Anoche, Ginés González García se refirió a la polémica que se generó por la llegada de médicos cubanos para que se sumen en la lucha contra el COVID-19. “En una circunstancia donde hay enormes necesidades de recursos humanos no veo por qué discriminarlos por el lugar de procedencia”, sostuvo el titular de la cartera sanitaria en referencia a los 202 profesionales que llegarán en los próximos días en un vuelo especial de la aerolínea Cubana de Aviación. Si bien en un principio se dijo que no iban a cumplir con la cuarentena, el Ministro de Salud de la Nación aclaró que, ni bien lleguen al país deberán realizar un aislamiento de 14 días para descartar que estén infectados.
Días atrás, desde la Confederación Médica Argentina (COMRA) manifestaron su descontento ante el inminente arribo de los profesionales de la salud. “En Argentina hay suficientes médicos para enfrentar cualquier emergencia”, sostuvieron en una carta firmada por el Presiente y el Secretario de Hacienda y Administración de COMRA (el Dr. Jorge Alberto Iapichino y el Dr. Jorge Alberto Coronel), a la que adhieren Federaciones y Colegios Médicos del resto del país. “Señor ministro, conocemos su trayectoria y admiramos su capacidad de gestión y consideramos que la Argentina, su gente y en especial sus médicos, no merecen padecer semejante descrédito por una decisión apresurada”, concluyeron.
No fueron los únicos. Juan Manuel Jiménez Torrado, médico Urólogo (MP 449512 y MN 116314) del Hospital Central de San Isidro, tampoco se mostró de acuerdo. “Tanto el hospital como los sanatorios en los que trabajo se encuentran prácticamente vacíos, parece que fueran todos los días domingo. Queda claro que no existe ninguna necesidad ni urgencia en la incorporación de personal nuevo. Antes de traer médicos cubanos, que traigan los profesionales argentinos que están varados esperando volver. A mi me angustiaría muchísimo estar lejos de casa en este momento”, dijo en un reportaje con Infobae.
A la lista de descontentos por la llegada de los cubanos se sumó, esta tarde, una carta abierta de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Está dirigida al ministro Ginés González García y, entre otras cosas, asegura que no se trata de un acto de discriminación.
“Ni ahora ni nunca hemos puesto reparo alguno al ejercicio de la medicina por parte de médicos extranjeros que quieran desempeñarse en nuestro medio, siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos legales que se exigen a todos los médicos argentinos. Obrar en contrario significa poner en riesgo la atención médica de los ciudadanos, que históricamente confían en la calidad y seriedad de las capacidades obtenidas en su formación académica, y por otra parte, significa anular en la práctica los mecanismos de control por parte del Estado”, arranca el descargo institucional de la SAP, que representa más de dieciocho mil pediatras argentinos.
Al igual que el resto de los reclamos, el disgusto se centra en la certificación y recertificación de sus capacidades, es decir, en los títulos de grado y posgrado de los cubanos. “Aceptar sin convalidación previa por organismo competente una capacitación desconocida para asistir a la población instalaría una atención desigual en el acceso a la salud, al discriminar entre los que serían atendidos por médicos con garantías de formación y otros que serían atendidos por médicos del exterior que no las cumplimentan. Esta aceptación, crearía además un antecedente peligroso desde el punto de vista legal”, sostienen desde la SAP.
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