Desde que entró en vigencia el decreto presidencial que ordena el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el Ministerio de Salud suspendió los turnos para tramitar la matriculación de títulos de los profesionales de la salud. Esto quiere decir que en la actualidad hay médicos que no pueden ejercer aún porque no lograron obtener la habilitación necesaria para trabajar y que les exige la ley.
La medida, comunicada a través del Área de Registro Único de Profesionales (RUPS), regirá por un período de cuatro a seis meses e incluye también a los trámites de a rematriculación y la renovación de la credencial profesional.
“Por ello se cancelarán todos los turnos para todos los trámites solicitados para fechas cercanas a la puesta en vigencia del mencionado Decreto y subsiguientes, informando por este medio cuando, mediante aviso oficial, finalice la medida del aislamiento (...) para que puedan solicitar nuevamente turno en nuestro sitio web”, dice un aviso del organismo que aparece en la página oficial. “Igual procedimiento se llevará a cabo con los turnos solicitados para “Matriculación”. Ante cualquier duda o consulta, por favor enviar correo a rups@msal.gov.ar”, finaliza el mensaje.
En condiciones normales, esto quiere decir sin una pandemia de por medio, llevar adelante el trámite es relativamente sencillo: primero es necesario sacar un turno online, completar un formulario y luego concurrir de manera personal para presentar la documentación que acredite el título de profesional de la salud y abonar un arancel correspondiente. Sin embargo, cuando se quiere pedir el turno, la página del RUPS direcciona al usuario al comunicado en el que informa acerca de la suspensión de los turnos.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación confirmaron a Infobae que este tipo de trámites están suspendidos porque se hacen “en persona” y por ahora es la única manera de llevarlo a cabo. El ministro de Salud, Ginés González García, señaló el lunes que están trabajando con las universidades para que los médicos que están recibidos y aún no tienen título habilitante puedan sumarse a los equipos que trabajan en atender la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. Desde la cartera confirmaron a este medio esta medida que vendría a acelerar los tiempos para sumar más médicos en un momento en el que son muy necesarios.
“Actualmente hay entre 650 mil y 670 mil médicos. El 70% proviene de la universidad, por eso hay que cuidarlos muchísimo y por eso les estamos dando un incentivo económico. En un momento a donde a todo el mundo le decimos que no tiene que trabajar, a ellos no solo los hacemos trabajar, sino que los ponemos en una situación de riesgo”, dijo el ministro. Otro dato que comentaron a Infobae es que también a través de las universidades se está convocando a profesionales de la salud a que trabajen también como voluntarios y así sumar más personal frente a la amenaza del COVID-19.
La suspensión de los trámites para las matriculaciones se da también en medio de una fuerte polémica luego de que la Cancillería habilitará el arribo de 202 médicos cubanos a la Argentina para dar una mano en la Provincia de Buenos Aires, el lugar del país más castigado por la pandemia y con serias deficiencias en su sistema de salud.
Según adelantó este medio la semana pasada, los médicos cubanos no deberán cumplir con los 14 días de cuarentena obligatoria, viajarán con una declaración jurada avalada por el régimen castrista que garantiza que no registraron síntomas de COVID-19 y están sanos, y llegarían en condiciones de prestar servicio en forma inmediata. La medida no fue aún oficializada pero el gobierno nacional por el momento avaló la iniciativa a pesar de las reacciones en contra que generó.
Una de ellas fue de la Confederación Médica Argentina, que a través de una carta enviada al propio ministro González García, se opuso a la llegada de los médicos cubanos. Aseguraron, entre varias cosas, que no es necesario traer personal médico desde la isla. Además, hablan de un “descrédito” y de una “decisión apresurada”.
“Ni ahora ni nunca, hemos opuesto reparo alguno al ejercicio de la medicina por parte de médicos extranjeros que quieran desempeñarse en nuestro medio, siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos legales que se exigen a todos los médicos argentinos. Obrar en contrario, significa poner en riesgo la atención médica de los ciudadanos que, históricamente, confían en la calidad y seriedad de las capacidades obtenidas en su formación académica, y por otra parte, significa anular en la práctica los mecanismos de control por parte del Estado”, aseguraron.
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