Desde que el Presidente Alberto Fernández decretó el confinamiento, la abogada Mariana Gallego recibe, en promedio, cinco consultas diarias por temas concretos y más de veinte correos electrónicos solicitando orientación. La mayoría de ellos, cuenta, están vinculadas a cuestiones de Derecho de Familia: régimen de comunicación y cuidado compartido. Mientras se ocupaba de responder las dudas, durante la segunda semana de la cuarentena, recibió un mensaje de parte de la mujer. “Me contaba que había entrado en conflicto con su ex marido porque no quería hacerse cargo del hijo. Ante el reclamo de ella, él decide cortar todo tipo de comunicación: la bloqueó en WhatsApp y dejó de ver al nene. Todo eso la llevó a tomar la decisión de iniciar el divorcio”, cuenta Gallego a Infobae.
El “Aislamiento social, preventivo y obligatorio” no fue un impedimento para que la abogada, que ejerce el Derecho desde hace casi dos décadas, pudiera llevar adelante el pedido de su clienta. “Nos comunicamos varias veces por video llamada y por e-mail hasta que, finalmente, el 21 de abril pude iniciar la demanda de divorcio unilateral con propuesta de convenio regulador que incluye régimen de cuota alimentaria y de comunicación”, cuenta en referencia a la primera demanda de divorcio que se realizó en el país durante la cuarentena total.
Según Gallego, si bien la digitalización del Poder Judicial viene avanzando a paso lento, ante la pandemia y la imposibilidad de regresar a los Tribunales, los diferentes sectores de la Justicia comenzaron a trabajar en la informatización de los procesos judiciales.
"En su Acordada 12/2020, la Corte Suprema aprobó el procedimiento de recepción de demandas de manera digital que entró en vigencia el 20 de abril. Para los abogados que trabajamos de manera independiente esto es muy importante porque, para cobrar, tenemos que litigar”, explica.
De acuerdo con el relato de Gallego, el procedimiento para iniciar una demanda de divorcio virtual es simple. “Hay que completar un formulario de inicio con mis datos, los de la persona que pide el divorcio y los de del demandado. Luego le adjuntás la documentación correspondiente, lo firmás en calidad de declaración jurada y lo mandás por e-mail a la Cámara de la Jurisdicción que corresponde”, detalla la abogada.
Una vez que la Cámara recibe el correo electrónico, contesta con un e-mail que tiene los datos del juzgado y el número del expediente. “Con esa información ingreso al portal del Poder Judicial, donde están registrados todos los abogados, y subo la misma documentación que mandé a la Cámara. Después, en función de la modalidad que establezca el juez, la otra parte va a recibir una notificación. Puede ser en papel (se la llevan en sobre a la casa), por e-mail o WhatsApp. Pero no creo que una demanda en Capital Federal sea notificada por estas últimas vías, sino de la forma tradicional”, dice Gallego, que ya se prepara para iniciar su próxima causa.
“Se trata de un Amparo de Salud de un nene que no está recibiendo la medicación porque es importada”, cuenta. “Me parece brillante que se nos permita trabajar de manera remota. Si la Justicia avanza, la gente no pierde el ejercicio de sus derechos y nosotros podemos seguir ejerciendo”, asegura.
Aunque la digitalización del Poder Judicial implica un desafío enorme, de a poco, el sistema va dando pequeños pasos. En Provincia de Buenos Aires, la Fiscalía de Género de Tigre decidió habilitar una línea de WhatsApp para recibir denuncias por violencia doméstica. La primera denuncia que recibieron fue 38 minutos después de lanzar la línea.
"Resolvimos el conflicto de manera eficaz en una hora y cuarenta minutos. Con la intervención del Tribunal Familiar se dispuso una notificación de medida cautelar con restricción perimetral y prohibición de acercamiento por 300 metros durante 60 días. Es un cambio de paradigma a la hora de resolver un conflicto. La Justicia tiene que dar respuestas las 24 horas”, contaron a Infobae los fiscales Diego Callegari yMariela Miozzo, a cargo de la Fiscalía de Género de Tigre.
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