En su viaje imparable, el coronavirus llegó a casi todos los rincones del planeta. Esto trae como consecuencias otro tipo de viaje: el nuestro hacia un cambio en el estilo de vida.
En la Argentina acaba de hacer su arribo el otoño, con su variabilidad meteorológica y debilitamiento de la luz solar, trae consigo astenia, fatiga y debilidad. En esta época aumentan las precipitaciones y la humedad, y los cambios bruscos de temperatura hacen que un día usemos el aire acondicionado y, al siguiente, la calefacción.
Si bien mantenemos la ventilación y aireación de los ambientes durante la mañana, lo cierto es que las ventanas se mantienen cerradas por más tiempo y aumenta la incidencia de algunas enfermedades estacionales. Todos estos cambios repercuten en nuestro estado de ánimo, nuestro sistema inmunitario y en nuestro metabolismo, y causan una serie de trastornos.
En estas circunstancias, nuestro cuerpo debe usar los mecanismos de regulación para defenderse. En esta época aumentan las consultas y hoy por hoy con la presencia del COVID-19 aparece la incertidumbre, y afecta el estado de ánimo de las personas. ¿Qué enfermedades llegan este otoño a hacerle compañía al coronavirus?
Rinitis alérgica
El sistema inmunitario de las personas alérgicas reacciona de manera sobre exagerada y descontrolada frente a los alérgenos de esta época. Los intradomiciliarios son los alérgenos que acaparan la escena: el polvo de casa y los ácaros.
Recordemos que las personas alérgicas heredan esta condición en casi el 100% de los casos (las posibilidades de ser alérgico son altísimas cuando el padre y la madre lo son; por otra parte, este riesgo disminuye si sólo uno lo es). Pero no todas son malas noticias: se dice que la alergia es como la belleza, se hereda, pero no se contagia.
La rinitis alérgica puede ser perenne y causar síntomas todo el año, que empeoran en otoño y en primavera.
Los protagonistas en el cuadro de rinitis alérgica son:
• Los ácaros: se trata de artrópodos que están presente en el polvo doméstico, es muy difícil de erradicarlos. Se reproducen en la cama, ya que es un lugar oscuro, caliente y húmedo. Se necesitan sólo 10 ácaros en un gramo de polvo para sensibilizar y 100 ácaros en un gramo de polvo para desencadenar una crisis.
• Las esporas de hongos que están en lugares húmedos como tuberías, en las paredes.
• Las alfombras y felpudos.
• Los empapelados de las paredes y el tapizado de los muebles tapizados.
• Los peluches, que deben ser lavados regularmente con agua caliente.
• Las mascotas tienen sus alergenos en las glándulas sebáceas entre la piel y el pelo.
La presencia de odorizantes, desodorantes, sahumerios, insecticidas, empeoran el cuadro. Por supuesto, el humo de tabaco es perjudicial, ya que tiene doble combustión: la que sale del fumador y la que sale del cigarrillo.
Los síntomas que acompañan a la rinitis alérgica son:
• Obstrucción nasal.
• Secreción nasal viscosa clara y transparente (similar a la clara de huevo).
• Picazón de nariz, ojos y garganta.
• Crisis de estornudos.
• Disminución del olfato y el gusto, muy marcada en las crisis de rinitis.
La gravedad del cuadro puede ser tal que afecte la vida cotidiana de la persona, que puede sufrir un impacto en su trabajo, su vida social y en la práctica de deportes. Es importante tener en cuenta que la rinitis alérgica es una causa muy importante de ausentismo laboral y escolar.
Los síntomas molestan mucho al enfermo, por lo que la consulta debe ser inmediata. Por su parte, el profesional de la salud no debe subestimar ni infravalorar esta patología.
El especialista alergista o el otorrinolaringólogo realizará un interrogatorio exhaustivo, luego el examen necesario y, con base en los datos que recabe, pedirá los estudios complementarios en caso de necesidad e indicará el tratamiento adecuado para cada paciente. Con el tratamiento se logra controlar los síntomas, pero no cura la enfermedad.
Un aspecto poco difundido es que esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente en niños mayores de seis años y en adolescentes, pero con el cambio climático puede aparecer incluso en el adulto mayor.
En todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, hay 600 millones de personas que viven con esta enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasal y se pueden asociar otras como sinusitis, otitis media, laringitis y asma.
En nuestro país también tenemos datos sobre la prevalencia de la rinitis alérgica:
• Afecta a 5,5 millones de personas (20,5% de la población) de entre 5 y 44 años.
• Sólo 3,8 millones tienen diagnosticada la enfermedad.
• 170 mil personas se automedican, lo que puede llevar a un diagnóstico erróneo.
Resfrío común
El responsable del resfrío común es otro virus, llamado rinovirus, que aparece con fuerza a partir del equinoccio de otoño. Se contagia por las secreciones o el aire cercano a la persona infectada o por llevarse la mano a la cara luego de tocar superficies contaminadas.
Puede afectar a personas de cualquier edad. Los bebés pequeños pueden tener coriza y, durante unos días, tener dificultades para tomar el pecho porque no pueden respirar: nos damos cuenta porque comienzan a respirar por la boca. Los niños en general son muy vulnerables, sobre todo aquellos que concurren a guarderías y jardines maternales. Losniños que tienen antecedentes de alergia son candidatos firmes a resfriarse. Las probabilidades disminuyen si recibieron lactancia materna exclusiva durante los primeros meses de vida.
Este cuadro dura aproximadamente siete días y causa los siguientes síntomas:
• Secreción nasal.
• Febrícula, a veces.
• Taponamiento nasal.
• Dolor de cabeza.
• Cansancio.
• Disminución del olfato y del gusto.
• Estornudos.
• Ojos irritados.
Es muy importante no automedicarse. Se debe consultar al médico que, con seguridad, indicará algún descongestivo o analgésico, solución salina hipertónica e hidratación. Una de las secuelas del resfrío son la anosmia (falta de olfato) y la hiposmia (disminución del olfato). Esto se produce por alteración del receptor de la célula del epitelio olfatorio, que conduce los olores a aparece en los tres o cuatro días posteriores a la curación del cuadro.
En los adultos mayores, esto puede superponerse con la presbiosmia, que es la disminución del olfato que ocurre con la edad.
Gripe
Es un cuadro producido por un virus conocido con el nombre de influenza. Los síntomas que causa son:
• Fiebre alta.
• Artralgias (dolores articulares).
• Mialgias (dolores musculares).
• Congestión nasal.
• Fatiga.
• Tos.
Los adultos mayores son los más vulnerables, dado que se hallan en estado de inmunosenescencia (disminución de las defensas). Claro que la gripe puede afectar a individuos de cualquier edad, y es más grave en la presencia de enfermedades concomitantes, como asma, enfermedades oncológicas, estados de inmunodepresión y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Es importante también evaluar el estado nutricional.
El contagio también se produce a través de las gotitas de flugge y las recomendaciones para evitarlo son las siguientes (y aquí empezamos a ver las similitudes con las medidas de prevención para el coronavirus):
• Lavado frecuente de manos con jabón.
• Estornudar o toser sobre el pliegue del codo o en un pañuelo de papel.
El tratamiento médico es sintomático. Muchas veces, el cuadro puede complicarse con alguna bacteria y se agrega un cuadro de neumonía, que en ocasiones puede requerir internación. La gripe estacional infecta a millones de personas y una buena manera de protegerse es vacunándose. La vacuna antigripal es muy segura, está elaborada con virus inactivados. Está indicada en:
• Niños de 6 a 24 meses.
• Embarazadas.
• Puérperas (dentro de los 10 días posteriores al parto).
• Mayores de 65 años.
• Personas con factores de riesgo (que también deben recibir la vacuna antineumocócica).
Por último, el coronavirus
La enfermedad por coronavirus, llamada COVID-19, causa síntomas muy similares. Si bien es lógica la alteración que causa la enorme cantidad de información que circula, es importante tener en cuenta que se debe consultar cuando aparecen síntomas, más algunas de las siguientes situaciones:
• Haber estado en una ciudad o país de riesgo.
• Haber tenido contacto con personas con diagnóstico confirmado de COVID-19 o con sus contactos estrechos.
Los síntomas presentes en esta enfermedad son:
• Fiebre y fatiga.
• Dolor de garganta.
• Tos.
• Dificultad para respirar.
El cuadro es grave y crítico en adultos mayores y en personas con factores asociados como obesidad, hipertensión arterial, insuficiencia renal, problemas cardiovasculares, inmunodepresión, diabetes y enfermedades oncológicas.
Los centros para el control y la prevención de enfermedades de los EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron un gráfico para que las personas puedan diferenciar los síntomas causados por el coronavirus, la gripe, el resfrío común y la alergia.
Es importante tener presente que sólo se debe consultar ante síntomas graves: debemos cuidar al personal de salud y exponerlos lo menos posible, ya que son quienes nos van a cuidar durante esta epidemia. Para eso, evitemos ir a los centros de salud y utilicemos la vía telefónica para solicitar la consulta.
* Stella Maris Cuevas, médica otorrinolaringóloga (MN 81701). Experta en olfato, alergista. Expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA)
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