Después de una primera etapa de cuarentena donde la gente pareció cumplirla a rajatabla, en la ciudad de Buenos Aires se notó un relajamiento de la conducta ciudadana. Gente apiñada en las estaciones de tren, en algunos ómnibus, largas filas de automóviles en los pocos ingresos y, lo que más preocupó, muchos adultos mayores -la población que tiene más riesgo en caso de contraer COVID-19- salieron a la calle, principalmente para aprovisionarse de comida y medicamentos. La tasa de mortalidad en mayores de 70 años es muy superior a la de otras franjas etarias, y está asociada a que, por lo general, padecen otras enfermedades. En la Ciudad de Buenos Aires, ocho de cada diez fallecidos superaban esa edad.
Por esa razón, el Gobierno de la Ciudad decidió implementar un polémico Permiso de Circulación obligatorio y específico para los mayores de 70 años. La intención es que esta herramienta los disuada de salir a la calle y garantice el distanciamiento preventivo ante posibles contagios. La medida se complementa con otras y es parte del Plan Integral de Cuidado y Acompañamiento de Adultos Mayores que lleva adelante el Gobierno de la Ciudad.
En la Ciudad de Buenos Aires viven más de 650.000 adultos mayores de 65 años, de los cuales cerca del 70% vive solo en hogares monogeneracionales (donde todos los convivientes tengan más de esa edad). Los que tienen más de 70 años y necesitarán el permiso son 490.000. Las nuevas medidas se apoyan en tres ejes: que los adultos mayores no puedan salir, que no quieran salir y que no tengan que salir.
El permiso que obtengan solo tendrá validez para un día determinado, aunque hay excepciones: si salen para el cobro de la jubilación, hacer tratamientos médicos y aplicarse vacunación no será exigible.
Cómo obtener el Permiso
El trámite es telefónico, y deberán hacerlo llamando al 147.
El operador le informará al adulto mayor sobre las estadísticas del coronavirus para su grupo etario con el objetivo de que aumenten su percepción del riesgo, qué alternativas tiene para cubrir la necesidad por la que quiere sacar el Permiso y le consultará con qué red de apoyo cuenta. La intención es brindarle contención telefónica e intentar disuadirlo de salir a la calle.
Si aún así es necesario el Permiso, se le pedirá el DNI y se le dará un código de trámite.
El plazo del uso del Permiso es solo para el día en que fue otorgado y puede tramitarse desde el día anterior.
En la calle el control lo harán agentes a través de celulares con el DNI del adulto, único documento requerido.
No habrá multas para estos infractores. Si el adulto no tiene el permiso se le va a pedir que vuelva a su casa y se le recordarán los riesgos de salir a la calle. Sin embargo, si reincide en esa conducta, deberán hacer algún tipo de trabajo comunitario.
No hace falta el Permiso para ir a vacunarse, a cobrar la jubilación, a la atención médica o en una emergencia de salud.
No hay límite en cantidad de Permisos ni por persona ni por mes.
Los propietarios de un comercio o actividad ya exceptuada no necesitan el permiso. Por ejemplo almacenes de barrio o farmacias.
El permiso será obligatorio para residentes y no residentes.
Para desplazarse con el fin de realizar pagos o trámites en locales de pago tipo RapiPago o Pago Fácil será obligatorio contar con el permiso.
Para que los adultos mayores no necesiten salir de sus casas existen iniciativas de apoyo como el programa “Mayores Cuidados”, de asistencia telefónica y presencial para hacer compras en farmacias y comercios de proximidad y el paseo de sus mascotas, entre otras necesidades. Este programa vincula a voluntarios con adultos mayores que los necesitan para ayudarlos. Los adultos mayores que se registraron fueron 5.951 y la cantidad de voluntarios, 34.346. Hasta el momento se formaron 3.124 parejas.
Pero además, la Ciudad firmó un convenio con el SUTERH para que los encargados de edificios asistan a las personas mayores de 60 años y/o población de riesgo, con tareas que cubran sus necesidades básicas como compra de remedios, agua o comida.
El resguardo y distanciamiento físico para adultos mayores de 70 años también contempla el acompañamiento afectivo y social para que no se sientan solos al estar tanto tiempo sin salir. Es un plan de cooperación entre el Estado y la comunidad para lograr una red de cuidado que involucra a familiares, vecinos, encargados de edificios, y también organizaciones de sociedad civil y el Estado, como centros de jubilados, capillas, parroquias y hogares. Todo se organiza alrededor de las necesidades del adulto mayor dependiendo de los contextos de vida de cada uno.
El objetivo es elevar las “barreras de salida” a la calle y a la vez que los adultos mayores tengan alternativas frente a sus necesidades, como la compra de alimentos y medicamentos, entre otras.
En el caso en que el adulto mayor viva en condiciones de vulnerabilidad habitacional en hogares multigeneracionales (que vivan con menores de 65 años) hay estrategias de cuidado comunitario y resguardo en instituciones comunitarias. En los barrios 31 (Retiro), 15 (Ciudad Oculta), 21-24 Zavaleta (Barracas-Nueva Pompeya), 20 Papa Francisco (Villa Lugano), 1-11-14 Barrio Ricciardelli (Bajo Flores), Fraga (Chacarita), Rodrigo Bueno (Costanera Sur) y Carrillo-Fátima (Villa Soldati) habrá 28 lugares donde los adultos mayores podrán seguir con el distanciamiento social y preventivo fuera de sus casas en condiciones sanitarias favorables y acompañados afectivamente.
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