La flexibilización de la cuarentena de niños, niñas y adolescente se transformó en la última semana en una obsesión del Presidente, quien apenas se enteró de que UNICEF había hecho en la primera quincena de abril un estudio al respecto quiso conocerlo.
El miércoles pasado, la representante de UNICEF en la Argentina, Luisa Brumana, junto al representante de las Naciones Unidas en la Argentina, Roberto Gabriele Valente, y el especialista en inclusión de UNICEF, Sebastián Wasigrais, estaban sentados en uno de los salones de trabajo de la quinta de Olivos, reunión a la que también se incorporó Fabiola Yañez, la primera dama.
“Le dijimos al Presidente que notamos con preocupación el hecho de que una gran parte de los adolescentes afirmaron estar angustiados, preocupados o deprimidos”, dijo Brumana en diálogo con FM Concepto. Y agregó que “uno de los efectos indirectos de esta situación es la salud mental o emocional y ahí es donde destacamos el punto sobre la importancia de poner en marcha medidas como las salidas controladas”.
Brumana reconoció que “le comentamos que acababa de salir una recomendación del Comité Internacional sobre los Derechos del Niño sobre ese punto, le pasamos esta información, porque el comité insta a los estados miembros a explorar soluciones alternativas y creativas para los niños puedan disfrutar de sus derechos, entre los cuales está la cuestión de moverse y están siendo cuidadosos en esclarecer que obviamente tiene que darse dentro de los protocolos de higiene y distanciamiento”.
La representante de UNICEF destacó además que “en todos los casos hay que tener en cuenta la realidad de cada país porque no estamos todos en el mismo momento de curva de la epidemia, tampoco todos los países tienen la misma distribución social de la población y tampoco desde el punto de vista geográfico. Porque no es lo mismo ser un niño en la Ciudad de Buenos Aires o en la Patagonia”.
UNICEF en Argentina tenía previsto realizar una gran investigación de campo cuando la OMS declaró estado de pandemia y, pocos días después, Argentina decretó el distanciamiento social preventivo y obligatorio. En paralelo, “estuvimos pensando cómo contribuir en esta situación extraordinaria a nivel de la Argentina y entonces elaboramos un plan de respuesta basado en información”, contó Brumana.
Agregó que “en el equipo se movieron muy rápidamente, y junto con el INDEC, con el Ministerio de Desarrollo Social, se pudo hacer una muestra estadística a nivel nacional. Todo fue extremadamente rápido porque pensamos que la información se necesitaba ya y estaba faltando”. Así fue que entrevistaron más de 2.500 hogares que corresponden a una población de 6.1 millones de hogares o 26 millones de personas que viven en hogares con niños, niñas y adolescentes.
“Hubo un enorme compromiso de escucharnos con muchísima atención, con muchas preguntas cuando necesitaban más contextualización. Me pareció un encuentro muy positivo. Para nosotros, que en el contexto que se está viviendo, el Presidente tenga en mente también la situación de los derechos del niño, además de todas las demás consideraciones que tiene que ponderar para la toma de decisiones, realmente nos pareció muy importante”, dijo.
Finalmente, aseguró que “el Presidente se comprometió a revisar esa propuesta y a extraer esa preocupación al equipo de Gobierno que está tomando las decisiones, cosa que me pareció muy pertinente, porque obviamente eso es uno de los elementos de una toma decisiones muy compleja”.
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