Médicos de la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe denunciaron que los Equipos de Protección Personal (EPP) que les suministraron para atender a los pacientes con COVID-19 no cumplen con las normas de seguridad internacionales establecidas por la OMS y que ponen en riesgo no solo la vida de los profesionales sino también la de los pacientes.
Los kits EPP fueron diseñados para disminuir el riesgo de transmisión de patógenos provenientes de sangre y/o fluidos orgánicos y el aislamiento de patógenos de las sustancias corporales húmedas.
Sin embargo, los médicos del Hospital Ramón Carrillo de Ciudadela difundieron un video donde muestran que al arrojar un líquido en ese camisolín, el fluido traspasa la tela y terminan mojando el ambo.
“Los camisolines antifluidos se mojan. El objetivo del camisolín es que la sangre y los líquidos no atraviesen. En el video se ve claramente la bajísima calidad. Son friselina simple y no hemorrepelentes”, precisaron los médicos de esta institución.
Además, denunciaron que los barbijos N95 que les suministraron no están aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). "No cumplen ni con la certificación NIOSH. Son de marca Fravida para uso industrial”, detallaron.
Los profesionales del Carrillo, que también involucran al personal administrativo, de limpieza y maestranza, reclaman que todos tengan barbijos profesionales en lugar de tapabocas. “Desde la Provincia dicen que no consiguen los 3M pero hay de otras marcas que son aptas y no filtran. Ante esta situación, decidimos comprar por nuestra cuenta los barbijos profesionales por Internet, que cuestan entre 1.500 y 2.000 pesos”, remarcaron.
Si bien la falta de insumos es de larga data, se volvió altamente preocupante en este contexto. Actualmente, en el Hospital Carrillo no hay ningún paciente con COVID-19. Las únicas dos infectadas son dos enfermeras de terapia intensiva, que se contagiaron el virus en los otros hospitales donde trabajan.
“Por ese motivo, se cerró la terapia intensiva y hay 24 enfermeras y 12 médicos aislados, aún sin hisoparse para saber si están o no contagiados. Los pacientes de la terapia tampoco fueron hisopados y están a la espera del traslado”, contaron los trabajadores.
A esta denuncia se sumó otro video, donde el médico santafesino Daniel Mettifogo muestra las precarias condiciones en las que se trabaja en el Policlínico Pami II, en el marco de la pandemia de coronavirus. “En este lugar están mandando gente a morir”, señaló el doctor en un filmación de 7 minutos de duración que él mismo hizo en las instalaciones de la guardia.
Hasta el 19 de abril, un informe que dio a conocer Infobae aseguraba que eran 431 los profesionales de la salud los que dieron positivo en el test de COVID-19 y quedaron fuera de la primera línea de combate. Esa cantidad representa el 15 por ciento de los infectados que se registran en el país.
Tras presentarse con su nombre y apellido, número de documento y matrícula y legajo de Pami, el médico dijo que sintió la necesidad de hacer público lo que está viviendo para que “la gente entienda lo que está pasando con el personal de salud" y “por qué hay tanta cantidad de gente enferma en nuestra filas”.
“Esto no es la cárcel de Coronda, este es el lugar donde duermen los médicos que están de guardia”, dijo, y mostró una habitación con tres camas cuchetas y un pequeño baño donde no se respeta el distanciamiento social.
El médico, que se preocupó por dejar en claro que el video "no tiene ningún tinte político porque no estoy afiliado a ninguno”, contó que en su lugar de trabajo ya hay un colega infectado y el policlínico no está preparado para frenar el avance del virus.
“Me hago cargo de todo lo que digo, hagan lo que se les ocurra, pero para enfrentar a este bicho hay que estar preparados. Lo que interesa es lo que nos dan para enfrentar a ese virus, que todo el mundo sabe que mata”, se quejó el profesional.
Para dar cuenta de la grave situación que están viviendo, mostró los defectuosos barbijos que usan como protección, remarcó: “Esto no es un mosquitero, es el barbijo que nos dan en la institución. Y continuó: “Hoy me enfrento con algo que puede quitarme la vida, a mí y a todas las personas que se encuentran acá. Cuando se pregunten por qué tantos estamos en estas condiciones, es porque no se entregan los materiales”.
Para finalizar, el doctor Mettifogo destacó que su decisión de realizar el video no tiene que ver con una cuestión personal: “Lo hago por todos los colegas que están acá adentro, por mis amigos, para que todo el mundo sepa que en este lugar están mandando a la gente a morir. Lo único que quiero es que nos respeten, que hay personal acá adentro que es de mucha valía. Y que para enfrentar al virus no voy a ser Robin Hood”.
Luego de que sus palabras se hicieran públicas, sus colegas ratificaron sus dichos e hicieron una protesta en el policlínico santafesino, esta mañana, donde pudieron brindar más detalles de la situación que están atravesando.
Seguí leyendo: