco. Denunciamos detenciones en el Chaco”, expresó en su cuenta de Twitter Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero y de la citada organización piquetera.
En la convocatoria, las organizaciones políticas y sociales “independientes del Gobierno” –remarcaron– le exigieron una reunión al ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, para tratar temas como “la provisión de alimentos, el pago inmediato del IFE sin exclusiones y la entrega de elementos sanitarios y de higiene”.
Tras el encuentro, el dirigente y referente del PO Eduardo Belliboni se dirigió a los presentes a través de un megáfono: “Sabemos que está teniendo mucha repercusión esta movilización y en el algunos casos hemos sido cuestionados en los medios sobre la ruptura de la cuarentena. Queremos decir que defendemos la cuarentena, que no estamos de acuerdo con los Bolsonaro y los Trump, que también existen en la Argentina, que dicen que vayan a laburar los negros... Estamos en contra de esa posición, que quieren mandarlos a la calle sin ninguna garantía de salud”.
“En la reunión, el Gobierno ha hecho un compromiso. La semana que viene va a presentar un cronograma de entrega de alimentos a los comedores populares. Todavía vamos a ver si esto es así, porque nos confirmaron y ratificaron que siguen teniendo problemas con los proveedores del Estado. Con aquellos que le reclaman sobreprecios. Están acostumbrados a cobrarle al Estado el doble o el triple de los productos que consigue el Estado”, agregó Belliboni.
Si bien trasladarse en la Ciudad de Buenos Aires sin autorización está prohibido –con excepción de las actividades exceptuadas del aislamiento–, la Policía de la Ciudad monitoreaba y acompañaba durante la mañana la movilización. Según indicaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño a Infobae, se realizaron dos consultas ante el Juzgado Federal N° 2, a cargo de Daniel Rafecas, sobre cómo actuar en en el operativo. En ambas, el magistrado resolvió que “no se tome temperamento”.
La protesta impulsada por el conjunto de agrupaciones de izquierda y sociales tuvo réplicas en distintos puntos del país, en municipios y ciudades como Mar del Plata, La Plata, Córdoba, Chaco y Salta.
Días atrás, durante el feriado del viernes 1 de mayo, el Polo Obrero ya se había concentrado en la plazoleta frente al Obelisco porteño para llamar la atención sobre la deteriorada situación social y económica en los barrios. “Con hambre no hay cuarentena” es la consigna de la organización que integra el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT).
“Crece la pandemia y los contagios empiezan a avanzar por los barrios más humildes (...). El IFE, único subsidio que el Gobierno lanzó allá en el lejano 23 de marzo, ha dejado a más de 4 millones de trabajadores sin ingresos y una gran cantidad de beneficiarios lo cobrará recién en junio”, señala la convocatoria. “Vamos a movilizarnos, defendiendo la cuarentena, por eso lo haremos respetando el distanciamiento social y con barbijos”, completó.
Al mediodía, cuando la manifestación se concentraba frente a la sede ministerial ubicada en el cruce de la avenidas Belgrano y 9 de Julio, el subsecretario de Asistencia Crítica de Desarrollo Social, Carlos Montaña, se comunicó con el dirigente del Polo Obrero Eduardo Belliboni para gestionar un encuentro con Arroyo.
En diálogo con la agencia Télam, Belliboni explicó: “Quedamos en que nos vamos a juntar la próxima semana para coordinar una reunión con el ministro. Y ante esta promesa, resolvimos levantar la protesta y esperar. De todos modos, seguimos en estado de alerta y movilización”.
Según indicaron las fuentes del Ministerio de Seguridad porteño, el juez Daniel Rafecas estaba aguardando el resultado de esa reunión entre los manifestantes y el Ministerio de Desarrollo Social antes de tomar una definición legal. Usualmente, las personas que violan la cuarentena son denunciadas penalmente por infringir el artículo 205 del Código Penal, que establece una pena de seis meses a dos años de prisión por incumplir las medidas que toman las autoridades “para impedir la introducción o propagación de una epidemia".
A pesar de la prohibición, desde el Polo Obrero ratificaron la decisión de “movilizarse en forma escalonada” y profundizar las acciones de protesta en los próximos días, en el caso de que las demandas no sean atendidas por el Gobierno nacional.
Tras la realización de la manifestación pública, varios médicos expresaron su desacuerdo con la decisión adoptada por las organizaciones sociales. “Me preocupa que haya tanta gente en un lugar. Estoy viendo las imágenes, algunos respetan el distanciamiento y otros no. Más allá de la legitimidad de la protesta como un reclamo por el agua. Me parece muy peligroso. De ningún modo estas cosas pueden estar sucediendo en el marco de una pandemia”, sostuvo la infectóloga Florencia Cahn.
"Estamos trabajando para que la gente mantenga distancia social, y esto va en contra de la distancia social. Es una forma de exponerse al virus. Todo conglomerado de gente implica transmisión de virus, la distancia nunca es perfecta. No puedo estar de acuerdo desde el punto de vista médico. Desde lo médico es una pésima idea”, agregó el médico infectólogo Martín Stryjewski, en diálogo con el canal TN.
Desde el 20 de marzo, cuando se decretó el aislamiento obligatorio, la Policía de la Ciudad detuvo a 1.163 personas y otras 16.057 fueron demoradas, notificadas o trasladadas al domicilio por violar la cuarentena.
Por su lado, la línea 147 atendió 19.951 denuncias por la infracción del aislamiento obligatorio, a través de la cual también se puede denunciar el no uso del tapabocas, que acumula 481 registros a través de llamados telefónicos, la web y la aplicación.
A nivel nacional, las fuerzas federales registran un acumulado de 70.880 personas infraccionadas por violar la cuarentena.
Fotos: Maximiliano Luna - Thomas Khazki
Seguí leyendo: